Un escritor tendría que ocuparse de otras cosas, pero eso mismo es lo que agrega valor a estas columnas: –Veamos cómo escribe un escritor puesto a manifestarse como ciudadano…—debieron decirse los que inventaron esta sección de PERFIL. Tal vez la idea de promover sábado tras sábado a media docena de pequeños Sabato haya sido exitosa. Algo habremos de haber influido en la imagen y hasta en la línea editorial del medio pero, sin duda, la línea editorial del medio ha de haber influido sobre nuestro personaje cívico tanto como el hábito de recibir puntualmente nuestro cheque mensual. Por lo menos yo, mis posiciones y mis preocupaciones ciudadanas, no seríamos los mismos si la idea hubiera salido de Página/12 y hubiésemos aceptado su invitación. Pero está el caso de Julio Nudler, como para imaginar que el diario progre-oficialista no hubiese tolerado por muchos sábados el tipo de desvaríos que permiten estas páginas. Lo mismo ocurriría con Clarín y La Nación, en los que algunos de los de esta página colaboramos en ocasiones, pero que nunca se permitirían convocarnos ni aceptaríamos su convite ni nos tolerarían al cabo de unas pocas ediciones.
Después de quince años en Página/12, Nudler, editor de su panorama económico, vio suprimida su columna por “conspirar contra el diario” –según el director Tiffenberg–, por haber denunciado el eje de corrupción De Vido-Alberto Fernández. Poco después Nudler explicó su resignado retiro, textualmente: “No quiero perjudicar a este Gobierno sino evitar, con mi modesto aporte, que se suicide. Tampoco quiero afectar al diario, que también se está suicidando”.
Pasados casi cinco años, asistimos al suicidio del sistema K, alentado siempre por la mortecina y casi inaudible voz del diario progre. Nudler murió poco después y no queda alguien como él para, a la hora del suicidio, rendir debida cuenta de la corrupción K. En cambio, quedan las palabras con las que cerraba su columna censurada: “¿Qué suponen acerca de la inteligencia de los argentinos? ¿Creen que este pueblo sigue aceptando el ‘roban pero hacen’? No: aunque hagan, si roban deben ir presos, hoy, mañana, cuando se los pueda condenar”.
Deben ir presos: una buena razón para no votar a los florecientes opositores. En la Ciudad y la provincia de Buenos Aires no hay oferta electoral que contenga ese reclamo de justicia.
Macri es un maestro de ética de la transición ordenada, según lo prueba la inmunidad que concedió a sus antecesores Telerman, Ibarra y De La Rúa.
Y Kirchner puede amenazar con patear el tablero, pero no va a patear una sólida mesa de negociaciones con el ex menemista De Narváez, Duhalde y la perpleja UCR.