Desde el avión que lo trasladaría hasta Buenos Aires, el canciller peruano, García Belaunde, informó que una tormenta en Concepción (este del país), le impidió al presidente peruano Alan García viajar a Buenos Aires para asistir a las exequias del ex presidente Néstor Kirchner, y que él marchaba en su representación. “El presidente hubiera querido ir”, agregó. Tras poner en marcha el rehabilitado servicio del Tren Macho, en la región centro andina y meteorológicamente inestable de Junín, el jefe de Estado peruano acompañó en el dolor al pueblo argentino y a Cristina Fernández, viuda de Kirchner.
A muchos de sus compatriotas no les pareció suficiente: cuatro horas de avión (lo que se tarda en recorrer los 3.151 kilómetros que median entre Lima y Buenos Aires), para el presidente de una República, dista de ser un recurso no renovable. Las cuentas de Twitter y los foros de los medios de comunicación lo ponen de manifiesto. “Gabriel” dice que “es inaceptable la ausencia de Alan García en el funeral de Kirchner (...) porque Argentina es un aliado histórico del Perú. “Juan” se exalta: “Muy bueno que no asista el reo contumaz (...) que destrozó el Perú del ’85 al ’90”. “A. Cevallos” encara por el lado de los nuevos derechos a la información: “¡Insólito! (...) Los peruanos exigimos una explicación. Usted es el presidente de todos los peruanos, y la mayoría de los peruanos hubiéramos querido que Alan García estuviera en el funeral”. “Marcos” se/le pregunta: “¿Tuvo miedo de cruzarse con Chávez?”
El presidente venezolano, Hugo Chávez, desde Caracas y en suelo argentino, dijo que Kirchner se había agigantado ante “el mismísimo Bush” y recordó la “batalla de Mar del Plata” de la Cumbre de las Américas. “Kirchner tenía muy claro cuál debía ser el nuevo papel de América latina en los años por venir”, dijo Chávez y agregó: “Néstor fue eso, un loco por la libertad, un luchador, un inventor, un gran líder, un gran ser humano. Fue una sola voluntad tendida, un gran defensor de la patria Argentina”. “Marcos” no lee mal la política regional. A comienzos de año, el gobierno de Venezuela había rechazado lo que calificó de “infames declaraciones” del mandatario de Perú sobre “una presunta subordinación” del Ejecutivo de Bolivia a su aliado de Caracas.
Tras idas y venidas, las relaciones de Perú con Bolivia se encaminan. García y Evo Morales se reunieron el 19 de octubre en el sureño puerto peruano de Ilo, donde exhumaron un acuerdo bilateral de 1992 mediante el que Perú le otorga a Bolivia una zona portuaria de libre comercio de cinco kilómetros. Ese entendimiento le permite a Bolivia utilizar una superficie total de 160 hectáreas en Ilo. La Paz anunció que compraría buques de entrenamiento para sus militares y que construirá alojamientos para unos 250 efectivos. A la salida del velatorio de Néstor Kirchner, Morales declaró: “Que lindo es perder la vida, después de servir al pueblo y especialmente a los pobres, pero que triste es ver llorar a ese pueblo por lo que siente en estos momentos por un ex presidente como Néstor, siento que son huérfanos; Sudamérica quedó huérfana, pero el mejor homenaje es seguir trabajando y luchando, como lo hizo Néstor, por la integración, por la dignidad y la soberanía de nuestros pueblos latinoamericanos”.
“Marcos” también se/le pregunta si Alan García no habrá tenido miedo de cruzarse con Piñera. En la Argentina, el presidente chileno, Sebastián Piñera, declaró al periodismo que “fueron momentos de muchas emociones, porque no es solamente la muerte del ex presidente, es mucho más que eso, porque en estos tiempos uno cultiva amistades personales y con Cristina y con Néstor habíamos desarrollado una amistad verdadera, personal, como se conversa entre amigos, con confianza, con la verdad y sentí a Cristina muy fuerte, pero muy golpeada, va a ser duro para ella y no tanto en la cosa política”.
Debido al acuerdo Perú-Bolivia sobre las 160 hectáreas en Ilo, en Chile arreciaron acerbas críticas sobre García, quien el domingo 24 de octubre sugirió a los legisladores chilenos tomar tranquilizantes para no huir frente al miedo. “¿Para qué tanto salto si el suelo está parejo?”, dijo a periodistas, refiriéndose a las descalificaciones de parlamentarios chilenos que lo acusaron de inmiscuirse en asuntos internos por sus expresiones favorables a Bolivia. “Ese país (Bolivia) tuvo su mar y lo deseable, lo justo y lo bueno es que volviera a tener una salida al mar, ya no la gran frontera litoral que tuvo hace mucho, pero una salida”, enfatizó García. El parlanchín (adjetivo que rima con el apellido) senador de la UDI, Hernán Larraín, dijo que es mejor ignorar los dichos de mandatario peruano, ya que “constituyen una pérdida de tiempo”. El senador del Partido Socialista, Jaime Gazmuri consideró que García cometió el gran error de analizar las relaciones entre Chile y Bolivia como si el siglo XXI fuese el XIX. El miércoles 8 de septiembre, Larraín, ex timonel de la UDI y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, había lamentado la ausencia confirmada por el jefe de Estado del Perú para las celebraciones del Bicentenario. “Me parece una mala señal”, dijo, antes de subrayar la relación de ambos países, que hace 200 años luchaban juntos por conseguir sus independencias. “Lo hacían de la mano, como debieran siempre ser las actuaciones de países limítrofes, de países que tienen una historia común y que tienen, por lo tanto, compromisos comunes”, afirmó. Tal vez, lo de García sea faltar. Acaso es devoto de aquella trouvaille de Macedonio Fernández: “Fueron tantos los que faltaron que si faltaba uno más no entraba”. No fue el caso de las exequias de Néstor Kirchner.
Otro forista, en este caso “Patriota”, escribió: “Alan tiene que recordar que en la Argentina viven y trabajan muchos peruanos. Obvio que quiero a mi Perú, pero me siento muy agradecido por este país que me acogió”. Ninguno de estos comentarios fue denunciado.
El viernes 29 de octubre, a las 10 de la mañana, el presidente del Perú, Alan García Pérez, inauguró el colegio José de San Martín en Pisco. Pisco es una ciudad del centro-sur situada a 290 kilómetros de Lima. García motivó a los estudiantes a sentir orgullo por su nuevo colegio como él –cuando niño– lo sintió por el suyo.
En la despedida de Kirchner estuvieron los presidentes sudamericanos de Venezuela, Colombia, Uruguay, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Chile y Brasil (“¡Lula / querido / el pueblo está contigo!”, a 48 horas de comenzar a jugarse la totalidad de su herencia política). Todos, menos uno.