El oficialismo está exultante. El resultado a nivel país consolidó el modelo de Cambiemos a nivel nacional y lo coloca como el principal partido político de cara a octubre. Mauricio Macri está demostrando que puede haber un gobierno no peronista con poder y con capacidad de gestión. Luego de una campaña en donde se instaló –intencionadamente– que se elegía entre dos modelos de país diferentes, el oficialismo fue respaldado por el voto de la gente. Desde el riñón del macrismo sostienen que el resultado no fue una sorpresa. En la semana anterior a las PASO ya sabían que iban a encontrarse con una elección pareja en la Provincia. En el camino hacia octubre la estrategia proselitista seguirá de la misma manera. Se hará una campaña corta con María Eugenia Vidal a la cabeza.
Las conversaciones con los intendentes no alarman demasiado al oficialismo; confían en que van a priorizar la relación con el gobierno provincial y que la figura de Cristina Fernández de Kirchner marcha hacia su inexorable ocaso en octubre, por lo que los intendentes del PJ no la apoyarían. “Están tratando de subirse el precio, pero quedaron desdibujados” sostienen desde el riñón del PRO, y agregan que “la ex presidenta podrá sacar un punto más, pero no más de eso; tiene un techo. Nosotros vamos a caminar las comunas donde obtuvimos resultados más flojos y apuntamos a sumar tres o cuatro puntos más”.
Mutaciones. Saben que el votante de Massa en general es un votante antikirchnerista, los votantes peronistas se quedarán con él y los que no, migrarán al PRO. En cuanto a los votantes de Florencio Randazzo, en el Gobierno creen que no tiene mucho más para caer; “podrá perder un punto como mucho” sostienen con convicción.
Desde el randazzismo, por su parte, aseguran que el proyecto sigue firme: “Es ridículo darle crédito a las versiones de que nos bajamos. Desde el principio iniciamos una carrera larga: la renovación del peronismo sin apuros electorales”, aseguran las principales espadas de “Cumplir”. Randazzo se quedó conforme; tenía expectativas de superar su número, pero sabía que las cartas con las que jugaba estaban lejos de ser las mejores.
Ahora viene la estrategia de cara a octubre. En ese derrotero son conscientes de que corren el riesgo de que se busquen sus votos y aseguran que “existen muchas operaciones dando vueltas”. De esto habló por estas horas –confirmándolo sin tapujos– Juan Manuel Abal Medina. “Los intendentes están preocupados por su propio futuro, la caja mueve más que las convicciones y saben que a fin de cuentas, una buena relación con la Provincia se traduce en ejecución de presupuesto y obras”, sostiene una fuente allegada a Randazzo. Dos intendentes del PJ (Mariano Cascallares de Almirante Brown y Martín Insaurralde de Lomas de Zamora) estarían negociando ayudar a Vidal, manteniendo su propia mayoría a cambio de que Cristina no gane en sus municipios, facilitando el corte de boletas.
Una de las espadas de Randazzo en la Provincia, intendente de una de las zonas más calientes, aseguró que sigue pensando que hay que renovar el peronismo, hacer autocrítica, democratizarlo, pensar propuestas para el futuro de la gente y que, si bien “CFK es una referente para un sector duro, no puede ser un tapón que impida la renovación”.
Cómo se lee. La ex presidenta plantea mediáticamente como un triunfo el resultado de las PASO, pero dentro del partido saben que la elección fue mala y que puede ser peor. Las proyecciones indican que al término del recuento definitivo se impondrá por una diferencia que va de medio a dos puntos. En verdad, ella está enojada con las consultoras que le auguraban un triunfo por un margen de diez puntos. Se confió, y los resultados hablaron por sí solos. Algunos sectores dentro de Unión Ciudadana hacen por estas horas una autocrítica. “Si Cristina hubiera aceptado una interna con Randazzo, teníamos el triunfo asegurado”, señalan con pesadumbre. Es que, una vez más, CFK aplicó la lógica de la ilógica. Ese es uno de sus males.
Existe el rumor de que los intendentes, ex socios del Movimiento Evita, pidieron una reunión con el cristinismo duro para acercarse a la ex presidenta, pero desde el entorno de Fernando “Chino” Navarro lo desmienten y sostienen lo contrario. Fue Jorge Taiana quien pidió una reunión con ex socios del Movimiento Evita para acercarse y replantearse la estrategia de cara a octubre.Hay señales del massismo de querer peronizar la campaña PASO 2019 con Randazzo, pero –por ahora– el ex ministro del Interior no quiere saber nada de eso.
En Massa. En las huestes de Sergio Massa hubo replanteos y reproches por el rumbo que tomó la campaña: allí se coincide en que haberse centrado en propuestas como “Bajemos los precios”, o la lucha contra la corrupción sin proponer ninguna medida concreta, los llevó a caer en la misma bolsa que el resto. “Nos acusaron de que Massa no es creíble, pero con libretos armados. Hay que volver a las apariciones viscerales, reales y emotivas” –sentenció una fuente del Frente Renovador.
Una diputada massista agregó: “El Gobierno va a agitar el fantasma de la debilidad de nuestro frente y de las peleas internas y posibles fugas”. Ante esta perspectiva, el objetivo de Massa es mantener la unidad y definir nuevas estrategias. “Acusamos el golpe, pero estamos fuertes. Vamos por la cristalización del núcleo duro”, sostiene otra fuente de 1País que no pierde el entusiasmo al analizar los datos de los resultados del domingo y compararlos con los de 2015. “Mantuvimos y superamos los números del 2015. En octubre de 2015, en plena polarización para elegir presidente, Scioli sacó 36; Macri 32 y nosotros 23”.
Massa impulsa avanzar hacia un contacto con gobernadores justicialistas que necesitan que exista un perfil peronista en la provincia de Buenos Aires para que CFK no vuelva a concentrar poder. Busca sacar provecho del enojo y la decepción que muchos de ellos tienen con Randazzo por su escasa cosecha de votos. Juan Manzur llegó a decir que “Randazzo puso el último clavo del cajón del PJ”. El resultado de las PASO demuestra que el peronismo se debe aún un debate interno serio que abra el camino a una renovación aún ausente.
Producción periodística: Santiago Serra con la contribución de Lucía Lopreiato.