Néstor Kirchner planteó un punto de inflexión en la sociedad argentina. Se podía estar de acuerdo o disentir, pero las cosas no volverían a ser como antes. Tenía la capacidad de juntar en un mismo espacio a Hugo Moyano, Milagro Sala, Estela y Hebe, sin olvidar a intendentes del Conurbano y gobernadores.
Por eso, quienes tenemos funciones institucionales asumidas por medio del voto popular llevamos una enorme responsabilidad: conducir esta nueva etapa que se abre, potencializando el diálogo, la tolerancia y la apertura.
Estamos frente a una situación que nos plantea el enorme desafío de conducir este proceso que se inicia con máxima valentía. Ello significa, a mi entender, dejar de lado cuestiones y ambiciones personales y privilegiar las estrategias colectivas en una abierta convocatoria a todos los sectores que conforman el tejido social. El éxito de este proceso redundará en un mayor fortalecimiento de la democracia y de las instituciones y, por ende, en una clara muestra de madurez democrática. Si por el contrario, nos enceguecemos con intereses mezquinos y personales, demostraremos a la sociedad que poco hemos aprendido de las crisis que pasamos.
Para quienes compartimos el mismo espacio político, nos corresponde continuar el modelo, profundizar los cambios y pulir los errores. Pero quienes están en otra línea de pensamiento deben tener el coraje de demostrar que están a la altura de las circunstancias, que realmente les interesa el país y que dejan primar los aportes constructivos.
La sociedad se ha hermanado. Soy optimista en la desgracia. El peronismo tiene esa rara virtud de renacer de las cenizas. Pero no podemos apostar a la suerte sino que, debemos trabajar y esforzarnos para que cada uno desde su lugar haga su aporte.
Es en este contexto que debemos reorganizar el partido, tanto a nivel nacional como provincial, recomponer el “frente” (conjunto de expresiones sociales y políticas), fortalecer las instituciones y convocar a todas las expresiones en un marco de unidad nacional.
*Intendente de Esteban Echeverría.