La ciudad patagónica, icónica de las temporadas de nieve, ofrece también alternativas veraniegas, con playas, montañas, aventura y diversión.
San Carlos de Bariloche, en la costa del lago Nahuel Huapi, es un destino también veraniego. |
CEDOC PERFIL
R.P.
En temporada veraniega, el Sur también existe y la Patagonia ofrece alternativas para tener una manera diferente de vivir el verano y todos los paisajes en un solo lugar.
Para quienes no conciben un verano sin playa, San Carlos de Bariloche presenta propuestas acordes a esos deseos: se puede disfrutar de los lagos o tomar sol, mientras se escucha la música de los paradores de Bahía Serena, Playa Bonita y la playa del Kilómetro 4, que son los principales puntos de encuentro de jóvenes y familias, residentes y turistas. Entre otras opciones, pueden alquilar equipos de kayak, stand up paddle y de buceo, y practicar otros deportes acuáticos. También hay senderos para trekking, bicicletas y espacios gastronómicos.
Aquellos que no quieran trasladarse tanto por la avenida Bustillo, pueden disfrutar de las playas públicas del centro, que cuentan con guardavidas.
Amantes del agua
El hecho de que Bariloche esté a orillas del Nahuel Huapi y rodeada de otros lagos, la hace ideal para las excursiones lacustres. El trayecto más tradicional y considerado iniciático para quienes visitan por primera vez Bariloche, es el viaje a la Isla Victoria y el Bosque de los Arrayanes.
Se zarpa de Puerto Pañuelos y el recorrido lleva por el lago hasta Puerto Blest y la cascada de los Cántaros. Otra alternativa es unir Argentina con Chile con el periplo por agua y cortos trayectos por tierra, conocido como ‘el cruce andino’.
Los que quieren conocer algo nuevo, pueden optar por otro paseo no tan popular y que vale la pena realizar: navegar el brazo Tristeza, caminar por el bosque de coihue hasta llegar a la cascada del Arroyo Frey -profundo fiordo glaciario al sureste del lago-.
Los paisajes son espectaculares y, al ser un trayecto poco visitado, se puede disfrutar de la naturaleza casi en exclusividad. La excursión incluye almuerzo en el barco.
En las alturas
Los que eligen la ciudad patagónica por sus paisajes de montaña y prefieren la aventura y actividades que no involucren la playa ni el agua, tienen varias alternativas también.
Una de ellas es conocer los cerros y sus glaciares como El Tronador, Catedral, Cerro López y Campanario. Allí hay distintas actividades de aventura como 4x4, trekking, caminatas y aerosillas, entre otras.
El trekking es una de las actividades más buscadas por los que les gusta este tipo de paseos. En octubre pasado la ciudad lanzó la web www.barilochetrekking.com, que contiene información de 62 senderos, seis travesías y 17 caminatas cortas, con un total de 450 km de senderos para recorrer.
Cuenta con mapas navegables y descargables para GPS, preguntas frecuentes y recomendaciones. Es adaptable a todos los dispositivos y cuenta con información directa del pronóstico y clima del lugar.
Adrenalina y emoción
Si por el contrario, lo que se busca es algo más de adrenalina con algún entretenimiento extremo, Bariloche no solo está lista todo el año para brindar ese tipo de excursiones sino que cuenta con infraestructura en servicios.
Por ejemplo, se pueden visitar los centros de cabalgatas, ideales para travesías de medio día o día entero con baqueanos expertos.
Si la apuesta es por más, hacer rafting con diferentes grados de dificultad, durante todo el día, está entre las propuestas. También existe la posibilidad de hacer stand-up rafting.
Otra gran oferta para los aventureros es hacer canopy a través del bosque de coihues, con un recorrido de 1.500 metros, uno de los más largos de América del sur.
Entonces, llegamos a la conclusión que Bariloche no es un destino solo de invierno, con paisajes nevados y deportes ‘blancos’, sino que es posible disfrutarlo en todas las estaciones y en todos sus modos: aventura, relax, deportes, naturaleza y adrenalina.
