Hay secciones en los medios más expuestas que otras al error originado por la confianza excesiva que algunos periodistas tienen en sus fuentes.
Volveré con mayor amplitud sobre este tema en una próxima entrega porque requiere mayor espacio que el disponible hoy, pero creo necesario abrir con esta afirmación por lo que sigue.
En la apertura del correo se publica un mail enviado por el abogado Maximiliano Rusconi, que contiene duras quejas por una nota publicada en este diario el domingo 1° en la página 16. Eran tres perfiles de otros tantos abogados vinculados, por distintas situaciones y personajes, al caso Nisman: uno sobre Rusconi, otro sobre Fernando Burlando y el restante sobre Santiago Blanco Bermúdez.
Envié la misiva de Rusconi a la sección Política y al autor de la nota cuestionada en procura de explicaciones. El secretario de redacción, Ariel Cohen, me respondió con estas precisiones: “El periodista Fernando Oz explicó que escribió erróneamente que el abogado de Diego Lagomarsino, el ex fiscal Maximiliano Rusconi, había sido abogado de Amira Yoma, cuando en realidad quiso explicar que lo fue de Emir Yoma, en la causa de contrabando de armas a Croacia y Ecuador.
”También escribió que tuvo como cliente a Raúl Moneta, pero que en realidad se refería a que lo fue de Martín Alexis Menem, en un juicio entre Moneta y Matías Garfunkel.
”Rusconi objetó que no había sumado como colaborador a su colega Marcelo Ruiz en la defensa de Ciccone. El abogado de Lagomarsino explica que Ruiz era el abogado comercial de la firma, por lo cual lo conoció, pero que no lo incorporó a su defensa.
”Por otra parte, se dijo erróneamente en la nota que fue abogado de Dejan Trsic, cuando lo fue de Dragoslav Ilic, por breve lapso, como lo explica el propio ex fiscal en su nota.
”En cuanto a la queja respecto de la caracterización de ‘haber crecido bajo el ala de Roberto Dromi’, Oz reconoce un infeliz giro literario respecto de la información, que le fue transmitida de tres fuentes judiciales, de que llegó al menemismo por sus vínculos con el abogado que fue ministro de Obras Públicas y de Defensa en gobiernos de Carlos Menem”.
El propio Fernando Oz explicó: “El objetivo del artículo era trazar un perfil de Rusconi, sin malas intenciones ni con la idea de compararlo con Burlando ni otro abogado. Considero pertinente pedirle disculpas al abogado Rusconi por no haberlo llamado, que es lo que corresponde a la hora de evacuar dudas”.
Este ombudsman considera que el autor de la nota cayó en la trampa de confiar excesivamente en sus fuentes. Ya había cometido errores similares respecto de Rusconi al menos dos veces: el 8 de diciembre de 2013 y el 7 de junio de 2014.
Casciari. En un artículo publicado en el blog Orsai y en sucesivos tuits, el escritor Hernán Casciari se quejó por el tratamiento dado a una entrevista que le realizara la sección Espectáculos, publicada –sin consultarlo– como nota de opinión firmada por él el sábado 24 de enero. La editora jefa de la sección respondió, ante el pedido de aclaración de este ombudsman, que las columnas de su contratapa suelen aparecer firmadas por personajes vinculados al mundo del espectáculo. En algunos casos, esos textos son escritos por el autor. En otros “se toma con consentimiento previo una serie de declaraciones, dejando en claro que será publicado como una columna con firma y no como una entrevista”. En el caso cuestionado, el acuerdo fue con el encargado de prensa del espectáculo, Alejandro Veroutis, sin conocimiento de Casciari. “Es comprensible el enojo de Casciari al leerse y no gustarse, tanto como que es cierto que en esta ocasión no le fue remitido a posteriori el texto para su aprobación”, concluye.
Esta falta de comunicación efectiva con el entrevistado devenido columnista sin él saberlo es una grave omisión de procedimiento.
Y hay algo más en esto que convendría modificar en el futuro: las contratapas de Espectáculos, salvo excepciones (pocas), se han constituido en verdaderos espacios promocionales para producciones de distintas áreas. En un medio que se propone como transparente en sus procedimientos, es mala práctica que un productor, director, actor, guionista o técnico haga un panegírico de su obra o de sí mismo.
Lopérfido. Dos lectores, Claudio Muzón y Pedro Oyos, detectaron un error en la entrevista al nuevo director del Teatro Colón, Darío Lopérfido, publicada el domingo 1° en el suplemento Espectáculos. Se atribuía a Lopérfido haber dicho: “No voy a hacer un desembarco en Lombardía”, cuando en realidad hablaba de Normandía. Ayer, en la página 3 del suplemento se publicó una fe de erratas aclarando que fue un error de tipeo. Creo que también de distracción o desconocimiento histórico-geográfico.