Perfil
CóRDOBA
LA BATALLA FINAL

Cómo es el armado radical que quiere destronar a Mestre en la interna partidaria

El 2020 habrá elecciones en el partido y son varios los que empezaron a reunirse para enfrentar al exintendente. Quiénes se mantienen en la mesa chica, quiénes se alejan y cómo se mueven los que esperan revancha.

_20191229_mestre_cordoba
EL DUEÑO DE SELLO. En soledad, el exintendente Mestre apuesta a refugiarse en el partido en 2020. | Cedoc Perfil

Cuando quedan horas para el brindis de fin de año, el radicalismo quiere barajar y dar de nuevo después de un 2019 que dejó, no solo duras derrotas, sino también un crudo enfrentamiento en el seno del partido que ayuda a imaginar un 2020 con el mismo nivel de confrontación. La renovación de autoridades del partido en agosto próximo, casi en simultáneo con el primer punteo de nombres con miras a las intermedias de 2021 anticipan una disputa que ya tiene una primera estrategia: el acuerdo de distintos sectores del centenario partido que irán en contra de la presidencia que aún ostenta el exintendente Ramón Mestre. 

Por el momento, el armado que se teje para ir en contra del extitular del Palacio 6 de Julio es con la conformación de “tribus”, como lo definió un referente del partido en la semana y ante PERFIL CORDOBA. “Es develar parte de la estrategia decir cómo se arma la pelea contra Mestre, pero por el momento se puede decir que es toda una cuestión de tribus. Donde la batalla final será en la Capital y sobre los escombros que deje en términos partidarios el mestrismo”, agrega. 

Así de dura será la disputa, con muchos amigos que se alejaron para convertirse en enemigos –“o viudas de Mestre”, como dijo un radical-, con facturas que quedaron pendientes en contra de quien gobernó la Ciudad durante ocho años y con otros que empezaron a tomar distancia en el último tiempo. 

Enemigos íntimos. El cierre de los dos mandatos de Mestre en el Palacio 6 de Julio despertó enconos de muchos que esperaron la salida del radical para pensar en lo que viene. 

Uno de esos armados lo encabezó el exlegislador Javier Bee Sellares con el lanzamiento de Consenso hace unas semanas. El anuncio incluyó además el reclutamiento de quienes hasta días antes estaban en el espacio de Mestre como los exconcejales Lucas Balián y Gustavo Fonseca, como así también al legislador Orlando Arduh, distanciado hace un par de años de Mestre y cerebro en la Unicameral de lo que fueron algunas fugas entre los que habían llegado a las bancas en la lista del excandidato a gobernador UCR. 

Otro de los que se acercó y se alejó en cuestión de meses es el concejal Rodrigo de Loredo, en mayo candidato a intendente y compañero de foto con la Lista 3. 

El edil tiene buena relación con algunos intendentes del interior como el riotercerense Marcos Ferrer y el jesumariense Luis Picat; aunque entre los jefes comunales también están aquellos que ven a De Loredo en “modo Martí”, como dijo un intendente. “Está que es, que no es, como que no termina de definir”, señaló y lo comparó con quien gobernó la ciudad en la década del ’90. 

En la embestida contra Mestre también figura Mario Decara. El Defensor del Pueblo jugó en la definición por el manejo del foro de intendentes y para algunos correligionarios le disputa a Mestre la buena relación con la Provincia. El flujo de fondos que antes llegaba al interior y contaba con el visto bueno de Mestre, ahora tiene en parte el OK de Decara. 

En tanto, Javier Fabre, precandidato a diputado nacional en 2019, y los jóvenes sub-35 que se reunieron en el norte provincial hace semanas completan parte del mapa opositor al mestrismo. Los que estuvieron en el encuentro en Tulumba tienen ganas de replicar en la capital cordobesa, y aunque saben que sería adelantar los tiempos, por ahora apuestan a los sondeos de aquellos intendentes que muestran apertura a este tipo de encuentros. 

La reconfiguración de la mesa chica. El alejamiento del poder sirve siempre para repasar fidelidad. Y en eso anda Mestre. 

La última foto política del exintendente fue en el brindis previo a las fiestas de fin de año en la Casa Radical, y allí estuvieron entre otros Alberto Zapiola y Alberto Giménez, dos expresidentes del partido. En el radicalismo reconocen que Giménez se enojó con Mestre cuando no fue designado secretario del bloque de legisladores provinciales. 

Pero no es el único en la mesa chica que tomó distancia. Es fuerte el rumor de un alejamiento de Marcelo Cossar, exsecretario de Modernización y actual legislador provincial. 

Como así también es nítida la diferencia política que existe entre el exintendente y su hermano, el diputado Diego Mestre. “Los dos tienen un objetivo electoral que complica el futuro del otro”, razonan en la UCR. Donde también creen que el parlamentario nacional juega al “desorden” y desconcierto de algunos militantes. 

Hace unas semanas, el exintendente Ramón Mestre hizo una jugada que fortaleció a las mujeres que le responden en la Cámara baja: Soledad Carrizo y Brenda Austin. La primera, fue nombrada vicepresidenta tercera del Comité Nacional y recuperó el diálogo con Mestre luego del enojo de este por el poco reclutamiento de intendentes del norte en la campaña; la segunda, le ganó la pulseada a Josefina Mendoza del manejo de Franja Morada nacional. 

Carrizo en 2021 no tiene chances de repetir y las gestiones de su familia en el norte están siendo investigadas; al punto que algunos dudan de las chances de futuro político y leen la jugada de su arribo a la cúpula del partido solo para marcarle la cancha a Diego Mestre. 

La fecha para renovar autoridades del partido es el 22 de agosto y el cronograma marca que 90 días antes deben definirse las listas. Por el momento, el armado versus Mestre puso primera y empieza a caminar.