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La incertidumbre y lo visible

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El cierre de listas avanzó en la oscuridad, lento y eterno. En los mismos días los medios expusieron a la ciudadanía a una estampida visual y auditiva concreta sobre el caso Latorre y Jaitt. Mientras uno se reproduce por la falta de novedades y sus juegos de adivinación, el otro sobrevive con la actualización constante de evidencias. Tanto la incertidumbre como la verdad permiten el despliegue de sus secuencias en el tiempo, montados en la reproducción de la comunicación, porque la cuestión aquí no es la verdad o la mentira, sino la sucesión de comunicación que siempre necesita más comunicación.

El allanamiento al jefe supremo de la feria La Salada fue grabado con cámaras y luego mostrado en televisión. También para ese mismo juego de la representación de la verdad, se pasó por los noticieros el allanamiento al Hipódromo de Palermo contra Cristóbal López, es decir, el momento mismo con la policía y la AFIP allí, tocando las cosas, disfrutando el descubrimiento de papeles con esperanza de delito.

El Estado parece estar portando en estos tiempos la necesidad de exponerse con la ilusión de la no mentira frente a la avalancha de comentaristas que repiten el concepto ya insoportable de la posverdad. Frente a la duda, las cosas como son. Sin embargo, la ilusión de la exposición de objetos, como exposición de la realidad, es sólo otra representación ficcional que toma el sistema político para ejercer un personaje: el honesto.

El cierre de listas se hace de manera oculta, sin contar los detalles, sin cámaras. El mismo sistema político que ejerce el poder del Estado para llevar cámaras a un allanamiento elige no grabar con esas mismas cámaras las discusiones internas sobre los escenarios electorales. Saca fotos a los timbreos, a las sonrisas y a las preocupaciones de los vecinos, pero no lo muestra a Manes desairando a Vidal. Cristina Kirchner reaparece jugando a lo mismo, porque ella viene a mostrar la realidad que ocultan los medios; y van pasando en su acto de a una las personas reales expulsadas por el nuevo régimen económico para que en voz de ella misma pasen contando sus historias verdaderas. Su proceso de decisión sobre qué rol jugar en la elección, las discusiones internas y las negociaciones con los intendentes también se hacen sin público. Mientras tanto, Natacha Jaitt llena los medios de comunicación de audios nuevos. Cada quien gusta de jugar a la verdad con sus propias selecciones.

En la campaña que ahora ya queda lanzada, este juego entre verdades y ocultamientos y mentiras tendrá un rol de definición frente a la escasez de identidades partidarias.
En vez de exponer los ideales esenciales de cada espacio, el escenario discursivo se va a desplegar lleno de señalamientos como denuncia. El rival miente, mientras yo presento la verdad. Si bien los partidos políticos tienen sus bases conceptuales en algún lugar, la lógica episódica del conflicto verbal expuesto de inmediato en televisión, radio, portales y redes obliga a la imposibilidad de centrarse en idearios más generalistas sobre el país y atender a las acusaciones cruzadas que todo el tiempo viven en el presente. Las verdades no son importantes, sino las urgencias.

El affair de Latorre circula en el escenario de la inmediatez y una de sus protagonistas lo sabe. La divulgación de chats y de audios no se hace toda de inmediato, sino en una extensión de novedades que adquiere valor en la secuencia.
Para los medios esto es ideal; son el ámbito de la sociedad que se especializa en transmitir novedades, informaciones, que una vez comunicadas dejan de serlo y necesitan de una nueva en su lugar. Jaitt necesita regular todo su archivo para seguir en los medios el mayor tiempo posible. Sabe que ya no se trata de la verdad de sus audios, sino de la secuencia siempre nueva de esos audios.

La política, que navega por los medios de comunicación, sabe que la verdad y la mentira son roles, y que en definitiva la clave es trasladarse en esa secuencia en siempre nuevos presentes. Para la política la demora en la definición de candidaturas es también una buena oportunidad de exposición en secuencia. Los candidatos se van conociendo en cuotas, de a partes, como los audios de Jaitt.

Comienza la carrera bestial 2017 de selecciones de verdades para que cada votante pueda elegir la que más le guste y, sobre todo, con la que se sienta más cómodo.

* Sociólogo. Director de Quiddity.