No creemos conveniente que el nuevo gobierno realice cambios en el modelo económico. Hay que continuar con el rumbo emprendido y fortalecer el ciclo de acumulación e inversión. Tampoco prevemos que sucedan cambios sustanciales en el rumbo económico de los próximos años. Los mensajes de la presidenta electa Cristina Fernández de Kirchner y la confirmación de la mayoría de los funcionarios de la etapa anterior aseguran el mantenimiento del camino elegido por Néstor Kirchner.
Entendemos que los ejes esenciales –tipo de cambio alto y diferenciado, superávit fiscal y política monetaria prudente– se van a mantener y van a generar los efectos ponderables de la etapa que termina.
Para prevenir y controlar la inflación en el largo plazo, sólo se puede hacer con inversión. Para esto, nos parece fundamental que se fortalezca la dinámica del ciclo de acumulación e inversión.
En el corto plazo, la inflación se combate con herramientas de política monetaria y fiscal. Son esenciales el superávit fiscal y una política monetaria prudente sin que sea recesiva, que no convalide las tensiones de los precios por el incremento de la demanda.
Por otro lado, debería haber políticas orientadas a solucionar los cuellos de botella que se producen en todos los procesos de crecimiento. El sector financiero –al que representamos– contribuirá a este objetivo con una mejora de la oferta de crédito.
Finalmente quiero mencionar que el pacto social es un instrumento apto para administrar las llamadas “tensiones del crecimiento”. También para definir prioridades esenciales, como la mejora en la distribución del ingreso.
*Presidente de la Asociación de Bancos
Privados de Capital Argentino (ADEBA)