Cómo se arruina el Paraíso? Se les pide a los argentinos que lo cuiden bien aunque no sea de ellos.” El epíteto, un “chiste argentino” de españoles, puede ser de mal gusto, pero refleja una realidad. No cuidamos suficiente nuestro patrimonio histórico e industrial, admiramos nuestra riqueza natural sin compromiso concreto, ni le damos el valor social que una nación debe darle a su pasado. Obvio que hay ponderables excepciones: por ejemplo la recuperación de bodegas históricas en Mendoza, o la reconversión patrimonial de la costa del río en Rosario, o el reciclaje de antiguos ingenios en Tucumán, y hay más. Pero se requiere un gran esfuerzo, económico y educacional, para proteger el patrimonio industrial, para hacer arqueología del desarrollo (las ruinas de La Forestal, norte de Santa Fe, desprotegidas, la fábrica Liebig, en Entre Ríos, y sigue la lista).
La reflexión surge del Primer Seminario de Patrimonio Agro Industrial que la arquitecta Graciela Moretti y colegas lograron montar en la Universidad de Mendoza entre el martes y jueves pasados. Concurrieron brasileños, chilenos, colombianos, españoles y mexicanos, aparte de expertos de varias provincias. Desde 2003 Mendoza tomó la delantera en la recuperación de su patrimonio industrial en las bodegas. Hay que celebrar que la reunión tuvo lugar y hay que preguntar por qué es este el primer seminario. Moretti lanzó el proyecto a partir de un encuentro en Salta en 2006, donde los brasileños demostraron gran desarrollo de su patrimonio cultural y turismo rural. De la reunión en Mendoza puede deducirse, justo en tiempos de protesta en las provincias, que el interior está gritando que tiene algo que ofrecer, y Buenos Aires, el centro, está ignorando el reclamo. Pero las buenas intenciones no alcanzan. El Dr. Michael Petzet, de 75 años, presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Incomos), entidad que en la Argentina tiene 35 años y es presidida por el arquitecto Alfredo Conti, advirtió a las autoridades que “hay que conocer lo que tenemos, cuidándolo. Hay que desarrollar conocimiento de los testimonios del pasado.” Eso ante el micrófono. Finalizando su primera visita a la Argentina y luego de haber sido paseado por Buenos Aires, La Plata y Córdoba, inspeccionando diversos sitios, se sorprendió por la insuficiencia del cuidado del legado de los jesuitas en Córdoba. El acuerdo mundial sobre patrimonio cultural es reciente, la Unesco sostuvo su primera convención sobre el tema en 1972, y la Argentina entra en el circuito de interesados en 1992. Sólo 15 años que valoramos oficialmente los monumentos y paisajes culturales.
Se ha perdido mucho tiempo y material, a manos de funcionarios negligentes, de los operadores de la rapiña, y un público indiferente o con información insuficiente.
Qué dejó Mendoza: estamos débiles en investigación, protección, y muy flojos en el registro unificado de historia y patrimonio. Hay mucho por hacer.
*(Desde Mendoza) Escritor, periodista,
Ombdusman del diario PERFIL