COLUMNISTAS
Defensor de los Lectores

Mejores fuentes, datos precisos

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Es necesario volver una y otra vez –aunque resulte reiterativo– sobre algo que sirve de fundamento a todo trabajo periodístico de buena factura: la identificación de las fuentes y la precisión en el manejo de los datos. Disparan esta inquietud renovada al menos dos textos publicados en la edición de ayer: la columna de Alfredo Leuco y un breve suelto en la sección de Economía.

No suelo entrar en el debate acerca de los contenidos de las columnas de opinión, aunque algunas veces lo he hecho sólo para marcar excesos verbales y –en el caso de los textos escritos por periodistas y no por expertos en otras áreas– carencias informativas. En la columna de ayer de Leuco he observado algunas imprecisiones que afectan, sin dudas, la credibilidad debida a los lectores. Dice el columnista en su extensa crítica a la gestión de la flamante secretaria de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, entre otras cosas, que la funcionaria “recibió dinero por muchas actuaciones a lo largo y a lo ancho del país donde más de una vez no había casi nadie en la sala”. ¿Cuánto dinero recibió en su calidad de artista musical? ¿Cuántas actuaciones? (muchas, pocas, algunas, son modos adverbiales imprecisos, que no permiten al lector dar exacta dimensión a lo que están leyendo)? ¿En qué lugares, “más de una vez” (¿cuántas? ¿dos, treinta?) no había “casi nadie” (otra imprecisión gravosa). El historial periodístico de Leuco, sus tantos años en esta profesión, lo obligan a emplear con mayor exactitud los datos que ofrece para dar sustento a sus opiniones, generalmente fuertes y polémicas. De otro modo, es tan simple como verter sus pensamientos sobre un ancho mar de incógnitas. Y eso no es bueno para él, ni para el lector ni para PERFIL.

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En la página 24, al pie, el título afirma que “se hunden 50% los créditos al consumo”. La nota indica que “la demanda popular cae en picada” y fundamenta: “Así lo revelan fuentes del sistema financiero que en el sexto mes del año registraron una reducción de hasta un 50% en volumen de créditos al consumo, respecto del mes previo”. ¿Cuáles son esas fuentes? No surge del texto, por lo que el dato aparece como poco confiable para cualquier lector.

Grasas trans. La responsable de la sección Ciencia, Florencia Ballarino, pidió que sea aclarado un error de concepto registrado en la nota “Guerra a las grasas trans: serán prohibidas a partir de diciembre”, publicada en la página 39 el domingo 20. Se dice allí: “Es una medida pionera porque Argentina fue el primer país de América Latina en impulsarla, pero también costó efectivizarla porque requiere poca inversión y tiene muchos beneficios en términos de salud pública”. Hubo un error de comprensión en la sección Corrección. En verdad, el texto original decía: “Es una medida pionera porque Argentina fue el primer país de América Latina en impulsarla, pero también costo-efectiva porque requiere poca inversión...”. El término “costo-efectiva”, empleado en economía sanitaria, pero no de comprensión fácil para no especialistas, es el que motivó el error de concepto. Se trata de un “estudio de evaluación económica mediante la cual se busca identificar, cuantificar y valorar los costos de dos o más alternativas de intervención sanitaria disponibles para alcanzar un mismo objetivo”. Hubiese sido conveniente aclararlo para quienes no manejan terminología tan específica, es decir, el lector común.

Barenboim. En las páginas 48 y 49 de la edición de ayer se publica una nota sobre el argentino Daniel Barenboim, director de orquesta, pianista y luchador por la paz en Medio Oriente, poniendo énfasis en su reciente declaración pública –publicada por el diario israelí Haaretz y por otros medios– sobre la dramática situación en la Franja de Gaza. Le faltó actualización a la nota de PERFIL: el viernes, fue imperdible y digna de ser citada la entrevista que le hicieron en Radio Mitre Jorge Lanata y Magdalena Ruiz Guiñazú. Un extracto de ese diálogo fresco, franco, intenso y emotivo hubiese enriquecido en mucho el texto de este diario. Y algo más: se habla en la nota del concierto que darán Barenboim y Martha Argerich el 5 de agosto en el Teatro Colón. Un error y una omisión: se dice que tocarán “a cuatro manos” obras para piano de Mozart, Schubert y Stravinski. En realidad, la sonata K 448 de Mozart es para dos pianos; y se omite que cuatro días después ambos ofrecerán un inédito concierto con Les Luthiers en el mismo escenario, con obras de Stravinski y Saint Saëns.

Crucigrama. Tiene razón el lector Agst cuando aclara lo escrito en el correo del domingo 20  por el señor Passalaqua. Sal Mineo fue actor secundario tanto en Rebelde sin causa como en Gigante. Si algo se puede cuestionar a quien redactó el crucigrama de la polémica, es la calificación de Mineo como “protagonista”.