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La suerte de ignorar

“En el pasado, la censura operaba bloqueando el flujo de información. En el siglo XXI, la censura opera sumergiendo a la gente en informaciones irrelevantes” dice Yuval Harari, en una cita del libro La realidad innombrable, del italiano Roberto Calasso. Promotor de la vigilancia digital en la medida en que sea “útil y no una pesadilla distópica”, Harari logró, hace más de una década, ser best-seller con Sapiens. De animales a dioses, publicado al principio en hebreo y traducido a más de cincuenta idiomas, cuya aspiración es dar una mirada nueva sobre la historia de la humanidad, bajo la premisa de un presente globalizado que llama, ya no a interesarse por “la historia de un país o religión en particular, sino por la historia de la humanidad en general”.

Hábil para encontrar la síntesis de un pensamiento, y caracterizando a Harari como mentor “de la religión del dataísmo”, Calasso rescata otra declaración elocuente: “Los humanistas pensaban que las experiencias suceden en nosotros y que debemos encontrar en nuestro interior el significado de todo lo que sucede, infundiendo así significado al universo. Los dataístas creen que las experiencias carecen de valor si no se comparten y que no es necesario –de hecho, no es posible– encontrar significado en nuestro interior. Solo hace falta que inscribamos y enlacemos nuestra experiencia con el gran flujo de los datos, y los algoritmos descubrirán su significado y nos indicarán qué debemos hacer”. Cotejada con otras que siempre aparecen en sus entrevistas, como “El sistema seguirá encontrando valor en algunos individuos, pero estos serán una nueva elite de superhumanos mejorados y no la masa de la población” y “La IA está encontrando una narrativa propia” la propuesta del autor nacido en Haifa es muy concreta. Esta claridad, observa Calasso, ofrece gemas de sentido que hay que agradecer, como las nuevas articulaciones en torno de la noción de poder: si la cesura contemporánea se sirve del exceso de data, no saber algunas cosas, sería una forma de ejercerlo. La ignorancia como una vía inesperada para la construcción de una narrativa cuyas condiciones sean más propias que ajenas.