Nuevamente, nuestros excelentes autores del Panorama Internacional de los días domingos se ven envueltos en polémica con un lector. En la anterior oportunidad, este ombudsman les dio la razón a Rafael Bielsa y Federico Mirré, y cuestionó las inexactitudes y bajos recursos en los que incurrió el firmante de la carta. En ésta, se estimó correcta la información contenida en el extenso correo del lector uruguayo Carlos María Berlangieri y se marcaron los errores en datos y enfoques observados en el artículo de Bielsa-Mirré.
No se trató del ecuánime reparto de cal y arena para dejar conformes a lectores y columnistas, sino del resultado de búsquedas e investigaciones propias de este ombudsman, que privilegia –siempre– la buena práctica periodística y la opinión de los lectores, porque ésa es su función primaria, salvo que sean éstos los equivocados. Desde hace casi dos años, tal conducta es la que ha guiado cada columna dominical de mi autoría.
Bielsa y Mirré me han enviado un extenso correo con pedido de publicación íntegra. No será así: responderé a cada una de sus apreciaciones:
- Berlangieri escribió acertadamente que Tabaré Vázquez anunció que dejará el ejercicio de su profesión (es médico oncólogo) cuando asuma la presidencia en marzo. Esto es cierto, fáctico. Bielsa y Mirré habían escrito que “ha decidido ir dejando gradualmente la atención de sus pacientes con cáncer”. “La oración –explican los autores– fue redactada teniendo en cuenta que un médico, y tan luego con esa especialidad, no va a dejar de la noche a la mañana de atender a sus pacientes, y que lo hará gradualmente de aquí al 1º de marzo”. Se trata, claramente, de una inferencia. Hechos e inferencias no son la misma cosa.
- “El apodo ‘Perro’ atribuido por nosotros al doctor Tabaré Vázquez es el que le atribuye la cronista del matutino Página/12 Mercedes López San Miguel en la nota ‘Hoy se vota en Uruguay y si Tabaré pega la vuelta’, escrita desde Montevideo el día de la elección presidencial”. El error no ha sido menor, y la confesión de haber basado lo escrito en PERFIL en una nota de una periodista en otro medio, sin chequear su veracidad (simplemente, un paseíto por Google hubiese bastado), lo hace más grave. Lo real es que Tabaré Vázquez no es quien se apoda “el Perro” sino su hermano Jorge, actual viceministro del Interior del Uruguay. Que se trate de un sobrenombre bastante común no lo hace cierto ni justifica equivocarse por dichos de terceros.
- Acerca de los párrafos dedicados por unos y otros a quien será canciller de Vázquez, Rodolfo Nin Novoa, el correo de los columnistas acepta coincidencias con los dichos de Berlangieri, por lo que no veo motivo de debate en este punto, salvo por la presunción de crítica velada que el doctor Berlangieri cree ver en lo escrito en el panorama.
- En cuanto a los detalles de cómo festejó el doctor Vázquez su triunfo, parece un tema menor, anecdótico, sin tanto vuelo. Pero aun los hechos de menor cuantía deben ser transmitidos por PERFIL con la mayor precisión. Lo cierto es que –como dice Berlangieri– Tabaré no festejó con “los gurises” del Club El Arbolito sino en familia primero y más tarde en el búnker del Frente Amplio, instalado en el hotel Four Points. Mal que les pese a Bielsa-Mirré, su información en la columna del domingo 14 fue incorrecta. Que Vázquez se haya fotografiado sonriente tras votar en su barrio como lo hace desde siempre no es dato suficiente para identificarlo con un festejo que no podía ser tal por cuanto aún se desconocía el resultado del ballottage. Una vez más, hay allí un privilegio de inferencias por sobre los hechos.
- Aunque puede ser materia de análisis estético más que político o informativo, la aseveración que hizo Berlangieri sobre Vázquez, (a quien) “no me imagino bailando cumbia en la Plaza Independencia”, tiene connotaciones peyorativas para quienes sí festejan de tal manera. Dicen Bielsa-Mirré: “Nos alarma saber que para el doctor Berlangieri bailar la cumbia en la Plaza Independencia es propio de gente que no es ni sobria ni republicana. Está usted descalificando a miles de ciudadanos, doctor Berlangieri”.
Finalmente, los datos histórico-políticos son punto de una controversia que –dije en la columna del domingo 21– no será objeto de mi análisis porque no corresponde. Mi análisis es periodístico, no de interpretaciones.