Ah, las playas de Brasil! Con su mar verde-turquesa, su arena blanca, las chicas en bikini y los chicos en sunga. ¡Son inolvidables! En verdad nunca estuve en una playa en Brasil –fui muchas veces a sus ciudades, incluida Río de Janeiro, pero sin llegar al mar–, pero leo en los diarios que millares de argentinos visitarán este verano nuestro hermano país. Si se dieran una vuelta por los kioscos de la Avenida Paulista en San Pablo, o por las buenas librerías de cualquier otra ciudad, bien podrían comprar algunas de las revistas culturales que se publican allí, seguramente más interesantes que traer televisores Telefunken de Uruguayana, a mitad de precio que aquí (parece que eso ya no se hace más, ocurría en los 70 con Martínez de Hoz: perdón, no me di cuenta de que había cambiado la política económica). En todo caso, mis tres revistas favoritas se editan en Brasil.
La primera, Piauí. Editada en formato tabloide, mensual, a color, con más de 130 números publicados, es una de las referencias –si no la más destacada– en el género crónica periodística y gran reportaje en América Latina. Los últimos años, como era de esperar, estuvieron marcados por la crisis brasilera: Piauí pierde agudeza cuando habla de política, no obstante en cada número siempre hay textos impecables, miradas personales y crónicas cargadas de ironía y erudición. En el número de noviembre –el último que llegó a mis manos– el reportaje sobre Henrique Meirelles (ex jefe del Banco Central de Lula, actual ministro de Hacienda de Temer, y antes empresario junto al dudoso Joesley Batista –dueño de JBS, la mayor empresa cárnica del mundo), firmado por Malu Gaspar, es impecable.
Quatro Cinco Um es una revista mensual de crítica literaria. Dirigida por Paulo Werneck y Fernanda Diamant, lanzada en mayo de 2017, de aparición mensual, en menos de un año se convirtió en clave en la crítica literaria brasilera. Diseñada con una maqueta al estilo de las “book review” anglosajonas, quizás la razón de su éxito resida en su carácter clásico: 40 páginas de reseñas muy bien escritas, inteligentes, beligerantes y punzantes. Es un placer leer una muy buena revista de un género que se pensaba en extinción –la crítica literaria en medios especializados. Gracias a un artículo de Benjamin Moser conocí la obra de Maria Gabriela Llansol, escritora portuguesa de los 70, en especial su trilogía Geografía de rebeldes, sobre la que, tarde o temprano, escribiré en este mismo entretenimiento dominical.
Suplemento Pernambuco –suplemento cultural del diario oficial de la provincia del mismo nombre– de publicación mensual, desde hace una década es leído por un público urbano y universitario, más bien joven (se lee más en San Pablo que en su propia región). Influenciado por el debate contemporáneo, se abre a la discusión sobre temas de género, sobre las diversas formas de la izquierda actual, sobre la crisis política y sobre el rol social de la literatura. La polémica es su carta de presentación. El año pasado lanzó su sello editorial (con un libro sobre Grande Sertão: veredas), veremos cómo continúa este nuevo emprendimiento. Interesado –como cada vez más la cultura brasilera en general– por la América Latina hispanohablante, en sus últimos números hay largas notas sobre Piglia y Pizarnik. Pese a eso, no obstante, vale la pena leer el suplemento mes a mes.