COLUMNISTAS
subdesarrollo

Importancia de la política

La política convoca al campo científico más importante, ya que cada una de las decisiones tomadas en ese ámbito tiene un impacto inmediato en millones de personas, tanto en nuestro país como en el mundo.

Imagen Default de Perfil
Portal Perfil.com | Perfil.com
La política convoca al campo científico más importante, ya que cada una de las decisiones tomadas en ese ámbito tiene un impacto inmediato en millones de personas, tanto en nuestro país como en el mundo.
Históricamente, el Estado en la Argentina parece tener características propias que lo identifican y lo desprestigian a partir de un sistema que, lejos de estimular la eficiencia, consolida un perfil de burócratas poco activos y poco remunerados.
Esto no hace más que fomentar que muchos funcionarios tomen el Estado como botín de guerra, utilizándolo para su beneficio personal en desmedro de éste. Sigue siendo fuente de innumerables maniobras que, con la concupiscencia de algunos de sus representantes, permite a particulares extraer recursos y beneficios.
Cuando hoy se habla de corrupción generalizada se está haciendo referencia a estas causales que no se podrán erradicar con el mero reemplazo de otros funcionarios de distinta bandera política. El cambio real sólo será posible con una renovación de pensamiento que permita ver al empleado público como aquella persona que accede a su destino circunstancial con la vocación de servicio a la comunidad que otorga sentido a su misión.
El subdesarrollo no es un problema económico. El subdesarrollo de las personas y de las instituciones es pedagógico y político. Esta baja calidad de formación acarrea consecuencias sociales y económicas que son las que hoy padecemos.
La política, en definitiva, tiene impacto directo sobre todos los demás temas de importancia nacional. Tomemos la educación por ejemplo: las decisiones definidas en el marco político tendrán un efecto sobre las instituciones a la hora de planificar cómo llevar a cabo sus planes educativos.
Los políticos deben reflexionar y plantear el respeto a la diversidad educativa y de los pueblos, y ayudar así a construir sociedades cada vez más interculturales e inclusivas. Sólo así esta ciencia puede combinarse de forma perfecta, aprovechando la riqueza de la diversidad, a través de innovadores procesos de enseñanza-aprendizaje.
Es importante que las instituciones brinden una educación personalizada donde quede en claro que educar no es enseñar sólo Matemática o Geografía, es mucho más que eso; es enseñar a pensar, es asegurar, a través de la vivencia, el acendrar valores, desde el amor hasta la creatividad, pasando por la voluntad, el orden, la disciplina, la solidaridad, la trascendencia, la finitud. Educar es asegurar el saber aprender a aprender creativamente los conocimientos científicos en pos de resolver y ser capaces de crear en todos los ámbitos.
La educación debe preparar para la vida, lo que significa asumirla en su complejidad y diversidad, con la capacidad de mantener los rumbos o direcciones esenciales, pero con la flexibilidad y apertura a las nuevas alternativas, por lo tanto creativamente, a través de la resiliencia.
Nada de lo que ocurre es por casualidad. Familia, escuela, sociedad y Estado conforman un todo, donde cada una de estas partes se encadena y retroalimenta, construyendo el camino por donde pasa el presente, con la consecuencia del pasado y a la espera del futuro.
De esta forma se logra contribuir a un desarrollo humano más pleno y ser fuente de entendimiento, pluralismo y cohesión social.
Así también se refuerza la política como el campo científico más importante, que busca alcanzar el ideal de lo posible, logrando así el objetivo principal de cualquier emprendimiento y proyecto, que es el bien común.

*Presidente de la Confederación Mundial de Educación Privada (Comep).