El papa Francisco llega a Chile enmarcado en contextos diversos que van a suponer un gran desafío a su visita:
En lo político, las elecciones del 17 de diciembre en las que, en segunda vuelta, y con el 54% de los votos, se impuso el candidato opositor y expresidente Sebastián Piñera.
El Papa argentino llegará en plena transición de un gobierno de centro izquierda a uno de centro derecha. Francisco será recibido y acompañado en los actos oficiales por la todavía presidenta, Michelle Bachelet, y muy posiblemente junto con quien le sucederá en el cargo, a partir del próximo 11 de marzo. Con las diferencias que existen entre la centro izquierda y la centro derecha, la convivencia política en Chile es ejemplar.
Los temas políticos y sociales no resueltos en Chile son tres según coinciden los analistas:
• La reforma educativa: la mayoría de las universidades son privadas.
• El funcionamiento del sistema jubilatorio: en Chile lo gestionan las AFJP.
• El conflicto con los mapuches (sobre todo centrado en la zona de la Araucanía) que es mucho más virulento que en Argentina.
Sobre los mapuches, se informó días atrás que durante su viaje a Temuco, el Papa se encontrará con líderes de esa etnia, y habrá medidas excepcionales de seguridad porque algunos grupos mapuches han advertido que reclamarán del Papa “un pedido de perdón por el genocidio de los pueblos originarios”.
El mar para Bolivia, tema polémico que Francisco abordó en el vuelo de regreso de su viaje de Ecuador, Bolivia y Paraguay a Roma donde dijo que “no es injusto plantearse una cosa de ese tipo, ese anhelo”, y agregó: “Siempre hay algo de justo cuando se hacen cambios de límites territoriales, y sobre todo después de una guerra. Hay una revisión continua de eso. “
En materia económica, Chile es un país en pleno desarrollo, con un crecimiento anual del 1,5 por ciento, pero que para el año que viene se calcula estará en torno al 3 por ciento. No obstante, mantiene una deuda social todavía importante, con índices de pobreza que, en algunas regiones como la Araucanía llega al 23 por ciento. Además, tiene una inflación anual del 2,7 por ciento, baja si se la compara con la del 24 por ciento anual que padecemos los argentinos.
En lo religioso, la Iglesia en Chile todavía discute mucho la designación (en enero de 2015) del padre Juan Barros como obispo de Osorno, a raíz de que a este obispo se lo acusa de haber encubierto años atrás al sancionado e influyente formador Fernando Karadima, a quien el Vaticano declaró culpable de abusos sexuales y le ordenó una vida de oración y penitencia.
En las encuestas realizadas por Cadem, quien mide en Chile la imagen de los hombres y mujeres públicos, el sondeo reveló que un 50 % considera que la visita del Sumo Pontífice a Chile es poco importante. La encuesta revela que la imagen positiva del Papa Francisco cayó 19 puntos de un 71 %, en junio de 2017 cuando se anunció su venida, a un 52 % a unos días de su llegada.
Entre los católicos si bien se produjo una baja de 14 puntos de 83 % a un 69 %, este resultado es sin duda aún muy positivo y anticipa una buena recepción del Papa por parte de sus fieles, indica Cadem.
Estos son algunos de los senderos marcados por lo contextos chilenos por donde Francisco ascenderá la Cordillera, para acercar su mensaje a un pueblo que a partir de su desarrollo vive más de expectativas a corto plazo que de esperanzas y a una Iglesia que se la nota un tanto arrinconada por los casos de pedofilia que la hirieron en su fuerte compromiso de guía social de otros tiempos.
Padre Javier Soteras (*)
Director de Radio María Argentina