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Nueva lección de Corea

Campeón mundial en lucha contra el coronavirus: Correa del Sur es el país con la menor cantidad de muertes sobre infectados detectados del planeta.
Campeón mundial en lucha contra el coronavirus: Correa del Sur es el país con la menor cantidad de muertes sobre infectados detectados del planeta. | Captura Pantalla/AP

Corea del Sur viene exportando al mundo sus celulares Samsung, sus televisores LG, sus autos KIA, su ropa deportiva Fila, su pop coreano musical, sus telenovelas, su cine con el Oscar a Parasite y hasta su cocina con el kimchi o el bibimbap. Pero con el coronavirus, Corea suma ahora a sus exportaciones al mundo los conocimientos en pandemiología por ser el país que logró tener la menor tasa de mortalidad sobre casos detectados, la estadística más certeramente comparable, dado que la cantidad de contagiados detectados depende en gran medida de la cantidad de tests que cada país pueda o quiera hacer.  Corea también tiene el récord mundial de cantidad de tests de coronavirus sobre total de la población.

Pero lo más interesante del caso coreano es que lograron estos éxitos en el combate contra la pandemia sin hacer cuarentenas, reduciendo el daño sobre su economía. En gran medida es resultado de haber sufrido en 2015 la pandemia de otro coronavirus, el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio relacionado con los camellos: MERS-CoV, y se prepararon dotando al Centro Coreano de Prevención y Control de Enfermedades (Korean Centers for Disease and Control Prevention, KCDC) de una autonomía especial, independiente de los cambios de gobierno.

Sin necesidad de hacer cuarentenas, Corea del Sur logró reducir el daño en salud y en economía 

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El líder del KCDC que tuvo a cargo la lucha contra el coronavirus en Corea, In-ho Kim, en el reportaje largo que se publica en esta edición, explica en detalle cómo hicieron para vencer el Covid-19 y aporta sus consejos para la lucha que llevamos en Argentina. In-ho Kim tiene doble doctorado en Salud Pública con especialización en epidemiología tanto en Estados Unidos como en Corea, representa a su país en la Organización Mundial de la Salud, y no se presta a reportajes: este fue una excepción después de un mes de gestiones con su embajada en Buenos Aires.

El Dr. Kim no quiso responder sobre si Corea del Norte esconde los casos de coronavirus considerando que el KCDC tiene que estar más allá de la política y la religión. Esto último porque tampoco quiso responder sobre lo que en su país se conoce como “el caso 31”: se trata de una mujer coreana con coronavirus practicante del culto de la Iglesia de Jesús Shincheonji, un grupo religioso cerrado con cientos de miles de adeptos, que se convirtió en el principal foco de la epidemia en Corea. Sesenta por ciento de todos los contagios de Corea llegaron a provenir de seguidores de la iglesia Shincheonji y una de las fuentes originarias de transmisión habría sido el funeral del hermano del patriarca de la iglesia, Lee Man-hee, al que asistieron fieles de los países vecinos, incluso de Wuhan. 

Lee Man-hee es considerado por sus fieles como la segunda venida de Jesucristo. Parte de su práctica es secretista y se negaban inicialmente a dar información a las autoridades. Posteriormente se detectó que de los 230 mil miembros del grupo religioso casi 9 mil mostraban síntomas de coronavirus: “Muchas personas sentadas juntas en un espacio muy reducido durante un servicio religioso por más de una hora generó la posibilidad de que unos pocos estuvieran expuestos a infectar a muchos otros”.

Para parte de los seguidores de la iglesia Shincheonji contraer una enfermedad es una señal de debilidad. La propia protagonista del “caso 31”, una mujer de 61 que había ingresado a un centro médico por un accidente automovilístico menor, se negó a que le hicieran el test de coronavirus.

La iglesia Shincheonji representa la Corea del pasado, un país pobre y subdesarrollado. Fue fundada en 1984, cuando Argentina atravesaba el primer año de la recuperación democrática: Alfonsín asume el 10 de diciembre de 1983, y por entonces el producto bruto de Corea del Sur era inferior al de Argentina.

En 35 años, Corea se transformó en la potencia que es actualmente, y no solo tendría que ser un modelo en el combate a las pandemias, sino en lo rápido que la Argentina podría recoger los frutos de un esfuerzo mancomunado en una dirección correcta. El coronavirus producirá una crisis económica mundial de una magnitud nunca vista, agravada en los países emergentes como el nuestro, con aumento de niveles de la pobreza a más del 50%. Llegar tan abajo tendría que ser una oportunidad para repensar nuestros métodos  de convivencia.

El organismo que combate a los Covid: SARS, MERS, Covid-19,  es independiente de los gobiernos de turno

Corea del Sur atravesó las dificultades de todo país emergente y no estuvo exento de crisis y conflictos: padeció devaluaciones en la crisis económica asiática de 1998 y problemas de corrupción que recientemente llevaron a la ex presidenta Park Geun-hye a cumplir en la cárcel una condena de 24 años por abuso de poder, coacción y soborno. Y en la misma causa, fue condenado a cinco años de cárcel por corrupción el multimillonario heredero de Samsung Lee Jae-yong. Esa también es otra lección de Corea.

El triunfo de Corea frente al coronavirus no está aislado de otros éxitos. Ojalá que el éxito que a su medida Argentina viene teniendo también en su lucha contra el coronavirus no quede aislado de otros que podamos conseguir.