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Libros que debe leer un joven político

La tecnología provoca una brecha entre países que progresan aceleradamente y otros que se estancan, dependiendo de la educación y de la capacidad para desafiar los nuevos tiempos. Es indispensable formar dirigentes capaces de estudiar y superar supersticiones del pasado.

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REFERENTES. Raymond Kurzweil, científico especializado en IA, el periodista Thomas Friedman, y el profesor del MIT Daron Acemoglu. | Shutterstock y CEDOC.

La revolución tecnológica provoca una brecha que crece a pasos agigantados entre países que progresan aceleradamente y otros que se estancan, dependiendo de la educación de su población y de la capacidad de sus elites para desafiar los nuevos tiempos. Es indispensable formar dirigentes con la mente abierta, capaces de estudiar y superar supersticiones del pasado. No es un tema de edad. Bertrand Russell escribió una de las interpretaciones más jóvenes sobre el festival de Woodstock cuando tenía más de 90 años. A una edad semejante, Zygmunt Bauman conmovió al mundo académico con sus textos sobre la sociedad líquida, y Stéphane Hessel inspiró la ola de revueltas juveniles cuando publicó Indignaos. Fueron jóvenes con bastantes años. En contraste, en entrevistas realizadas por Eduardo Feinmann hemos visto a estudiantes con cuerpos jóvenes que alojaban ideas tan apolilladas como las de los peores reaccionarios del continente. Vivimos un momento de cambio radical y si queremos hacer política para servir a la gente necesitamos leer.

Raymond Kurzweil es un autor indispensable. Inventor, músico, empresario, escritor, científico especializado en ciencias de la computación e inteligencia artificial, es director de Ingeniería de Google desde 2012. En 2009 anunció la creación de la Universidad de la Singularidad en colaboración con Google y la NASA, para formar líderes que comprendan el desarrollo de las tecnologías para usarlas con el fin de enfrentar los grandes problemas de la humanidad.

Según Kurzweil, las computadoras progresan a una velocidad exponencial y transforman nuestros conocimientos en todas las áreas, incluidas las que no tienen relación con la computación, como la nanotecnología, la biotecnología, la ciencia de los materiales y las ciencias que estudian el comportamiento humano. Hasta 2050 se incrementarán la expectativa de vida y su calidad, los procesos de envejecimiento se harán primero más lentos, luego se detendrán y finalmente se revertirán. En poco tiempo se logrará la inmortalidad. Habrá máquinas cada vez más potentes, numerosas y baratas. Hacia 2029 llegaremos a la singularidad: los ordenadores pasarán el test de Turing demostrando tener una capacidad mental igual a la de un ser humano. La inteligencia artificial será más poderosa que la nuestra y nos convertiremos progresivamente en cyborgs usando máquinas para expandir nuestras capacidades. No es ciencia ficción. La época de la singularidad está entre nosotros. Muchos ya no podemos movernos sin nuestro celular, nuestra computadora, ni manejar el coche sin el google maps.

Conocí a Kurzweil en la casa de Mauricio Macri hace diez años. La reunión, a la que asistió Esteban Bullrich, fue apasionante, se plantearon ideas para que los niños de las escuelas públicas enfrenten la singularidad. Nos quedó la inquietud de estudiar el tema, apoyé a Ignacio Peña en la organización de seminarios de Singularity University.

Kurzweil ha escrito varios libros, el indispensable sería La singularidad está cerca. Cuando los humanos trascendamos la biología, editado en castellano por Lola Books de Alemania. Pueden también consultarse algunos links.

Thomas Friedman es otro autor que nos orienta en el mundo en el que queremos hacer política.

Periodista del New York Times, ha ganado tres veces el premio Pulitzer. Para entender mejor el mundo globalizado es importante viajar, y Friedman tiene la ventaja de haber estudiado en El Cairo, Oxford, Boston y Beirut. Tras una estadía en Bangalore publicó La tierra es plana, un libro vital para comprender las consecuencias de la globalización. En conversaciones con varios presidentes y candidatos presidenciales de la región durante este año, pude saber que casi nuguno manejaba esta bibliografía y ni siquiera sabía que existía Bangalore, el Silicon Valley de la India, que alberga a un buen número de las escuelas y centros de investigación más prestigiosos del país.

En esta ciudad se han instalado muchas empresas multinacionales, especialmente en Electronics City, un parque industrial dirigido a la tecnología de punta. La India es en estos momentos el mayor exportador de software del mundo, vende servicios como llevar la contabilidad de empresas occidentales y ha encontrado nichos de mercado en los que su producción inteligente se ha hecho complementaria a Estados Unidos. Con abundancia de ingenieros cualificados, el sector tecnológico aporta el 8% del PIB y el 20% de las exportaciones. Más del 60% de la población laboral son personas menores de 25 años.

