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CONCURSO POLÉMICO

El principal acreedor de Vicentín en Córdoba cree que la empresa estafó y sigue mintiendo

Carlos Morel Vulliez era proveedor de Vicentín. Le cerealera le dejó una deuda de US$ 8,5 millones. Cree que la caída fue una trama elaborada y pensada. Insiste en que la propuesta de la empresa para acreedores importantes es inaceptable y que el camino es la formación de una nueva sociedad que reordene la compañía e intente pagar los compromisos a los productores.

03-07-22VICENTIN
ACREEDOR. Desde Monte Maíz, Morel Vulliez entregó cereales por valores millonarios a Vicentin a horas de su caída. | Cedoc

Son semanas decisivas para el futuro de Vicentin y sus acreedores, en el marco de uno de los concursos de acreedores más grande de la historia argentina. La firma agroexportadora entró en concurso por US$ 1.575 millones. Una de las deudas más grandes es con el Banco Nación –le otorgó créditos por US$ 300 millones- pero hay cientos de productores privados que siguen de cerca la evolución del concurso para saber si, finalmente, podrán cobrar algo.

Muchos ya no esperan nada, una buena parte debió cerrar y dejó de operar. En Córdoba, el principal acreedor es la agrícola Morel Vulliez, de Monte Maíz, una compañía familiar que produce, acopia y comercializa cereales. También es muy fuerte en la comercialización de fertilizantes. Al momento de la caída de Vicentin el vínculo era directo y muy fluido entre el gigante cerealero y la pyme cordobesa. El desplome de Vicentín le generó un daño a Morel Vulliez de US$ 8,5 millones en cereales que entregaron y nunca pudieron cobrar.

“Con los valores de los granos hoy hay que pensar que serían unos US$ 14 millones. Nos hizo mucho daño. Yo soy uno de los principales acreedores de Vicentin en Córdoba, lo que veo es que el presidente se expresó mal y no hizo lo que tenía que hacer. Yo estoy en contra de que se estatice la empresa, pero este es un caso especial. Fue una estafa bien preparada”, dice Carlos Morel Vulliez, presidente de la firma local.

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La trama de la caída de Vicentín, según uno de los acreedores de Vicentín

Y Morel Vulliez relata la trama con la que, según él, se gestó la caída de Vicentin: “Un mes antes yo estuve en una cena con la gente de Vicentin, era muy amigo de la familia Padoán –accionistas de Vicentin-. Un mes antes Beto Padoán renunció a la Bolsa de Rosario. Los balances estaban todos adulterados y todos lo saben. Es una estafa que venían preparando desde hace un par de años. El último crédito que les dio González Fraga ya sabemos cómo fue. Hasta la tarde anterior yo les estuve entregando trigo".

"Todo el periodismo está a favor de Vicentín porque se cree que es una empresa que se cayó porque les fue mal. Y no fue así. Yo les conozco estancias en el norte, compraron parte de SanCor, hicieron bodegas, plantaciones de uvas, frigoríficos, un montón de inversiones con producción de Vicentin que fueron desviando. Todo el cereal que tenían en sus acopios y era de los productores lo ponían en los balances como propios. Desde ahí dibujaban los balances. Es una estafa preparada, son unos delincuentes”, asegura Morel Vulliez.  

Propuesta sobre la mesa

Esta semana Vicentin informó que logró acuerdos con el 51% de los acreedores –unos 700 pequeños productores que representan menos del 5% de la deuda total- y con bancos extranjeros. Así, estaría en condiciones de que se comenzara a cerrar su concurso. “Con la firma recientemente acreditada de las instituciones financieras internacionales, se ha superado holgadamente el requerimiento establecido por la ley concursal de contar con al menos dos tercios de aprobación sobre el capital verificado”, indicó la firma en un comunicado.

“Están mintiendo. Es falso y sumamente raro que hayan podido acordar con los bancos internacionales que les habían iniciado acciones legales. Yo no lo creo.  La propuesta que Vicentin les hace a los acreedores medianos y grandes no se puede aceptar. Nos ofrecen el 20% de la deuda, el otro 80% lo meten en un fideicomiso para cobrar en 10 o 12 años, pero antes de cobrar el 20% tenés que pagar el 35% de Ganancias sobre el total de la acreencia. Entonces, tenés que sacar el 15% del bolsillo”, dice Morel Vulliez.

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Posible salida

Para el empresario cordobés, la salida más factible y justa es avanzar hacia un proceso de cramdown, una instancia que se abre cuando no se alcanza el 51% del acuerdo con acreedores –algo que ya se habría logrado- y el 75% del volumen deuda para que el juez levante la convocatoria. Si eso no se cumple se abre esta etapa en la que pueden entrar nuevos socios para encargarse de la operación de la empresa. “Sería bueno que la empresa entre en cramdown, cediéndole parte de las acciones a Banco Nación con quien tienen la deuda mayor y se les de una bonificación a los productores que lleven producto a esa nueva empresa. Con un nuevo directorio, sin estatizar, se le tiene que dar acciones al Banco Nación para poner en marcha la empresa”.

Sobre esta posibilidad Eduardo Hecker, el presidente del Nación ya se expresó: “yo dije estudiémoslo porque es posible. Lo que no es posible es esta lógica de “expropiemos empresas de cualquier modo”, porque después se paga lo que no corresponde. Y yo no quiero hacer eso. El Banco Nación es un acreedor privilegiado y puede ser determinante de la quiebra o de la continuidad. Ahora, si somos garantes de la continuidad, entonces pondremos las condiciones para que sea posible”.

“La gente está toda a favor de Vicentin porque somos todos anti kirchneristas y si estatizan después van por otra empresa. El tema es que acá hay un trasfondo de estafa y que llevó a que cientos de productores y acopiadores del interior se fundieran. Nadie mide eso”, completó Morel Vulliez.