En medio de la crisis sanitaria generada por la llegada del coronavirus a Córdoba, la ciudad se prepara para afrontar el punto más crítico de la pandemia en cuanto a cantidad de infectados que se estima tendrá su pico durante el mes de mayo.
Como todos los grandes conglomerados urbanos del país, el panorama es complejo y tiene el desafío de atravesar la crisis con un gran número de personas que viven en condiciones sanitarias y sociales vulnerables.
Si se aplican a la ciudad de Córdoba las cifras de pobreza difundidas días atrás por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) correspondientes al último semestre de 2019, se puede estimar que cerca de medio millón de personas afrontarán la pandemia con algún tipo de carencias alimentarias, laborales, habitacionales o sanitarias.
Barriadas y zonas completas donde un eventual brote de contagios por coronavirus será muy difícil de contener y podría tener graves consecuencias.
Asistencia, contención y coordinación
Desde la Municipalidad capitalina abordaron la crisis con una estrategia de dos grandes fases; la primera y urgente, se implementó para poder cumplir con la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno nacional.
En ese sentido, se realizaron operativos para buscar y asistir a la gente en situación de calle. Según datos de la municipalidad, hay 510 personas que están siendo contenidas y alojadas distintos hoteles de la ciudad, el albergue municipal y en los polideportivos de General Bustos, Corral de Palos y General Paz.
Estas personas, entre las que hay grupos familiares completos la mayoría con características y necesidades específicas estás siendo asistidas de manera permanente por equipos técnicos del área social municipal tanto desde el punto de vista sanitario como psicológico.
La segunda fase para enfrentar la crisis sanitaria, se inició esta semana con la creación del Consejo Social (CS) integrado por el municipio capitalino, el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia y organizaciones sociales, civiles, religiosas y gremiales.
La idea central busca potenciar el trabajo de las organizaciones comunitarias en el territorio, asistiendo, organizando y coordinando desde el Estado a todas ellas.
“Estamos trabajando en la confección final de un “mapa de calor” entrecruzando los datos del municipio con los de las diferentes organizaciones que asisten las zonas vulnerables de la ciudad. Una vez que tengamos ese termómetro social, podremos direccionar mejor las asistencias”, precisó a PERFIL CÓRDOBA, el secretario De Desarrollo Social del municipio, Raúl La Cava.
Organizaciones sociales: alianza clave
La red de trabajo y voluntarios para la asistencia social con la que cuentan las distintas organizaciones e instituciones sociales y religiosas en la ciudad, serán vitales para que el Estado pueda llegar a los sectores más críticos.
“Estamos trabajando con la Municipalidad y el resto de las organizaciones en el armado de una red de comités zonales. Aunque aún no está definida del todo, la idea es dividir la ciudad en 11 áreas y establecer 120 comités zonales o puntos de referencia”, explica Pablo Montes, de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
En cada uno de esos puntos, habrá voluntarios y referentes sociales de cada barrio coordinando la asistencia no sólo alimentaria sino también sanitaria, de logística y de información.
Temor a la violencia
La crisis sanitaria y el golpe económico que supone la cuarentena para los sectores que viven de la economía popular con trabajos informales, hacen que la preocupación por eventuales focos de conflicto esté presente.
“Nadie puede dar garantías de que no surjan situaciones complejas en algún momento, pero estamos haciendo un abordaje rápido de contención y ayuda social con la intención de evitar situaciones críticas. No debería haber focos de violencia sin que lo sepamos antes para poder evitarlos atendiendo las necesidades de cada zona”, aseguró La Cava.
Centro de Operaciones y protocolos extremos
Los Centros Operaciones de Emergencias (COE) dispuestos en diferentes lugares de la Provincia, (en el caso de la Capital tiene la sede en el predio del complejo Pablo Pizzurno), articulan todos los aspectos de la emergencia por el Covid-19 con la Nación y los diferentes municipios todo el territorio provincial.
Entre las medidas que ya están previstas, se incluye un Protocolo de óbito para el manejo de cadáveres en casos de muertes por coronavirus que involucra a las morgues, los cementerios y crematorios municipales, además de casas funerarias y los centros de salud públicos y privados de cada comunidad.
Forma parte de las medidas extremas que se prevén en caso de que la pandemia llegue a una fase tan importante que desborde los sistemas sanitarios habituales y las previsiones que se están realizando.-
