Esta pandemia del coronavirus generó un inconmensurable impacto en nuestra vida diaria. La cuarentena obligatoria modificó de manera intempestiva nuestras formas de trabajo, comunicación, hábitos, rutinas y conducta como consumidores.
En medio de este contexto, se abre un escenario a partir del cual las empresas deberán mirar en primer lugar hacia dentro de sí mismas, para revisar que sus valores y propósitos se encuentren en línea con las acciones que impulsan; y en segundo lugar hacia fuera, para leer de manera adecuada y transmutar en producto las nuevas demandas de sus públicos objetivos.
¿Qué compañías lograrán fortalecer su construcción de marca y la percepción que la gente tiene de ellas, en medio de este vendaval que vivimos como sociedad?
La reputación es un proceso de siembra. Las acciones que impulsa una empresa hoy para consolidar una marca tienen impactos a corto, mediano y largo plazo en el posicionamiento que finalmente logra alcanzar. En un estudio realizado por el Reputation Institute, su CEO, Kylie Wright-Ford, definía a la marca como “la promesa realizada por una compañía”. “La reputación”, continuaba, “es un reflejo de cómo ha actuado en relación con esa promesa”.
Hoy la gente demanda compromiso por parte de las empresas. Las marcas que logren realizar una lectura del contexto y una escucha activa de sus públicos, que encuentren el timing adecuado para impulsar, a partir de estos datos, acciones que reflejen su identidad y aporten valor, y que comuniquen las mismas de forma adecuada para generar mensajes y significados que impacten de manera positiva en su reputación, lograrán fortalecerse de cara a lo que viene.
Es importante emprender esta tarea y hacerlo de manera auténtica, ya que una reputación corporativa sólida a largo plazo únicamente es posible comunicando con transparencia y con un correlato en la realidad.
Es necesario, porque el silencio también comunica y la inacción es enemiga de la resiliencia. Es fundamental hacerlo de manera adecuada, para dejar marcas y no cicatrices.
*Consultora, especialista en comunicación corporativa y de crisis, directora de Verbo.