COLUMNISTAS
Defensor de los Lectores

Un gol en contra

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Cuando un lector ejerce su derecho a la crítica y ésta tiene la contundencia de la información certera, no cabe otra actitud que reclamar aclaraciones a quienes corresponda y dar respuesta a la inquietud. Carlos Vázquez señala, en su correo publicado en la página 46, dos informaciones incorrectas contenidas en la crónica del partido que San Lorenzo le ganó a Belgrano por 4 a 2. En ese texto, su autora menciona como arquero del Ciclón a Sebastián Saja, actualmente en Racing, en lugar de Sebastián Torrico; y dice que el último gol de San Lorenzo, marcado por el defensor Mauro Cetto, fue de cabeza cuando, en verdad, fue –como bien puede comprobarlo quien vea la escena televisada– un tremendo zapatazo de derecha con el que el defensor aprovechó sin fallar un estupendo envío desde el córner. La consulta con el editor de la sección, Guido Glait, dio por resultado un e-mail con clara autocrítica: “La verdad es que hay errores que no tienen defensa. Muchas veces, el desgaste del cierre hace que los redactores estén más cansados, algo que los expone más al error. A eso habría que sumarle que, cuando se trata del último partido del día, los textos se controlan menos por una cuestión de tiempos de imprenta. El primer error que marca, el de Saja, no pasa de una confusión de nombres. Suele ocurrir, incluso en el lenguaje oral. El de Cetto, en cambio, es indefendible. Aquí, mis disculpas”.

Podría poner punto final al tema con estas palabras de Glait. Pero no quiero hacerlo: sería una buena señal que la autora de la crónica incorporara esto que le ocurrió en el deber de su vida profesional sin restarle importancia. Lo peor que nos puede pasar a quienes caminamos este oficio es conformarnos tras el error y caer en esa suerte de abulia laboral que aqueja a quienes van perdiendo la pasión por lo que hacen y dejan de lado el rigor en el manejo de la información. Nunca será un buen periodista quien carece del fuego que consume cuando acertamos y también cuando nos equivocamos. Es joven, ha demostrado estupendas condiciones para este trabajo y seguramente será capaz de ver la importancia de sacar buen partido de una gaffe.

Ausencia.
El sábado 16 comenzó en Mar del Plata el 28º Festival Internacional de Cine, único en toda América Latina con la misma categoría que sus pares de Cannes y Venecia. El acontecimiento, que incluyó la proyección de 450 películas, muestras paralelas, retrospectivas y eventos (nada glamorosos, valga la aclaración) con participación de figuras del cine mundial (incluyendo, por ejemplo, la presencia del inefable Pierre Etaix), no mereció una sola línea en las ediciones de PERFIL de ese sábado ni del domingo 17. Fue una decisión errónea –e inmerecida para los lectores– ignorar el acontecimiento, no brindar al menos un informe sobre su programación y marginar de sus páginas a figuras de mayor o menor importancia. Recién ayer, cuando el festival estaba a punto de terminar (será hoy su cierre), aparecieron algunas tímidas aproximaciones más cercanas a la ausencia que a la presencia: una columna del presidente del festival, José Martínez Suárez, en el suplemento Espectáculos, y una nota sobre la película venezolana Esclavo de Dios referida al atentado a la AMIA en la sección Internacionales (¿por qué allí?). Entiendo que en esta edición hay algo más, considerando que el encuentro –cuyos premios fueron entregados anoche– concluye hoy con la proyección de filmes fuera de concurso.

Lector enojado. Guillermo Erbetta Macgrath se queja, en la carta incluida en página 46, porque su envío publicado el domingo 17 no llevó el título que él propuso. Debo informarle que  la forma de titular las cartas es privativa de este diario y no de sus remitentes. En cuanto a su dirección de correo, lamento el error al omitir una letra, falta que queda cubierta en su nuevo envío. Finalmente: PERFIL incluye las cartas por su valor periodístico o público, sin que importe qué esperan los lectores de su impacto.

Elogio y aclaración. No tengo el elogio fácil. Algunas veces, sin embargo, creo necesario poner una de cal a favor de contenidos que diferencian a este diario de cualquier otro. El sábado 16, en la página 12, Gabriel Ziblat consignó una primicia que tuvo su confirmación oficial el viernes último, cuando se anunció que el nuevo Código Civil será debatido en la Cámara de Diputados en 2014, cuando todos afirmaban que su aprobación sería antes de fin de año.

Y una aclaración: ayer, en página 60, la firma de la autora de la nota, Silvia Ramírez Gelbes, fue cambiada por un Fernández Gelbes inexacto. El editor de El Observador pide las disculpas del caso.

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