El último discurso oficial de Ramón Mestre como intendente de la ciudad dejó algunas definiciones políticas que permiten vislumbrar lo que será su futuro político inmediato, pese a que el propio mandatario había afirmado tras las elecciones del 12 de mayo que “volverá al llano” y regresará a ejercer su profesión como abogado.
Si bien se reservó apenas cuatro de los 17 minutos del discurso a referencias con cuestiones netamente políticas, en ese pequeño lapso dejó algunas definiciones. Junto a su familia en el escenario del Teatro del Libertador (Mestre ingresó caminando -micrófono en mano- desde el sector donde se encontraba el público y desde allí se dirigió al atril), el intendente se mostró relajado a lo largo de todo el evento.
Allí, sostuvo que “el 10 de diciembre termina mi mandato, pero mi amor por esta ciudad no va a terminar nunca. Estoy finalizando una de las etapas más importantes de mi vida y la estoy viviendo con una enorme alegría”.
Y añadió: “Acá no terminan mis ganas. Estoy dando mi último discurso como intendente en el aniversario de la ciudad: sepan que siempre me van a encontrar con ganas de hacer, de sumar, de entusiasmar, porque así somos los cordobeses, que nos levantamos una y mil veces”.
Tras realizar una referencia a cada uno de los premiados, Mestre aseguró sentirse “contento”. “Sí, a algunos tal vez les parezca raro. Pero ¿ustedes creen que una persona como yo, a mi edad, y después de casi ocho años de ser el intendente de la ciudad más importante del interior del país, tengo que estar triste porque no me eligieron gobernador? ¿O tengo que estar contento por el privilegio de seguir inaugurando obras que le sirven a los cordobeses?”.
Siguiendo esa línea, Mestre despertó aplausos de los invitados cuando dijo: “Acá está Ramón. Ni triste ni derrotado, feliz y orgulloso de lo que me toca vivir. Orgulloso de saber que después de ocho años de aprendizaje sabiendo que habrá un futuro tan grande y gratificante como todos esperamos. Sabemos que esto no termina acá”.