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pensamiento nacional

Tergiversación ampliada

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Hemos insistido en explicar la desvirtuación y de hecho la negación del peronismo procesada desde el PJ por Menem y después por los Kirchner.
Ahora el Gobierno ha nombrado un secretario encargado del área de Coordinación del Pensamiento Nacional, y designado para el cargo al profesor Ricardo Forster. Tanto su actuación como sus primeras declaraciones han sorprendido un poco, dado que Forster reniega de la línea histórica San Martín-Rosas-Perón (Página/12, 5/6) reivindicada por el tradicionalmente denominado “pensamiento nacional”, afirmativo de la independencia, la soberanía, la grandeza del país y la justicia social, simbolizados en el mencionado eje. El nuevo funcionario no mencionó otra tríada, aunque sabido es que el pensamiento liberal levantó siempre la consigna “Mayo-Caseros”, concluyendo con un implícito y amplio antiperonismo al componer la figura del “tirano prófugo”.

Forster asimismo renegó de la línea de estudios históricos que tiene en José María Rosa a uno de sus máximos exponentes, y manifestó su interés por Borges, Sarmiento y Rivadavia. Por su parte, se ubicó en la tradición de la alemana Escuela de Frankfurt.

Para evitar malentendidos, aclaremos que el país se compone de todas las líneas de pensamiento que en él se formulan, y que interactúan en conflicto, agudo en ciertas etapas, y con otras de convivencia más pacífica. Todos somos argentinos, pero luchamos por cosas diversas. Todos los pensamientos deben ser estudiados y aprovechados para profundizar en nuestra cultura, y todos reconocemos la gran literatura de Sarmiento y de Borges, aunque repudiamos sus actitudes políticas, así como rechazamos el ilusorio y autoritario unitarismo de Rivadavia.

En mi propia formación intelectual tienen importancia el estructuralismo y el post estructuralismo europeos como instrumento de trabajo, pero los de la línea nacional, que tanto nos costó situar en la cultura argentina, afirmamos una tradición que destaca a Hernández y Marechal, sin negarle a nadie su correspondiente grandeza. Y respetamos y hasta veneramos las figuras de Rosas y Perón por todo lo que hicieron en defensa de la patria y de sus hombres y mujeres humildes, así como la de Eva Perón.

Que un secretario llamado de la línea nacional formule lo que Forster dijo simplemente afirma el vaciamiento del pensamiento y las realizaciones de San Martín-Rosas-Perón efectuado por los últimos gobiernos que se han autoproclamado como “peronistas”. Y que han utilizado los billetes de veinte pesos o el monumento a la Vuelta de Obligado para disimular la entrega del país y el sometimiento al poder del gran capital extranjero, ahora visualizable en el acuerdo con el Club de París, donde nuestra deuda externa aumentó misteriosamente en 3 mil millones de dólares durante el período de la negociación. La tergiversación está en marcha desde hace años.

A cara descubierta, el Gobierno postula otro pensamiento que llama “nacional” ajeno a la tradición rosista y peronista. Esto no es nuevo, y hay que reconocer que tiene mayor franqueza, no se disfraza con billetes o monumentos sino que habla abiertamente de las figuras del liberalismo, teoría económica que nos rige por lo menos desde el menemismo en adelante.

Veremos qué formula el nuevo secretario, y polemizaremos todo lo que sea necesario en defensa de nuestras posiciones. Y desde ya recalcamos que lo que se llama “pensamiento nacional” se afirma en los ejes históricos, teóricos y literarios aquí mencionados.

Formulen un pensamiento y una tradición kirchnerista, eternáutica y camporista. Muy bien, tienen todo el derecho de pensar como les parezca. Pero no hagan un vaciamiento del pensamiento nacional usando su nombre, háganlo con la misma franqueza con que habló Forster, y bien pueden postular un “pensamiento menemista-kirchnerista”, o directamente kirchnerista y hasta cristinista, si de endiosar a sus figuras se trata.

*Crítico literario y ensayista.