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Intolerancia de deuda y defaulteador serial

1-3-2020-Argentina FMI
El Frente de Todos inició negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. | CEDOC PERFIL

Argentina adhirió al Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1956 por decisión de Pedro Aramburu. La incorporación había sido recomendada por Raúl Prebisch, quien en su Informe preliminar acerca de la situación económica, instó a la dictadura a endeudarse. “Hay dos serias confusiones en cuanto al empréstito exterior. Primero, que no hace falta y, segundo, que compromete la soberanía nacional. Pero el capital privado extranjero podrá estimular el desarrollo económico argentino”, sostuvo Prebisch.

Es curioso advertir que el artífice del ingreso argentino al FMI fue un prócer del desarrollismo que se convertiría luego en un emblema del tercermundismo, gracias a su célebre teoría sobre el deterioro de los términos de intercambio: esa mágica fórmula que permite dar cuenta del endeudamiento producido por la asimétrica relación establecida entre potencias centrales industriales y países periféricos productores de materias primas.

Quizá ese “defecto de origen” sea el que permita explicar las casi siete décadas de desconfianzas y fracasos que se repiten incansablemente entre Argentina y el FMI.

Es curioso advertir que el artífice del ingreso argentino al FMI fue Raúl Prebisch, un prócer del desarrollismo que se convertiría luego en emblema del tercermundismo, gracias a su célebre teoría sobre el deterioro de los términos de intercambio.

Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff son dos economistas estadounidenses que han asesorado al FMI y al Banco Mundial y ahora se dedican a la investigación y docencia en la Universidad de Harvard. Se especializan en el estudio de deuda externa y en los últimos años se han concentrado en Argentina.

En 2011 publicaron This Time is Different y allí advirtieron que desde la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad, Argentina ha pasado más de un tercio de su tiempo trabada en medio de repetidos defaults o constantes negociaciones de reestructuración de pago. Los autores aclararon que la responsabilidad debe ser atribuida a la desidia de algunos gobiernos argentinos, pero también a la insensatez de la cúpula del FMI.

El caso argentino también fue estudiado por Reinhart y Rogoff en Debt Intolerance, escrito junto al economista argentino Miguel Savastano en 2003, y en Serial Default and the ‘Paradox’ of  Rich to Poor Capital Flows, publicado en 2004.

El fenómeno de “intolerancia de deuda” (debt intolerance) se explica por la presión a la que se someten ciertos países de mercados emergentes, que son obligados a respetar parámetros de pago que fueron establecidos para los más desarrollados. Estos estándares prefijados no tienen en cuenta las condiciones de excepcionalidad de los Estados en vías de desarrollo y terminan derivando en una morosidad que se repite por décadas.

Los “defaulteadores seriales” (serial defaulters) son aquellos países que tienen tendencia a caer repetidamente en incumplimiento de pagos porque son presa de una trampa circular: el haber entrado en default los inhibe del circuito de inversores que prefieren dirigir su capital hacia aquellos mercados que no han caído en cesación de pago, lo que a su vez produce un nuevo shock de déficit y default para los deudores.

El fenómeno de “intolerancia de deuda” (debt intolerance) se explica por la presión que reciben los emergentes. Los “defaulteadores seriales” (serial defaulters) son los países que tienen tendencia a caer repetidamente en incumplimiento de pagos.

Para poder evitar el noveno default argentino, Reinhart y Rogoff se sumaron a un centenar de intelectuales internacionales que respaldaron al gobierno de Alberto Fernández en la negociación con los acreedores. “Una resolución responsable sentará un precedente positivo, no solo para Argentina, sino para el sistema financiero internacional”, reza la proclama firmada, entre otros, por Joseph Stiglitz, Jeffrey Sachs y Thomas Piketty.

A su vez, Reinhart y Rogoff recuerdan que la pandemia del coronavirus obliga a tomar medidas urgentes y en un artículo publicado en The Wall Street Journal, vaticinaron que la economía mundial no podrá recuperarse rápidamente de la crisis por lo que será necesario lanzar un plan internacional de reestructuración de deuda para que los países emergentes puedan redireccionar sus recursos para hacer frente a la pandemia y así evitar “una lluvia de quiebras”.

En muy pocos días se decide la suerte de la deuda argentina. Solo resta saber si Argentina podrá salir de su laberinto. O volver a tropezar con la misma piedra.
 

*Doctor en Ciencias Sociales. Director de Perfil Educación.