Pocas veces tantos fallos sobre medios de comunicación esperaron sentencia definitiva de una Corte Suprema. Sólo la semana pasada se agregaron dos más porque la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal dictó dos sentencias que se apelaron ante la Corte Suprema. Por un lado, le dio la razón a la Afsca obligando a Cablevisión a cumplir con la grilla que pasa a TN al número 3 del dial, colocando a la TV Pública entre Telefe y El Trece (lugar que hoy ocupa TN), e incluyendo a CN23 de Szpolski al lado de los canales abiertos. Por el otro, le dio la razón a El Trece por la discriminación con la publicidad oficial obligando al Gobierno a cursarle avisos.
Un día antes se había realizado la última audiencia por la causa que enfrenta a la AFIP con varias asociaciones de editores, producida ante la propia Corte Suprema como paso previo a su sentencia. Y se espera en los próximos meses el fallo definitivo sobre la Ley de Medios. Para algunos, la Corte tendrá una sentencia antes de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto. Otros piensan que lo hará inmediatamente después para no interferir en el resultado de unas elecciones que serán cruciales para el futuro del Gobierno, porque adelantarán e influirán sobre las legislativas de octubre y ellas en la sucesión presidencial de 2015.
Quienes aspiran a descifrar qué hará la Corte con la Ley de Medios analizaron con cuidado las palabras de Lorenzetti durante el brindis del Día del Periodista, donde comenzó diciendo que agradecía “la pluralidad de concurrencia, para nosotros un motivo de orgullo”, quizás sintetizada en la foto de Lorenzetti sonriendo junto a Cynthia García, de 678, y Luciana Geuna, de Periodismo para todos.
A los que piensan que la Corte fallará a favor de Clarín les llamó la atención cuando Lorenzetti dijo: “La Corte de hoy es la misma de hace cinco años y siempre vamos a estar igual con las mismas ideas, que son éstas de los grandes lineamientos constitucionales, y uno de ellos es promover los debates públicos y la contraposición de argumentos; así es como progresan las sociedades y en ese sentido es que queremos hacer este homenaje a ustedes (los periodistas), porque son una gran parte del funcionamiento social en cuanto a que la discusión de ideas mejora las sociedades”.
Por el contrario, quienes piensan que la Corte no declarará inconstitucional la Ley de Medios porque no quiere que nadie tenga excesivo poder, ni un gobierno, ni un medio, ni un periodista, seleccionaron el párrafo donde Lorenzetti dijo: “No es malo que cada uno diga que opina desde tal lugar con una ideología, con un paradigma o con una idea o con un interés, eso es bueno porque mejora un debate en la sociedad, pero todo tiene un límite y a veces es bueno reconocer que hay una frontera que no debemos cruzar”, criticando la práctica de descalificar ad hominem en la que caen tanto los “de un lado y del otro lado, incluyendo los de abajo y también los de arriba”.
Otros actos de la Corte que pueden dar indicios de sus pasos a seguir con la Ley de Medios son los dos recientes fallos importantes para el Gobierno en materia económica.
Uno a favor, levantando el embargo por US$ 19 mil millones que por una demanda de daño ambiental en Ecuador pesaba sobre la filial local de la norteamericana Chevron, principal candidata a invertir en YPF si le desaparecía esa limitación. Y otro, en contra del Estado, en la causa Orbis, que permitirá la actualización de los créditos fiscales de la promoción industrial restándole a la AFIP 2 mil millones de pesos.
Quienes creen que la Corte, siempre que tiene que fallar sobre temas de interés para el Gobierno, prefiere aplicar el método “una de cal y una de arena”, deducen que lo mismo podría suceder con las causas de medios y la reforma judicial. Y como todo indica que la Justicia fallará en contra del Gobierno en la mayoría del paquete de leyes promovidas por el kirchnerismo como reforma judicial, temen que existan fallos en contra de los medios que “compensen” al Gobierno triunfos con derrotas.
Y llegan a conjeturar que en realidad el Gobierno promovió las leyes de reforma judicial sabiendo que en esencia serían declaradas inconstitucionales, con el único fin de presionar a la Corte para que le resulte políticamente más dificultoso fallar todo en contra del Gobierno.
Aun así, no habría que descartar que concluyeran con el objetivo opuesto irritando a una Corte que terminara fallando todo en contra.
Una sentencia a favor de Clarín con la Ley de Medios sería paradójica para el conjunto de medios audiovisuales de Vila-Manzano, quienes tenían una cautelar otorgada por un juez de Mendoza pero de la que desistieron al someterse a la Ley de Medios cumpliendo con la presentación de una propuesta de desinversión el 7 de diciembre pasado. Si la Corte declarara inconstitucional la Ley de Medios, el fallo podría sólo beneficiar a Clarín porque fue la causa iniciada por esa empresa la única que llegó hasta la Corte.
De ser así, se cumpliría el “estigma Eskenazi”, resumido en que estar cerca del Gobierno puede ser a veces más peligroso que estar lejos.
El lunes vencen los 120 días hábiles de plazo contados desde el 7 de diciembre que dispone la Afsca para expedirse y hay dos especulaciones sobre por qué no se pronunció acerca del plan presentado por Vila-Manzano. Una es que si el Gobierno lo aprueba, le deja a Clarín el recurso de hacer lo mismo y dividir sus medios entre familiares y socios cumpliendo en la formalidad la Ley de Medios, pero sin desinvertir. La otra es que el Grupo América ya estudia retirar su propuesta para sumarse a las ventajas que tendría un fallo de la Corte a favor de Clarín.
Sólo serán tranquilos los días de ferias judiciales por las vacaciones de invierno, entre el 15 y el 26 de julio.