Los sondeos de media docena de empresas de medición de opinión pública venezolanas consignan que el
presidente Hugo Chávez tiene cierto riesgo de perder el referéndum sobre la reforma constitucional
que permitiría, entre otros cambios, la reelección presidencial indefinida. El ha acusado a esas
empresas de medición de formar parte de una conspiración para sacarlo del poder. Sin embargo, se
trata de las mismas empresas que a fines de 2005 anticiparon el claro triunfo de Chávez sobre
Rosales.
Las crecientes protestas callejeras de los sectores medios y en particular de los estudiantes
contra el autoritarismo chavista pueden haber generado una movilización cívica, que estuvo
totalmente ausente en la última elección legislativa, pero que tuvo cierta revitalización en la
elección presidencial detrás de la candidatura de Rosales. Si la oposición lograra la mitad más uno
de los votos, derrotando la enmienda oficialista, se produciría una crisis de proporciones.
Normalmente, los presidentes autoritarios no sobreviven a este tipo de derrotas: así le sucedió a
Pinochet en Chile casi veinte años atrás. Pero con el precio del petróleo llegado a los 100 dólares
y una fuerte acumulación de poder político, económico e institucional en manos de Chávez, no es muy
probable que finalmente pierda el referéndum.
Que Chávez pierda el referéndum, como han indicado los sondeos, es posible, pero no muy
probable. En caso de que suceda, Venezuela se encontraría frente a una grave crisis política, con
el líder venezolano posiblemente “herido de muerte”, pero con muchos recursos todavía
para defenderse, como sucede en estas horas con el presidente de Pakistán, el general Musharraf.