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La promesa de la democracia

Nuestra democracia se ha recuperado como parte de la restitución democrática de la región y la hegemonía occidental del sistema. La disipación de las dictaduras ocurrió como una conquista de época, y no como un acontecimiento coyuntural. Sus atributos más importantes fueron el ejercicio del Estado de Derecho y la soberanía popular.

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Nuestra democracia se ha recuperado como parte de la restitución democrática de la región y la hegemonía occidental del sistema. La disipación de las dictaduras ocurrió como una conquista de época, y no como un acontecimiento coyuntural. Sus atributos más importantes fueron el ejercicio del Estado de Derecho y la soberanía popular. Hoy, el sistema tiene consenso mayoritario, aunque está naturalizado como lo estuvieron otrora los gobiernos de facto; y no tiene enfrente otras lecturas sobre la democracia que expresaba el socialismo real.

La democracia al naturalizarse proyecta un final de la historia que se congelaría en sus formas institucionales. Uno puede quedarse allí, sin provocar a su esencialidad, urgir las grandes ausencias presentes de participación y justicia social. En el balance nacional, estos 25 años mostraron una avanzada importante, sobre todo en materia de legislación social, derechos humanos, protección de las minorías, educación y salud. Pero, esto va al desván de la indiferencia generalizada respecto a la cosa pública. También estos años mostraron las crisis cíclicas de la economía y la política, la ausencia de un pensamiento estratégico; el incremento de la desigualdad social y la debilidad representacional. Nuestra democracia por momentos tiene fiebre alta y tiembla, pero no corre peligro.

Desde 1930 el opuesto de la democracia fue la dictadura cívico-militar; ahora ese contendiente no está, y queda al desnudo que la democracia se enfrenta consigo misma. Se equivocan los que desestiman la democracia por sus promesas incumplidas, y se equivocan los que creen que es sólo un cronograma electoral y el funcionamiento de cualquier manera de sus instituciones. La democracia fue la meta y ahora es un camino, y es un camino para caminar y no para sentarse a la vera del mismo.


*Analista político.