COLUMNISTAS
opinion

La otra bomba que dejó Ginés

Tan obsesiva como riverplatense, Carla Vizzotti debuta como ministra de Salud con una incómoda y evitable mochila que le deja Ginés González García.

20210221_gines_gonzalez_garcia_gza.clarin_g
La otra bomba que dejó Ginés. | gza. Clarín

Tan obsesiva como riverplatense, Carla Vizzotti debuta como ministra de Salud con una incómoda y evitable mochila que le deja Ginés González García: desmontar el vacunatorio vip que se armó en el segundo piso del Ministerio para influyentes y allegados.

Como se dirá en público, Vizzotti negará estar al tanto de ese dispositivo reservado, sobre el que empezaron a indagar dos periodistas de Clarín el jueves 18 por la noche, horas antes de que Horacio Verbitsky saliera con su sincericidio ¿intencional? Él mismo lo explica en un texto que envió a PERFIL.

Hay una posibilidad de que sea veraz lo que la flamante ministra dice desconocer. También puede ser curioso que no lo supiera, siendo tan detallista y obstinada en la función que venía cumpliendo, que era justamente estar a cargo de la cuestión vacunas.

¿No se enteró de que su jefe había pedido que le separaran 3 mil dosis y que había montado un centro de vacunación en el propio organismo con profesionales del Hospital Posadas? Fuentes cercanas a la funcionaria admiten que si sabía, “no estaría de acuerdo” con semejante práctica.

Varias fuentes oficiales no terminan de salir de su asombro por el Vacunavip, pero reconocen no estar del todo sorprendidos. Según rumian hasta quienes lo admiran, el González García de la pandemia distó mucho de la imagen como mayor referente sanitarista de las últimas décadas. “Estaba agrandado, decía cualquier cosa y nos metió en unos quilombos bárbaros”, confiesa uno de ellos.

Ese sinsabor gubernamental solo se multiplicó la noche del viernes 19, cuando Ginés hizo difundir su texto de renuncia al Presidente “respondiendo a su expreso pedido”. Allí, en tres carillas, usó un párrafo para culpar a su secretaría privada por el escándalo y el resto lo destinó a un balance de gestión cien por cien autoelogioso.

Aunque surgió de la cantera de Isalud (la histórica formadora de cuadros sanitarios de Ginés), Vizzotti tuvo varios cortocircuitos con su superior hasta recién. En privado, ella le endilgaba lo mismo que muchos en el Gobierno, ya mencionado aquí. Mientras él le facturaba que se mandaba sola o que lo puenteaba. La relación se puso a veces más que tirante. A propósito, ¿pasará Vizzotti la escoba por la numerosa cantidad de profesionales de Isalud designados en el Ministerio?

Fuentes oficiales relatan que más allá de limpiar el enchastre del vacunatorio premium, que tendría nuevos episodios, hay una mayor preocupación en la nueva ministra, que se extiende a lo más alto de la cúpula del Gobierno.

De acuerdo con lo que ha comenzado a circular entre un puñado de funcionarios, la Argentina afrontaría una seria crisis de provisión de vacunas en marzo, dentro de pocos días. Sería muy inferior a todas las previsiones oficiales, incluso las más pesimistas.

Según esta información, AstraZeneca no podrá enviar el mes próximo las dosis comprometidas de la vacuna de Oxford desde México, adonde viaja Alberto Fernández esta semana.

A ello se suma la notificación reservada del laboratorio ruso Gamaleia, fabricante de la Sputnik, de que no está satisfecho con las pruebas de calidad en las plantas de India y Corea, por lo que las segundas dosis tendrán que provenir de Rusia y afectaría los compromisos futuros de más vacunas.

Tampoco dio buenas noticias el consorcio Covacs, impulsado por la OMS, que reprogramó sus entregas a la Argentina recién para mayo.

La única esperanza, conforme las fuentes consultadas, sería la vacuna del laboratorio chino Sinopharm, que sí llegarían en marzo.

Por esa razón es que desde el Gobierno se ralentiza el sistema de vacunación: el goteo permitiría disimular que el problema es de stock, no logístico. Salvo, claro, que se tenga una amistad con Ginés.