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Traducciones de acá y allá

Cfer, en las notas al pie, cita innumerables autores, todos en sus traducciones al portugués.

Acabo de leer dos libros de ensayo publicados por la editorial brasilera Ar Livre: Alágrima macrológica (Hospital Brasil), de Mauricio Salles Vasconcellos, y Mutacões da escrita na época do vampirismo pornográfico, de Tiago Cfer. Son dos textos sumamente interesantes, que rondan en torno a un pensamiento crítico sobre la contemporaneidad. En el caso de Sales Vasconcellos (de quien ya había leído varios de sus libros anteriores) con una dimensión que piensa en diálogo con autores como Deleuze y Guattari o Paul B. Preciado, entre muchos otros, el choque entre lo individual y lo social, señalando los riesgos del disciplinamiento social del presente y las formas de resistencias políticas culturales a esos riesgos. Y en Cfer, tomando como punto de partida a la moda mediática del vampirismo y el auge de la pornografía, en el mismo horizonte que la primacía del capital financiero sobre nuestras vidas, hay una pregunta por la sintaxis literaria en medio de esos discursos dominantes.

Alejándonos ahora del tema central del libro, en Mutacões…, al pasar, y probablemente de manera impensada, hay también una especie de juego de espejos sobre lo traducido (o no) acá y allá, en Argentina y Brasil. Insisto: lejos de ser ese el tema del libro, que no es ni siquiera mencionado (me pregunto si tal vez lo propio de la reflexión literaria no resida en hablar de lo que no ha sido mencionado). Cfer, en las notas al pie, cita innumerables autores, todos en sus traducciones al portugués. Pero cuando llega a León Chestov, menciona la edición argentina de uno de sus libros (Kierkeggard y la filosofía existencial. Sudamericana, Buenos Aires, 1947, traducción de José Ferrater Mora), con lo cual es fácil deducir que el libro de Chestov no está traducido al portugués. Filósofo ruso judío de fin del siglo XIX y principios del XX, critico del racionalismo positivista, lector de Nietzche (en clave anarquista), su nombre está hoy algo olvidado, aunque conozco un editor que atiende en la calle Scalabrini Ortiz que piensa al menos una vez al año en volver a publicarlo (y luego lo desecha, atrapado en la vagancia que lo caracteriza).

Volviendo al buen libro de Cfer, más adelante hay todo un capítulo dedicado a Campos de Carvalho, extraordinario escritor brasileño, no traducido aún al castellano, situación muy curiosa que habría que remediar a la brevedad (quizás ello no ocurra por el rumor que corre entre los editores de que la literatura brasileña vende poco en Argentina, hecho no comprobado, y que en todo caso hablaría muy bien de la literatura brasileña). Cfer se detiene en A Lua vem de Ásia, pero perfectamente podría haber sido A Chuva Imóvel, o cualquiera de sus novelas, casi todas escritas entre los años 50 y 60 del siglo XX. Escritas bajo la influencia del surrealismo, pero también del non sense anglosajón, llenas de ocurrencias, disparates y digresiones, no creo encontrar algo relativamente similar en la tradición literaria argentina. En El Púcaro Búlgaro da una vuelta de tuerca a la tradición del exotismo: un grupo de expedicionarios llevan adelante la aventura de Tohu-Bohu al Fabuloso Reino de Bulgaria, y allí las cosas de disparan a mil por hora, una tras otra. Al pasar (no creo que esto le importe a nadie, pero a mí sí), conocí la obra de Campos de Carvalho en un viaje en el que conocí muchas otras cosas inolvidables.

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