El viernes por la tarde hubo una reunión en la Quinta de Olivos que empezó a describir la hoja de ruta del PRO a futuro, una vez que Mauricio Macri deje el despacho principal de Balcarce 50. Allí, el presidente de la Nación encabezó el encuentro con los representantes del partido en todo el país y por Córdoba asistió quien preside la fuerza a nivel provincial, el villamariense Darío Capitani.
En la reunión el propio Macri confirmó lo que se venía barajando: él va a apoyar a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para que quede al frente del partido una vez que el PRO pase a ocupar el rol de oposición. Decisión que tuvo consenso entre todos los representantes de los distritos, pero que no significa que haya unidad en todas las provincias. Es más, en los distritos están habilitadas las internas y será el interior el escenario de todas las reuniones de ahora en adelante que haga el PRO.
La situación de Córdoba, la tierra de Macri. Mientras se llevaba adelante el cónclave en Olivos, muchos cordobeses del PRO seguían con atención lo que se definía en la residencia presidencial.
El partido en Córdoba fue mutando en el último año, y de una división casi permanente de dos grandes espacios, entre los orgánicos y los famosos, la grieta actual es más grande: por un lado quedaron los duros que responden al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; en la vereda del frente sigue Héctor Baldassi, respaldado en el último tiempo por Peña; y en el medio están las mujeres -divididas entre ellas-, Soher El Sukaría y Laura Rodríguez Machado.
La flamante diputada nacional electa desde diciembre también tuvo respaldo de la Casa Rosada en el 2019 que se termina y se alejó de los orgánicos por completo. En las últimas semanas estuvo en el Congreso y dejó pendiente una importante reunión con representantes del Gobierno nacional que se podría concretar esta semana. Mismos interlocutores con los que reunirá Baldassi también en estos días.
En tanto, la senadora Rodríguez Machado, tuvo la jefatura de la campaña cordobesa a cargo en la previa a las Paso y basó su respaldo nacional en Schiavoni, persona de confianza de Macri.
Con este panorama, si a esto le agregamos el tándem de intendentes amarillos que integran Eduardo Romero (Villa Allende) y Pedro Dellarosa (Marcos Juárez) se llega a una división de casi cinco partes del PRO en Córdoba.
La incógnita Macri y el aplauso a Monzó. El interrogante a futuro pasa por saber qué hará el presidente una vez que deje el poder. Incluso, aquellos que contaron con su respaldo absoluto en Córdoba señalan que será fundamental ver cómo transcurrirá el verano. “Si arma el bolso y se va de viaje largo, queda claro que no le importa la rosca. Ahora, si arranca la gira por festivales en Córdoba con la excusa de agradecer, quiere decir que va a seguir de cerca todo lo que viene”, señaló una fuente del PRO local.
El hecho de adelantar la proclamación de autoridades dentro del partido para la primera parte del año es otro gesto que fue bien tomado por las distintas vertientes en Córdoba. En febrero estará vigente la imagen de Macri, con lo positivo y lo negativo, en cambio a partir del segundo semestre la agenda puede pasar por otro lado y agrandar los codazos que van a existir a partir de agosto con las postulaciones para el 2021. Con radicales y macristas en una tensión que irá creciendo.
La semana tuvo otro hecho observado desde Córdoba por los que comulgan con la figura de Monzó. Y fue el aplauso que recibió el presidente de la Cámara de Diputados en la sesión del miércoles.
El monzonismo es la otra incógnita a futuro y en Córdoba, dentro del sector que los reúne están Nicolás Massot, Gabriel Frizza y el propio Capitani, entre otros. Esta vertiente es la que abrió los lazos con la Provincia hace varias semanas y que aspira a conseguir un ministerio provincial. Chance remota para el PJ y parte del PRO local.
El diálogo empezó a partir de la decisión de esta porción amarilla de no converger en un mismo bloque con los radicales en la Unicameral y mantener las tres bancas por afuera. Terna que puede pasar a cuatro escaños si Raúl Recalde, que llegó por la UCR ganando la elección en Pocho, vuelve a ponerse la camiseta del PRO.
La advertencia del negrismo a los amarillos en las últimas semanas fue contundente: “si lo hacen, sepan que nos vamos a dar todas las semanas de lo lindo”, les dijo un radical en la Unicameral. Acá la disputa tiene su raíz en el viejo enfrentamiento entre Massot y Mario Negri, con Elisa Carrió de espectadora de lujo.
De esta manera, si Cambiemos sigue unido a nivel nacional, la posibilidad de mostrar esa unidad en ámbitos legislativos cordobeses es en el Concejo Deliberante. El resto, por ahora difícil. Tan dificultoso como que el PRO en Córdoba termine alineado en un solo espacio.