En un capítulo de Moby Dick, de Melville, uno de los tripulantes cuenta que soñó que el capitán Ahab le pegaba una patada con su pata de palo y que dentro del sueño pensaba que no era tan humillante que lo pateara con esa pierna falsa, que en realidad no era de palo sino de hueso de ballena, por lo tanto le había pegado un huesazo de ballena, un ballenazo, no una patada. Porque lo más humillante, dice el personaje, es que te peguen con un miembro vivo. Un miembro vivo produce un insulto vivo, hay una gran diferencia entre un golpe vivo y un golpe muerto. Si le hubiera pegado una patada un granjero de gran pie hubiera sido humillante, pero con esa pierna falsa no había insulto. De manera que pegarle a otro con una parte del cuerpo encierra una violencia física distinta, más primitiva y agraviante, menos sofisticada que el palazo, que el bastonazo, incluso que el chancletazo. Podemos decir, entonces, que la cachetada de la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Graciela Camaño, al diputado oficialista Carlos Kunkel, fue un golpe vivo, de miembro vivo, un insulto, que contestaba los insultos del diputado, con toda la mano abierta. Lo llamativo además es que le pega en la boca, como queriendo cerrársela o más bien meterle las palabras que acaban de salir de esa boca. Si fuera un dibujito animado, Camaño le estaba metiendo el globo de diálogo de vuelta en la boca de un sopapo. Le hizo tragar el insulto que le acababa de decir. Pero no funciona así, lo dicho dicho está, queda en la cabeza del que escuchó, no vuelve al enunciante, no se borra. ¿Y qué gritó Kunkel el gritón? Yo nunca prometí falsamente que dos años no iba a robar y después seguí robando, dijo en alusión a la famosa frase de Barrionuevo, el marido de la diputada. Camaño, que venía juntando bronca hace un año, finalmente explotó. No me equivoqué, me desbordé emocionalmente, confesó a los noticieros. Esperemos que este injustificable cachetazo antológico no tape el verdadero propósito de la Cámara: investigar si hubo o no compra y venta de votos para aprobar el Presupuesto 2011.