COLUMNISTAS
Panorama // nuevo ESCENARIO sudamericano

Tensiones en el vecindario

De tiempo en tiempo vale la pena hacer una recorrida por el vecindario; no sólo de los Estados Unidos, de la Unión Europea y de China vive Sudamérica. En su Testamento Político el cardenal Richelieu escribió que en cuestiones de Estado “el que tiene el poder a menudo tiene el derecho, y el que es débil sólo difícilmente puede no estar en el error, según la opinión de la mayoría”. A pesar de lo ofensiva que resulta la frase para la tradición universalista apoyada en la ley moral, no deja de ser un buen bastón para apoyarse en el recorrido que sigue.

|

De tiempo en tiempo vale la pena hacer una recorrida por el vecindario; no sólo de los Estados Unidos, de la Unión Europea y de China vive Sudamérica. En su Testamento Político el cardenal Richelieu escribió que en cuestiones de Estado “el que tiene el poder a menudo tiene el derecho, y el que es débil sólo difícilmente puede no estar en el error, según la opinión de la mayoría”. A pesar de lo ofensiva que resulta la frase para la tradición universalista apoyada en la ley moral, no deja de ser un buen bastón para apoyarse en el recorrido que sigue.
En Chile, la gobernante Concertación de Partidos por la Democracia eligió al democristiano Eduardo Frei como candidato para las próximas elecciones presidenciales; deberá enfrentar a la oposición derechista Alianza por Chile, encabezada por Sebastián Piñera. Algunos analistas han visto en la candidatura un signo de madurez de la Concertación, que tras dos presidentes socialistas supo buscar el equilibrio inclinándose sobre el Partido Demócrata Cristiano. La baja participación que arrojaron las primarias encendió luces de alarma en el oficialismo: en 1999, durante los comicios que enfrentaron a Ricardo Lagos y Andrés Zaldívar votaron 170 mil personas; en esta ocasión lo hicieron menos de 60 mil. Fuentes de la Alianza argumentaron que los resultados “demuestran el grado de descomposición de la Concertación”. Los partidarios de la Concertación respondieron que “con qué cara critican si nunca han hecho una primaria; mejor sería que se dedicaran a vender las acciones de las farmacias de Piñera para no robarle a la gente, las de Lan Chile para no tener intereses creados con Perú, y que trataran de evitar pasar de nuevo por la vergüenza de que el gobierno de los Estados Unidos los multe” (en referencia a la penalidad de 88 millones de dólares aplicada a Lan Cargo por transgredir la libre competencia).
Fueron igualmente cuestiones de dinero las que sofocaron recientemente al presidente uruguayo Tabaré Vázquez. Luego de la reunión del G-20 en Londres, se hizo público que para la OCDE Uruguay figuraba en la lista negra de paraísos fiscales. Jean-Claude Juncker, presidente del grupo de la zona euro y primer ministro de Luxemburgo, reaccionó calificando a la organización de máquina de pensamiento único y de desregulación desenfrenada. Suiza apuntó a la víscera más irritable: en tanto uno de los 30 miembros de la OCDE, anunció su veto a una dotación de 134.800 euros destinados al trabajo común entre la organización y el G-20 contra los paraísos fiscales. Un zarandeado José Angel Gurría, secreatario de la OCDE, informó que Costa Rica, Filipinas, Malasia y Uruguay habían sido removidos de la lista negra de paraísos fiscales. Lord Carteret, conservador (tory), ministro de Exteriores británico de 1742 a 1744, denunciaba la inclinación liberal (whig) por atender sólo el comercio y los placeres nacionales, desentendiéndose de las alarmas de otros sitios. No deja de ser una clave para leer las materializaciones futuras de los acuerdos londinenses del G-20.
Supuestos placeres fueron los que le quitaron el sueño al presidente de Paraguay Fernando Lugo. En un primer momento, trascendió que Viviana Rosalith Carrillo Cañete, de 26 años, había concebido un hijo con el primer mandatario. Claudio Kostinochok, abogado de Carrillo Cañete, dijo que la criatura se llamaba Guillermo Armindo y que habían llegado a los estrados judiciales “luego de que fracasaran las conversaciones con el presidente para un arreglo amistoso”. Sin embargo, a continuación de difundirse la noticia, la mujer llamó a las radioemisoras para decir que no había firmado ninguna demanda: “No voy a hacer declaraciones sobre mi hijo ni sobre mi vida personal”. Lugo necesitaba más. Se reunió el miércoles 8 de abril con su asesor jurídico, Emilio Camacho, le ordenó que se ocupara del tema y partió rumbo al Chaco. A las 6 de la tarde recibió en la residencia presidencial al actor paraguayo Arnaldo André. Resolvió hacer silenzio stampa durante la Semana Santa. En la página web “Rescatar” de Asunción se lee que “si Fernando Lugo es el padre de la criatura de dos años, lo va a reconocer y asumir las responsabilidades de la paternidad. Habló de devolver su dignidad al pueblo, de accionar para que los hijos no vean a sus padres sólo en fotografías, y asumió el compromiso de valorar a la mujer, además de que encarará una acción para que al Paraguay se lo conozca por su honestidad”. En nombre de la razón de Estado, y analizando el mundo tal cual es, Richelieu hubiera sabido qué aconsejarle. Ya lo habrá hecho algún Richelieu guaraní y contemporáneo.
Quizás haya sido el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, quien aconsejara al presidente Lula aceptar la renuncia del presidente del Banco de Brasil, Antônio de Lima Neto, y sustituirlo por el vicepresidente, Aldemir Bendine, con el objetivo declarado de reducir la tasa de interés cobrada por la institución en las operaciones de concesión de crédito. Según Mantega la competencia entre los bancos nacionales es insatisfactoria, lo que vuelve elevado el spread bancario (la diferencia entre el costo pagado por el banco para captar recursos y el interés que cobra a los clientes). Actuando como un verdadero bombero metalúrgico en medio de la crisis, Luiz Inácio Lula da Silva dijo que la reducción del spread bancario en este momento es su “obsesión” para que el país “vuelva a la normalidad”. El gobierno busca evitar el daño colateral de que la medida genere una desconfianza en el mercado por el hecho de haber sido una intervención política, sin renunciar a la herramienta que permite el hecho de tener bancos públicos.
Evo Morales continúa con sus días de ayuno en el Palacio Quemado, medida que tomó para que su oposición en el Congreso contribuya a aprobar la ley transitoria que canalice las elecciones generales de diciembre. Es su decimoctava huelga de hambre desde 1985, y los piquetes de ayunadores se multiplicaban en La Paz, Cochabamba y Pando.
Si para algo vale terminar como se comienza, fue en su mismo Testamento Político que Richelieu escribió: “La lógica requiere que lo que se va a apoyar, y la fuerza que va a apoyarlo, estén en proporción geométrica entre sí”.