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Córdoba en off: foto de unidad de Juez y De Loredo, con tensión por lo bajo

Desde ambos círculos íntimos de la dupla desmienten las versiones de una pelea interna pero la disputa por posicionarse como el líder de la oposición sigue latente. Además, la fuerte crítica de una concejala del PRO contra Quinteros y ¿qué pasó con el narcotest?

5-4-2024-De Loredo y Juez
. | CEDOC PERFIL

El tradicional locro del 1 de mayo del Frente Cívico mostró a los socios políticos del principal núcleo opositor en una foto de unidad. El Comedor Universitario fue el escenario que congregó a los referentes y dirigentes de Juntos por el Cambio. Pese a que a nivel nacional ese esquema está desintegrado, en Córdoba se mantiene contra viento y marea la alianza opositora. El propio Juez reconoció que “se hace difícil mantenerla”. De todos modos, destacó que “es el único lugar del país donde la unidad se expresa con esta contundencia”.

De todos modos, hay “una fuerte tensión” entre Juez y Rodrigo de Loredo de cara al escenario electoral que viene, aunque por ahora no aflora a la superficie. “Los dos se pelean por ser el candidato de La Liberta Avanza”, tiró al pasar un cambiemista. Eso genera malestar en filas de la UCR, en aquellos que no quieren saber nada con Milei.

Desde ambos círculos íntimos de la dupla opositora desmienten las versiones de una pelea interna. En cambio, se focalizan en la foto de unidad de la oposición del 1 de mayo. Los cambiemistas lograron emitir una señal de fortaleza que tuvo un único destinatario el peronismo en el poder.

Fuerte crítica amarilla contra ¿“un aliado”? de Bullrich
La concejala del PRO, Soher El Sukaria, cargó duro contra el responsable del área de Seguridad de la provincia. “Si hay un inútil que no funciona es el ministro de Seguridad Juan Pablo Quinteros”, lanzó sin tapujos durante la última sesión del Concejo.

De esta manera, la dirigente amarilla, quien no forma parte del núcleo bullrichista, expresó su dura crítica contra el “aliado” en el plano de la gestión de la titular de la cartera nacional. El gobernador Martín Llaryora y el ministro Quinteros muestran una sinergia en el trabajo conjunto entre Nación y Provincia en materia de seguridad.

Sin embargo, la edila del PRO le reprochó al funcionario provincial (exlegislador y exedil opositor) de que “se cansa de subirse” a las políticas de seguridad nacional. Entrelíneas, le enrostró hacer abuso de la “colaboración” del Ministerio de Seguridad de la Nación ante los últimos hechos que se conocieron en Córdoba.

Vigo le marca territorio a Llaryora y a Passerini
En las últimas semanas se advierte que la senadora nacional Alejandra Vigo elevó su perfil público y organiza diversos eventos partidarios en la ciudad de Córdoba, algo que no era muy usual hace unos meses. Ahora todo cambió y a la esposa del exgobernador Juan Schiaretti se la ve en eventos o fijando postura en diferentes temas de actualidad. “Alejandra le va marcando el territorio al gobernador Llaryora y al propio intendente Passerini”, se escuchó decir a un experimentado dirigente de la Capital en mesa de café.

Uno de sus interlocutores le recordó que, tal como lo adelantó este medio hace dos semanas, Llaryora y Passerini se están mostrando con frencuencia en actos de la ciudad de Córdoba, a lo que el dirigente respondió: “Ella hace su juego”.
Los llaryoristas indican con alguna molestia que “Vigo debe entender de una buena vez que su esposo ya no es el gobernador de Córdoba”.

¿Qué pasó con los narcotest?
Hace unos días, el intendente Daniel Passerini abrió el baúl de los recuerdos y extrajo una ordenanza de los tiempos de la gestión del radical Ramón Mestre, que jamás se había cumplido: la del control de velocidad en calles y avenidas, con un máximo que varía entre los 40 y los 60 kilómetros por hora, en calles y avenidas.

“Casi nadie se acordó de la vieja ordenanza, que jamás se cumplió”, dijo un funcionario municipal haciendo gala de su memoria. Y de inmediato, el hombre “resucitó” una promesa de campaña del gobernador Martín Llaryora: hacerle narcotest a los funcionarios de los tres poderes del Estado. Hasta el momento, esa propuesta presentada con bombos y platillos duerme el sueño de los justos.

Exlilito en offside
El exlilito cordobés Gregorio Hernández Maqueda pegó el portazo a la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Uno de los puntos clave de su crítica interna fue que los diputados nacionales carrioistas se habían unido al PJ cordobés en el bloque Hacemos Coalición Federal. Esto dejaba muy mal parada a la fuerza lilista en Córdoba al ser opositora a los gobiernos peronistas.

No obstante, a pocos días de su salida, Hernández Maqueda vio cómo los legisladores de la CC-ARI se apartaron del bloque comandado por Miguel Pichetto, tras la media sanción de la Ley Bases. Fue Carrió la que ordenó romper.
El excarrioista cordobés dijo recientemente que dio todas las batallas internas y terminó pegando el portazo. Lo cierto es que recibía llamados desde Buenos Aires cada vez que subía mensajes en las redes a favor de Javier Milei.

EL PRO iría solo en Río Cuarto
Al filo del plazo fatal del lunes, los distintos alineamientos del PRO analizan la posibilidad de presentar una lista con sello propio para competir en las elecciones del 23 de junio ante la falta de entendimiento con la UCR, mientras continuaba la negociación con la Libertad Avanza (LLA). Desde la cúpula provincial del PRO advirtieron que es una decisión que deberán tomar entre los amarillos de la Capital Alterna de cara al cierre de listas. La UCR hizo, primero, una oferta un tanto “pobre”, luego la mejoró “mucho”, pero ya era tarde para confluir en la alianza, según describió un dirigente amarillo.

Desde el entorno de Adriana Nazario también llegó una muy buena oferta, pero prevaleció el criterio en el PRO local de no terminar envueltos en la interna del PJ. También hay reparos en un acuerdo con LLA, ya que se rumorea que a la alianza libertaria le quitarían los “avales” desde el poder central para no exponer a una derrota a Javier Milei. Ahí, hay dos posturas que chocan fuerte en esa interna al máximo nivel.
Con la mira puesta en el plazo fatal, el PRO se inclinaría por presentar lista propia. Aunque no tendría un candidato potente, se buscaría colar un concejal con identidad amarilla. Es una jugada arriesgada ante la dispersión de la oferta electoral, pero que busca unir a los distintos núcleos internos. Final abierto.