El proceso oficial de definición de la hoja de ruta fiscal 2019 se iniciará este martes en el Salón Protocolar de la Legislatura. A partir de las 11 está previsto que el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, presente en la Unicameral el Presupuesto de la Provincia para el año próximo. El miércoles 21 se votará el proyecto en primera lectura y para el miércoles 5 de diciembre se contempla la segunda revisión y sanción final.
Aunque no trascendieron los números fundamentales de los ingresos que sustentarán el desempeño del Gobierno, analistas aseguran que “se trata, por segundo año consecutivo, de la pauta presupuestaria con la mayor cantidad de fondos transferidos de manera automática por parte de la Nación desde el año 1998”; una realidad que comparten el conjunto de las provincias.
En efecto, durante los dos últimos años del gobierno de Carlos Menem, las gobernaciones recibieron el 41,8% promedio del total de la recaudación en concepto de transferencias automáticas; durante la era K, bajó al 34,4% y en los tres primeros años de la gestión Macri ascendió al 43% promedio. “En el 2019, los recursos de origen nacional que se llevarán los estados subnacionales se incrementará sustancialmente al 49,8% del total de la recaudación”, señala la agencia Fitch Ratings.
De este modo, y a pesar de los recortes aplicados para alcanzar la meta del déficit cero en el Presupuesto nacional, el año que viene marcará un hito para Córdoba en términos de recursos provistos por la Nación, algo que no vivenció en los últimos 18 años de gobiernos peronistas. De acuerdo a datos de la Dirección Nacional de Coordinación Fiscal con las Provincias, Córdoba se alzará con aproximadamente el 8% del total de lo recaudado en el país, ubicándose en el cuarto lugar después de Caba, Buenos Aires y Santa Fe.
Qué esperar. Además de una pauta presupuestaria nutrida por recursos coparticipables, el Presupuesto 2019 con el que el gobierno de Juan Schiaretti se apresta a transitar un año electoral clave prevé un leve aumento de la presión impositiva global, sólo atemperado por la reducción de la alícuota del impuesto a los Ingresos Brutos conforme a lo establecido por el Consenso Fiscal. La prometida baja de Sellos no operará y se anticipó un reajuste de los impuestos Inmobiliario Rural y Urbano, que tendrían un aumento promedio de entre el 36% y el 38%. Tomando en cuenta que la presión fiscal de origen nacional aumentará 1% del PIB (pasando del 25,2% al 26,2%) y la provincial se mantendrá en torno al 9%, el sector privado cordobés deberá enfrentar una carga fiscal acumulada del orden del 35%.
Por el lado del gasto, en tanto, se mantendría firme el de capital para solventar infraestructura y obras de impacto social, que serán financiadas con mayor endeudamiento, y no se contemplarían recortes de gasto corriente. Es una pauta presupuestaria clásica para enfrentar compromisos eleccionarios. ¿Ayudará la macroeconomía a cumplir con ese objetivo?
La ecuación de oro. Para que el Presupuesto provincial 2019 pueda cumplir sus metas, hay dos fundamentales macroeconómicos que deberían alinearse en el primer trimestre del año próximo: tipo de cambio real e inflación, lo que a su vez traería aparejado una progresiva reducción de tasas. Economistas de diferentes consultoras coinciden en que un dólar de $36 todavía tiene una fortaleza competitiva relevante. De hecho, es 40% más alto en términos reales que el dólar de los dos primeros años de gobierno de Macri. Sin embargo, esa fortaleza se diluye ante una inflación mensual del orden del 6% en octubre y de cuanto menos 3% en noviembre. Vale decir, de la muñeca que muestre el Gobierno nacional para bajar consistentemente los precios y evitar que el dólar quede planchado en exceso dependerá la recuperación de la economía y con ello las chances que tenga la Provincia para recaudar sin sobresaltos y financiar sus compromisos.
Para un economista crítico como Carlos Melconian, la oportunidad de que comience a generarse un “círculo virtuoso” se afianzará en la medida en que se cumpla la siguiente secuencia: cumplimiento del déficit cero nacional y emisión monetaria cero; sostenimiento de un nivel de tasa que haga migrar ahorros de dólares a pesos; aumento de la afluencia de turistas extranjeros a la par que baja del turismo de salida y fortalecimiento progresivo de las exportaciones, junto a un buen desempeño del campo.
Entre los cisnes negros que pudiera enfrentar el Presupuesto provincial 2019 figura, en segunda línea –tras la vulnerabilidad macro doméstica – una posible volatilidad de los mercados internacionales. El Gobierno de Schiaretti demostró en las últimas semanas que está decidido a mantenerse activo en materia de endeudamiento en moneda extranjera. Aunque esa decisión estratégica está fundamentada en la “necesidad de hacer obras”, en el 2019 estará cada vez más asociada (y monitoreada) en relación a la capacidad real de repago que tenga el Estado, a mediano y largo plazo. En ese sentido, no sólo influirá la performance de la Administración Central sino la de una empresa estatal altamente complicada en sus resultados como es la Epec, de cuyas deudas, el Gobierno provincial es garante último.
