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COMPORTAMIENTO POLITICO

El voto joven definirá las elecciones 2019

En Córdoba, el porcentaje de la población de entre 16 y 35 años llega al 44,8% del total de posibles electores. De ellos, un 51% son mujeres. El dato surge de una proyección realizada por la consultora Gustavo Córdoba & Asociados, a partir de estadísticas oficiales.

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INTENSO 2019. El año próximo se eligen intendente, gobernador y presidente. Además, se renueva el Concejo Deliberante, la Legislatura y parte del Congreso de la Nación. Los jóvenes tendrán un papel principal en las definiciones. | Cedoc Perfil

Mientras la definición de alianzas electorales ofrece todos las semanas una nueva baja o alta en los armados del arco opositor y los oficialismos definen candidatos al calor de las encuestas y afinidades, la evolución demográfica combinada con el proceso político, las crisis económicas y las circunstancias sociales dieron lugar a un nuevo fenómeno: un frondoso voto joven que, en su mayoría, elegirá candidatos no por afiliaciones políticas sino por causas, con una marcada incidencia del activismo de las mujeres como eje relevante.

Si se tiene en cuenta que el 2019 será un año electoral intenso -se elige intendente, gobernador y presidente, al tiempo que se renovarán las cámaras legislativas- la conformación del electorado -tanto para aspirantes a ocupar un cargo como para los electores que quieren hacer oír su voz de manera colectiva-, el voto de la juventud cobra una vital importancia para definir estrategias, teniendo en cuenta, por ejemplo las maravillas que se pueden hacer con los datos al microsegmentar a la población para dirigir mensajes casi personalizados.

En este contexto, Paola Zuban –directora de Gustavo Córdoba & Asociados– anticipa como dato significativo que el 44,8% de los cordobeses que podrán votar el año próximo tienen entre 16 y 35 años: de ellos, un 51% son mujeres y el 49% varones.

“Tomamos la proyección estimada para el año próximo que hace Estadísticas y Censos de la Provincia y al cruzarla con el padrón electoral llegamos a ese porcentaje de un electorado mayoritariamente joven”, dice la analista en diálogo con PERFIL CORDOBA

Y agrega: “También hicimos un perfil socioeconómico y encontramos síntomas en el comportamiento político de esa población: la representación está diluida, ya que no se sienten representados por partidos, a quienes eran muy fieles en términos de pertenencia. Se pasó de las figuras a la defensa de causas o ideas”.

La diferencia fundamental entre seguir al líder o a los dogmas partidarios con las causas es la limitación temporal. Para Zuban “son causas que tienen una finitud: hoy van por los perritos, mañana por el aborto. Tiene que ver con la multiplicidad de temas que se presentan en la agenda pública y esta penetra en la sociedad en general, no solo en redes y en la calle”.

Quiénes son, cómo votan. Estos jóvenes no son “nativos partidarios”. “No tiene una tradición de política partidaria pero sí un alto compromiso social y contenido ideológico, además de activismo, ya no hay una militancia partidaria determinada, al menos entre los sectores más grandes”, describe la consultora.

Esa ausencia de identificación con un partido político y la volatilidad del voto por causas plantea un desafío a la política tradicional. Aunque para Zuban es una situación diferente a la de la crisis del 2001 y su consecuencia más directa: “que se vayan todos”.

Si bien entiende que se trata de una transición (una bisagra) y puede generar distorsiones, como la elección de Jair Bolsonaro en Brasil, para la analista se termina “acomodando” como parte de un proceso histórico.

“No es similar al que se vayan todos. Las mediciones no indican que se genere algo como en 2001. En ese momento había más frustración, más bronca, más violencia. Hoy lo que prima es el desencanto -donde Mauricio Macri perdió desde diciembre 40 puntos de imagen positiva y Cristina Fernández está mejor aunque no subió- pero todavía se aguanta la situación porque la perspectiva es que vienen las elecciones el año próximo”, analiza Zuban.

Así, el activismo de las mujeres jóvenes –fogoneado al ritmo de la evolución del Ni Una Menos y la lucha por el aborto legal– aparece como un segmento a seguir con atención por el protagonismo que ganaron en la esfera pública.

Según la politóloga, “las mujeres tienen muy clara y marcada una brecha generacional, tanto a nivel nacional como provincial. En ese segmento etario tienen una agenda que está atravesada por las cuestiones de género”.

En ese sentido, agrega que “los políticos no van a poder hacerse los distraídos con el aborto y educación sexual integral, temas que están hoy en agenda atravesándolo todo a nivel institucional y político”.

Este avance del feminismo también tuvo su contrapartida. Las posiciones conservadoras–religiosas, además, han tomado impulso con los recientes debates. De todas formas, la posibilidad de que las listas del año próximo intenten representar a estas posturas antagónicas, no se percibe tan claramente: “Ese componente conservador es aún muy irritante, pero supongo que se verá en las listas a diputados y senadores y no tanto en los candidatos a presidente y gobernador”.

Y añade: “Va a estar bueno, porque en esas listas sábana donde metían a candidatos al Congreso y de los cuales no sabíamos qué postura iban a tener en relación con determinados temas, ahora se va a exigir que se haga público”.

Cómo se organiza el activismo millennial

◆ Menos institucionalización.
◆ Flexibilidad en la pertenencia.
◆ Con modalidad de autoconvocatoria.
◆ Sin barreras de entrada y salida.
◆ De fácil participación y compromiso.
◆ Uso intensivo de tecnologías y redes sociales