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Se viene una etapa compleja

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La posición del submarino ARA San Juan, que si bien la jueza federal Marta Yáñez no autorizó a que se difundan las coordenadas exactas, sabemos que está dentro de lo que informó la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO). Esto indica que la hipótesis más probable es que ingresó agua de mar a las baterías, hubo generación de hidrógeno y luego una explosión contenida encapsulada que no rompió el casco e incapacitó a la tripulación. Allí quedó fuera de control y empezó derivar con la corriente y comenzó su descenso hasta el fondo. En el tramo final, que no debe haber llevado más de veinte minutos, impactó a una velocidad de diez nudos.
Ya se puede descartar el ataque externo y un error en la soldadura en la reparación de media vida.
Resta determinar, para confirmar la principal hipótesis, a qué se debió el ingreso de agua de mar al tanque de baterías número 3. Sabemos que es normal que ingrese por el snorkel debido al mal tiempo, el problema es que fue a un lugar que no debió haber ido. No se sabe si fue por una falla estructural o un error humano, tal como se comentó en estos días o si fue por algún otro motivo relacionado con el estado de la nave.
A partir del hallazgo, ahora se viene otra etapa donde no hay que buscar, pero sí levantar pruebas y evidencias y es una parte compleja que va a llevar su tiempo. Este avance es un paso más. Habrá que llamar otra vez a una licitación o esperar a que otras empresas se ofrezcan para encarar la nueva etapa que se viene.

*Capitán de ultramar y asesor de la Comisión Bicameral del Congreso nacional.