Friedman no es un defensor a muerte de la globalización, en el libro The Lexus and the Olive Tree defiende la necesidad de que se preserven las tradiciones locales, un proceso que denominó “glocalización”. Sin embargo, describe lo que llama un achatamiento del planeta producido por el progreso de los ordenadores, la fibra óptica y el software.

Señala que existe una multitud de empresas chinas e indias que proporcionan mano de obra de teleoperadores, contables o programadores informáticos, formando parte de cadenas de suministro globales y complejas para corporaciones como Dell, AOL o Microsoft.

Existen tres fuerzas aceleradoras que están cambiando nuestro planeta: la ley de Moore en tecnología, el mercado globalizado y el campo climático y la biodiversidad, que están transformando el trabajo, la política, la geopolítica, la ética y la comunidad.

Sus dos libros más famosos son La tierra es plana: breve historia del mundo globalizado del siglo XXI y Gracias por llegar tarde. Cómo la tecnología, la globalización y el cambio climático van a transformar el mundo los próximos años.

Vale la pena ver las entrevistas:

Daron Acemoglu y su coautor James A. Robinson. Daron Acemoglu, profesor del MIT, dice en su libro Por qué fracasan los países que “es increíblemente obvio que los líderes políticos no están preparados para lidiar con la transformación del empleo causada por la automatización”. Hay un problema con el acelerado cambio del mundo y las actitudes conservadoras de la mayoría de los líderes políticos, que ni siquiera se interesan en estos temas.

Los países no tienen éxito o fracasan no por su clima, la geografía o la cultura sino por la fortaleza de sus instituciones. Para invertir y prosperar, la gente necesita saber que si trabaja, puede ganar riqueza y conservarla porque las instituciones lo garantizan. La automatización va a dejar en el desempleo a trabajadores de un amplio abanico de profesiones, incluida la industria, la metalurgia, la farmacéutica, la producción de alimentos y los almacenes. Este problema está alterando todo, pero ni siquiera hemos empezado a debatirlo.

El autor no recurre a pensadores ni a ideas filosóficas, sino que estudia hechos concretos y lecciones históricas.

El 47% de los empleos estadounidenses puede perderse durante la próxima década, porque son trabajos fáciles de automatizar, pero se desconoce si la IA será capaz de generar nuevos empleos y oportunidades para compensar los empleos perdidos. Se sabe, sin embargo, que en el pasado la innovación tecnológica aumentó las oportunidades globales de empleo. No es algo que sucede automáticamente, hay que pensar y analizar la realidad para enfrentar el tema, sabiendo que el progreso tecnológico no se puede detener. “La inteligencia artificial está en su infancia”, afirma Acemoglu.

El impacto de todos estos problemas en el empleo es enorme.

La impresión 3D será uno de los elementos que tienen impacto en esa dirección. Hay cosas que están ocurriendo y que en pocos años se difundirán ampliamente por la ley de Moore.

La robotización empieza a tener efectos graves. Google desarrolla vehículos de conducción autónoma y los camiones de Uber circulan en Estados Unidos transportando mercancías sin chofer. Uber anunció en Pittsburgh que pronto estarán en el mercado sus coches sin conductor: http://bit.ly/mit-automatizacion-empleo

Los avances de la inteligencia artificial (IA) y de las tecnologías de automatización están afectando a millones de trabajadores. CVS, otras tiendas de departamentos y los supermercados han eliminado a los cajeros, Walmart limpia sus locales con robots, y desde este año las máquinas proveerán de productos a las perchas y vigilarán su funcionamiento.

El gobierno chino construye un “sistema de crédito social” que establecerá un ranking de confianza entre sus ciudadanos.

Por el momento, rankean a la gente ocho compañías autorizadas por el Estado con sus propias evaluaciones, pero para el año 2020 todos los habitantes estarán incluidos en una base de datos en la que cada uno recibirá un puntaje que establecerá referencias precisas para acceder a bienes y servicios. Esa base de datos combinará información sobre si cada ciudadano paga sus impuestos, multas de tránsito, si obtuvo correctamente sus títulos académicos o si pasa mucho tiempo jugando videojuegos. “Si tu puntuación baja de cierto nivel, podría impactar en todo, desde la escuela a la que pueden ir tus hijos, los trabajos a los que puedes optar e incluso el tipo de préstamo hipotecario que puedes obtener”.

¿Qué tiene que ver todo esto con la política? Que esta es la realidad que viviremos los próximos años y en la que tendremos que esforzarnos por prepararnos para entenderla y servir a los demás. En la próxima entrega hablaremos acerca de las relaciones entre las personas y la comunicación política.

 

*Profesor de la GWU. Miembro del Club Político Argentino.