En estas horas, ya se sabe quién ha ganado.
Tiempos distintos, con el triunfador y con el otro candidato también lo hubiera sido. Vienen cambios, ¿cuales debemos esperar?
No voy a entrar en aspectos institucionales sino de lleno en los económicos. Hay temas que resolver. Se habla de gradualismo vs. shock. Ya he escrito que el gradualismo no es compatible con la ideología triunfadora. No confundamos cambio con inmediatez tampoco, sí con un contundente anuncio de cambios de rumbo. Vayamos por partes.
El tema cambiario: si había alguna duda, con los corrimientos de Brasil, Chile, o el euro, etc., no hay dudas de que la Argentina deberá corregir. ¿El valor? Lo debe “pre-definir” el mercado, y el BCRA ocuparse de reforzar reservas para evitar “overshooting” dicho en criollo que se vaya mucho más allá de lo lógico.
Una devaluación ordenada, acomodará muchas variables, y comprará tiempo para que la competitividad se vuelva a reacomodar.
Permitirá además el ingreso de divisas para la inversión, a valores esperados que generen un flujo de entrada, y no de salida. Es erróneo pensar en que esto perjudicará a la gente. Un dólar barato sirve para hacer turismo… fuera del país por ejemplo. Se retroalimentará un mercado normal: se podrá exportar e importar libremente, y con ello, la dinámica será positiva.
Reservas: Debe anunciarse de inmediato una ley de Exteriorización de Capitales. Con alternativas, por ejemplo, la “dejás afuera” pagás una tasa. La “traes” la tasa es menor o cero. La declarás ahora, y la traés ¿dentro de los próximos dos años? Te devuelvo lo que pagaste. También hay que considerar el bajar la carga impositiva a los capitales y a la renta financiera de las personas, al trabajo (Impuesto a las Ganancias). Lo romántico, es “castigar al capital”. ¡No hay cosa más tonta! El dinero es labil, y si lo “castigo” se va a otro lado. ¿Y lo necesitamos para qué? Para generar nada menos que trabajo. Y la actividad que deviene de su ingreso, de la inversión, es lo que mejora la recaudación.
¿Pedirle plata al Fondo? El problema es que es un prestamista que le gusta opinar, y generalmente lo hace mal.
Confianza: el mundo está cansado de las idas y venidas de Argentina. Necesitamos exteriorizar algo distinto, que haga ver que esta vez es en serio, que obedeceremos las leyes tanto nacionales como internacionales, y respetaremos, sin obviamente ser líricos como en los 90, las normas de comercio internacional. El Indec, los holdouts, las instituciones de contralor, necesitan transparencia y un mensaje claro.
El sistema tributario: hay que reformularlo por completo. Premios a la inversión, sistema progresivo (más invierto, menos pago, pero genero mejor recaudación por actividad).
El sistema financiero: verdadero cuello de botella para el crecimiento. Con el presente tamaño (hablo de sistema, no sólo de Bancos, sino de agentes financieros, mercado de valores, etc.), no habrá financiamiento de capital de trabajo para las pymes, y las medianas empresas.
Y para crecer en esto, hace falta cambiar totalmente el ámbito regulatorio del BCRA y de la CNV. Más aún en el primero, con normativas de préstamos y depósitos de principios del siglo anterior. El mundo ha evolucionado enormemente.
Por último, nos queda la gran mala de la película: la inflación. ¿Como se corrige? Trabajando. No hay recetas mágicas, sino ir ganando en competitividad, y ordenando es sucesivo sistema de parches y cepos que hay que eliminar de inmediato. Con tiempo, se irá corrigiendo, y recuperaremos la moneda, que hoy más que real, es virtual. Una moneda que cada día se deprecia frente a bienes y servicios, no es una moneda, es un chiste.
* CEO de First.