El final del ciclo K ha comenzado. Ese es la consecuencia irrebatible del resultado de las elecciones legislativas del día de ayer. El contundente triunfo de Sergio Massa le puso un candado definitivo al proyecto de re-reelección que hasta ayer aún anidaba en algunas mentes del kirchnerismo. El drenaje fenomenal devotos que sufrió el gobierno – en porcentaje de votos más del 20%- demuestran la irrealidad del “relato” del oficialismo. Massa ganó e hizo una gran elección en bastiones del peronismo.
Eso ha permitido terminar con el mito de que la oposición se nutre de la siempre tan vapuleada clase media. Hay mucha gente pobre aún hoy en la más resonantes fueron los de la inseguridad y el aumento del mínimo no imponible- tuvieron aire de parches. El hastío con un estilo de ejercicio del poder basado en la confrontación permanente hizo eclosión con los cacerolazos y se transmitió a las urnas. La enfermedad de la Presidenta le permitió mejorar su imagen, mejora que no se trasladó a Martín Insaurralde. Insaurralde es una elección personal de la Dra. Fernández de Kirchner. Por lo tanto, la derrota del intendente de Lomas de Zamora es también de ella.
Daniel Scioli es otro de los derrotados de ayer. Se cargó la campaña sobre sus espaldas. Su ilusión era la de no perder por más 8 puntos. Fueron 12, y eso lo golpeó. Habrá que ser como sigue ahora la relación Argentina y muchos de ellos están cansados de vivir de planes sociales que deben mendigar y por cuya mantención son sometidos a los abusos a que da origen el clientelismo político. El caudal de votos obtenidos por Massa, le da una proyección nacional indiscutible. Fue el candidato que obtuvo la mayor cantidad de votos no sólo en la provincia de Buenos aires sino también en el país.
La notable voltereta que dio el Gobierno en asuntos que se consideraban dogmáticos –los con los sectores más duros del kirchnerismo que nunca lo quisieron. Varios intendentes supuestamente kirchneristas, conscientes del imparable del triunfo de Massa, hicieron un doble juego que les permitió salvar la ropa. A partir de ahora, el libro de pases se va a mover.
La victoria de Fernando “Pino” Solanas, dejó al Frente para la Victoria sin senador por la Capital Federal. Es un golpe duro para Daniel Filmus y para el Gobierno. Surgen en ese espacio figuras llamadas a tener relevancia en las elecciones presidenciales de 2015. ¿Tendrán la capacidad de permanecer unidos en pos de un proyecto común?
La elección de ayer ha consagrado cuatro presidenciables: Sergio Massa, Mauricio Macri, Julio Cobos y Hermes Binner. Scioli deberá luchar para rehacerse de esto y buscar estar en ese grupo. Con todo, lo más importante de ayer es el mensaje claro de las urnas a la dirigencia política instándola a trabajar en la búsqueda de consensos por parte de una mayoría de la sociedad harta de la confrontación a la que el kirchnerismo la viene sometiendo desde hacer diez años.