Como muchos grandes empresarios que diversificaron sus negocios, Eduardo Eurnekian quería su propio banco. El Plan A era lograr una aprobación del Banco Central, algo que no sucedió en los tiempos del kirhchnerismo. El Plan B era adquirir un banco, una opción que también se descartó por varias complicaciones de mercado. Con el cambio de Gobierno, el dueño de Corporación América puso en marcha la carta que le quedaba: un banco digital. Para ello buscó a un ex-BaPro, Guillermo Francos, quien comenzó a tender redes con el por entonces presidente del Central, Federico Sturzenegger. Con el ok del exfuncionario macrista empezaron a desarrollar el proyecto que lanzaron al mercado a fines de junio pasado. En alianza con Indra para el desarrollo de la plataforma, en poco más de tres meses el banco digital Wilobank ya tiene 18.000 clientes y aspira a cerrar el año con 30.000 adhesiones. “Córdoba adoptó rápidamente la posibilidad de la banca digital. Creo que hay una posibilidad muy importante de desarrollar clientes en la provincia. Ya tenemos 1.600 y vamos a superar largamente los 2.000 antes de fin de año”, contó Francos, en diálogo con PERFIL CORDOBA.
Perfil y proyección. La puerta de acceso al banco es bajando la app de la entidad desde un smartphone o una tablet. Con 25 millones de smartphones en la plaza se descontaría que los millennials lideran la apertura de cuentas. Pero desde Wilobank destacan que el 30% tiene menos de 30 años y la mitad de los clientes se ubica entre los 30 y 50 años. “Podíamos armar una fintech, que es algo más sencillo. Ser un banco implica más regulaciones, pero nos permite intermediar el dinero de la gente y también fondos para gestionar proyectos productivos. Apostamos a tener 150.000 clientes para fin del año que viene”, señala Francos.
Según el ejecutivo, una vez descargada la app el trámite para hacerse cliente demora entre 5 y 10 minutos. Tras un scoring crediticio al cliente se le asigna una caja de ahorro, una tarjeta de débito, una de crédito (la transacción física se concreta con los cajeros de Red Link) y pueden gestionar créditos o avanzar en operaciones como plazos fijos, compra de divisas, etc. También, y en alianza con la SGR Garantizar, podrán otorgar préstamos a los monotributistas. “Y al cliente le pagamos una tasa de interés por los fondos que tenga en caja de ahorro, un 25% sobre saldos diarios. Podemos hacer esto por el bajo costo operativo que tenemos, a diferencia de un banco tradicional”, apunta Francos.