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PJ CORDOBÉS

Con el respaldo de Llaryora, Schiaretti se prepara para posicionarse desde Buenos Aires

Quiere aprovechar su buena imagen para instalarse como dirigente nacional del peronismo. No habrá por el momento alineamientos del tándem local ni con Milei ni con Massa. El resultado de la elección nacional condiciona el armado de los gabinetes de la provincia y de la Municipalidad de Córdoba. Los puntos oscuros del último tramo de la administración del caudillo

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SOCIOS. LLaryora y Schiaretti continúan su alianza y neutralidad de cara al balotaje. | CEDOC Perfil

No les hacen falta ratificaciones ni firma de alianzas. Juan Schiaretti y Martín Llaryora continuarán con el tándem que conformaron hace algunos años y que llevó al intendente saliente a convertirse en gobernador, y al mandatario saliente en comandar una fuerza que consiguió siete puntos a nivel nacional, con una representación legislativa de una decena de parlamentarios en el Congreso nacional.

Eso sigue y ambos mantendrán su neutralidad en el balotaje, salvo que en el crucial debate de esta noche se produzcan hechos novedosos que lo obliguen a tomar decisiones contundentes a una semana de la elección de segunda vuelta. Eso no será problema para que algunos dirigentes cordobeses sigan expresando sus apoyos. “No se frenará a nadie pero hay que aclarar que son manifestaciones a título individual”, expresó un hombre de la mesa chica de Llaryora.

Los dos saben que una victoria de Javier Milei tapizará el camino nacional de la dupla cordobesa. Aunque especulan con que si el ganador es Sergio Massa tampoco podrá adoptar decisiones pesadas contra Schiaretti, convertido en líder de esa agrupación informal con representación parlamentaria que le puede ser útil en debates cerrados tanto en diputados como en el Senado.

Tampoco eso significa que les abrirán las puertas de par en par para coronarlos. Empezará una pulseada nueva. Si gana Milei estará más urgido y siempre dispuesto a sumar cordobeses a su esquema de trabajo. Entre ellos, figura el ministro de Finanzas Osvaldo Giordano, con la banca asegurada en la presidencia del Banco de Córdoba.

En la carpeta de apuntes de Massa también figuran cordobeses para sumar a su eventual gabinete, y eso puede complicar el armado de Llaryora y Daniel Passerini.

Voceros del massismo volvieron a insinuar que Martín Gill podría emigrar a Buenos Aires si gana el tigrense y lo propio podría ocurrir con Gabriel Bermúdez. Hay que recordar que Gill figura en la lista de candidatos a ocupar el Ministerio de Cooperativas o, bien, el de Industrias en el futuro elenco gubernamental de Llaryora.

En tanto, el secretario de Desarrollo Metropolitano es prácticamente número puesto en la Secretaría de Transporte del municipio capitalino.

Allegados a Llaryora y Passerini reconocieron que deberán esperar hasta el 20 de noviembre para definir la integración de los dos equipos de trabajo, que pretenden que funcionen “en espejo” según reiteran desde el corazón de las dos administraciones que vendrán.

Un gringo en Buenos Aires.  Concluido el proceso electoral, Schiaretti también terminará de armar su proyecto político que tiene un aspecto central: cuál es la participación en el armado del peronismo a nivel nacional. “Después de la primera vuelta y de los debates, ‘El Gringo’ tiene más del 70 por ciento de conocimiento, por eso tiene que explotar esa veta. Quedó muy bien parado en los debates, sobre todo en el segundo, y ahora hay que empezar a desandar un nuevo camino”, relatan hombres que caminan por los pasillos del Centro Cívico.

Los llaryoristas vuelven a marcar que el gobernador electo se concentrará en Córdoba “por lo menos dos años” y que apoyará -sin condicionamientos- las excursiones nacionales de Schiaretti porque creen que allí radica parte del éxito de la gestión provincial.

Auguran un futuro mediático para Schiaretti, quien en la última década le escapó al diálogo con la prensa. “Se va a pasear por todos los programas de CABA”, vaticinan en el PJ provincial.

Nubes negras. Schiaretti concluye su tercer gobierno con una alta imagen positiva pero en la recta final deberá dar respuestas a tres problemas que se le presentaron, uno de los cuales amaga con ser un escándalo. Hacemos referencia al vaciamiento de funciones del Tribunal de Cuentas, que en la elección de junio pasado ganó la oposición. 

La gente le dio un voto de confianza a Llaryora pero eligió a Juntos por el Cambio para controlar al poder. Y el peronismo trata de esquivar el mandato popular, impropio en un sistema democrático. La idea (o deseo) de que si se aprueba ahora la ley que poda al Tribunal de Cuentas entrará en un círculo difuso por la llegada de las vacaciones, parece no ser del todo acertada ya que la oposición amaga con profundizar la denuncia “todo el tiempo que haga falta”.

Debe aclararse que este proyecto será votado por la actual Legislatura que el peronismo domina a voluntad.

El proyecto de ley de presupuesto también contempla una ampliación de los gastos reservados y se incluyen a los Ministerios de Justicia y de Gobierno, lo cual también puede ser peligroso.

Los gastos reservados deben ser manejados por muy pocas manos y concentrarse en áreas más que específicas. Así lo denunciaron los opositores que también prometen ir a fondo con este tema.

Se  suma la imputación del legislador Alfonso Mosquera por la denuncia  de violencia contra una joven policía con la cual mantuvo una relación privada.  Esto reaviva aspectos escondidos hasta ahora  y que pueden desteñir al Gobierno provincial.

Por último, se pone en marcha el juego on line y no hay que ser un erudito para advertir que, más temprano que tarde, traerá problemas que parecían olvidados como lo es la ludopatía y sus efectos devastadores.  También, no hay que olvidarlo, dejan importantes ganancias para los privados y para las arcas de la provincia. Todo forma parte del combo.

Pero el texto principal de esta historia comenzará a escribirse esta noche en el debate Massa-Milei. Una pregunta capciosa: ¿Las páginas de juego on-line de la provincia tomarán apuestas sobre quién ganará el balotaje?