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Un mundo de conejos

Los dichos de David Lynch en favor de Donald Trump solo pueden ser entendidos como parte de ese universo de conejos y habitaciones rojas en el que ocurre lo estrictamente lyncheano.

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Los dichos de David Lynch en favor de Donald Trump solo pueden ser entendidos como parte de ese universo de conejos y habitaciones rojas en el que ocurre lo estrictamente lyncheano. Todo es algo equívoco. Lynch no dijo lo que dijo, aunque su cerebro funcione de manera diferente al de los mortales. Ahora es noticia y chusmerío. El director manifestó que Trump could go down as one of the greatest presidents, entre otras cosas. Los diarios argentinos lo regurgitaron como “Trump puede ser uno de los mejores presidentes de la historia”. No me atrevo a sostener que se trate solo de un error de traducción: go down es bastante intraducible (el inglés hace gala de una flexibilidad de matices alarmante) pero no es “ser”; a lo sumo es “pasar por”, que –nótese un poco– es más o menos lo contrario de “ser”.

El contexto es sinuoso como el pasillo de Carretera perdida. Lynch declaró también que no está seguro sobre el trabajo que el magnate esté realizando en su puesto, pero que su llegada podría allanar el camino para una gran reforma. ¿Una reforma ejecutada por Trump, o una reacción a él? Todo es posible. También manifestó Lynch que no se acordaba de a quién había votado en las elecciones de 2016, pero sí que en las primarias demócratas votó a Bernie Sanders y no a Hillary Clinton. En otro momento de la entrevista a The Guardian afirmó que “Nuestros supuestos líderes no pueden llevar adelante el país, no pueden hacer nada. Son como niños. Trump ha demostrado todo esto”. Es una afirmación al menos interesante, que el propio Trump decidió tomar para sí como un elogio. “Ahora parece creer que Trump pudo haber sido la elección correcta después de todo”, arengó el propio mandatario en Carolina del Sur frente a los aplausos de una multitud de extraños –seguro– seguidores.

Pero al día siguiente, Lynch le escribió un tuit corrigiendo algunas cosas y pidiendo a gritos un contexto inteligente para sus frases. “Por desgracia, si usted continúa actuando como hasta ahora, no tendrá la oportunidad de pasar a la historia como un gran presidente. Esto podría ser muy triste para usted y para todo el país. Usted está causando sufrimiento y división. Aún no es tarde para dar la vuelta al barco y dirigirlo hacia un futuro mucho más brillante para todos. Puede unir al país. Su alma cantará. Bajo el liderazgo del gran amor, nadie pierde, todo el mundo gana.”

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Trump volvió a ser noticia global al separar a los niños inmigrantes de sus padres. La acción internacional forzó a una revisión de esta política “aduanera”. Pero en franca muestra de incompetencia y de maldad, las autoridades parecen incapaces de reunir a los niños con sus familias, todos ellos detenidos por el delito de querer ingresar a EE.UU. Podemos debatir sobre si es ingenuo o no pedirle amor a Trump. Elijo creer que es ingenuo, sí, y que es irónico. Pero, sobre todo, es lyncheano, ¿qué duda cabe?