En los días recientes, la información provista por el Indec sobre el empleo y el desempleo generó el natural intento de comparar estos datos con los previos. Estos últimos correspondían a un año atrás, de manera completa, y al tercer trimestre de 2015 sobre la base de un reducido número de tasas entregadas en el informe de prensa del 16-11-2015.
Ya ha sido dicho que en los últimos años (más precisamente desde fines de 2013) la EPH introdujo cambios diversos que afectaron la comparabilidad de la información producida desde entonces con la serie previa. Una vez más, ciertos instrumentos tienen una vida efímera. Al no proporcionarse datos reconstruidos ni mecanismos de empalme, la serie de la EPH continua, iniciada con el tercer trimestre de 2003, puede ser utilizada durante un decenio pero no más allá. Desde fines de 2013 hay que “empezar de nuevo”.
Esa fue una de las razones por las que en 2014, pese a que continuaba descendiendo la tasa de empleo (proporción de ocupados respecto de la población total) el volumen absoluto de ocupación volcado en los informes de prensa de EPH mostraba una llamativa estabilidad.
Una encuesta mЗs amplia. De allí que algunos estudios dirigieron la mirada hacia otra encuesta, también a cargo del Indec, cuyo universo de referencia pretendía ser más amplio que el de la EPH. En ésta se informaba de la situación en 31 aglomerados urbanos. En la otra, denominada Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU), se apuntaba a reflejar el universo urbano completo. Redondeando números, si la población total del país es 100, la EPH abarcaba a 60 y el total urbano llegaba a 90.
La EAHU empezó a realizarse junto con el operativo censal de 2010. Se hace una vez al año durante el tercer trimestre. Los datos completos de cada relevamiento (la base usuaria) se disponen desde 2010 hasta 2014 inclusive. De 2015 sólo se divulgaron los anticipos, equivalentes a los Informes de Prensa de la EPH.
Una última aclaración antes de comentar algunos datos. En la EAHU se ajustaron los valores de la población de referencia ya en 2013. De ese modo, se pueden comparar sin inconvenientes los resultados de ese año con los de 2014. Este contraste dio un dato preocupante: en un año, según esa fuente, se perdieron 400 mil puestos de trabajo.
Algunos datos del Ьltimo quinquenio. Las referencias que siguen surgen de la información de la EAHU y no presuponen abrir juicio sobre su calidad.
Un primer elemento al comparar los datos entre 2010 y 2014, habida cuenta de que en 2013 se realizó un “ajuste” de la población de referencia, es que mientras la población aumentó un 16%, la ocupación se elevó en sólo el 3% y los inactivos en un 6%. En otras palabras, un proceso de neta disminución de la tasa de empleo, lo que debe asociarse con las crecientes dificultades de la economía argentina por generar puestos de trabajo.
Dentro del total de ocupados, los que lo hacían en el sector estatal aumentaron 9% mientras que en el ámbito privado, sólo 2%.
Si miramos las categorías ocupacionales, el liderazgo lo presentan los trabajadores autónomos o por cuenta propia, con el 15% frente a un 3% de los asalariados. Caen los patrones y los familiares entre un 15 y un 20%.
Al interior de los asalariados, los del sector estatal crecen un 9% (230 mil) en cuatro años mientras que los dependientes del ámbito privado lo hacen sólo en 1% (50 mil).
Estamos hablando del nivel urbano nacional que, se recuerda, corresponde al 90% de la población total del país.
Resumiendo un poco, de los 540 mil nuevos ocupados en el cuatrienio, según la EAHU, 400 mil son cuenta propia, 300 mil son asalariados (más del 80% estatales) y el resto corresponde al descenso de patrones y familiares (-180 mil).
El adelanto de información de la EAHU de 2015 muestra una recuperación del número de ocupados, pero al carecerse de la base usuaria no podemos saber cómo se compone esa variación.
Los problemas laborales continЬan. De cualquier manera, estos datos corroboran otras informaciones que indican que hace ya varios años dejamos de generar condiciones favorables para el empleo. También hay fuertes presunciones que inducen a tener cautela sobre los datos de ingresos laborales provistos por la EPH, que podrían no haber sido fieles reflejo de la realidad. Es decir, es muy difícil apreciar cabalmente la situación laboral completa.
Cuando, en poco tiempo más, el Indec ponga a disposición la Base Usuaria del segundo trimestre de este año, tendremos la posibilidad de conocer detalles de la fotografía proporcionada en estos días.
En cualquier caso, los datos del último informe de prensa aluden a una situación más que delicada para el sector del trabajo en Argentina. No sabemos si ya se ha tocado fondo en cuanto a la actividad económica. Y sin recuperación no hay demanda laboral. ¿Qué siguen esperando los empresarios para invertir e incrementar la producción? ¿Quieren seguir “juntándola en pala” sólo con mayores precios?
*Director del Ceped/UBA e investigador del Conicet.