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Talleres

Fassi contra todos, todos contra Fassi

El presidente albiazul juega con perfil alto y discurso crítico. Suma adeptos y enemigos en el complejo entramado del fútbol argentino. ¿Gana o pierde la “T”?

Andrés Fassi
Sin pelos en la lengua. Fassi no ahorró críticas a la estructura del fútbol argentino en los últimos tiempos. | CEDOC PERFIL

“De los arbitrajes prefiero no hablar, porque cada vez que hablo hay problemas. Que hable el presidente de Talleres. No lo escuché después del partido con San Lorenzo”. Marcelo Tinelli, el mandamás del Santo, dejó picando la pelota. O mejor dicho, se la pasó a Andrés Fassi. El titular albiazul prefirió dejarla salir: “No necesito del periodismo para decirle a alguien lo que pienso”. 


El entredicho dejo en evidencia el cortocircuito entre la dirigencia de la “T” y el animador televisivo, cuya candidatura al máximo cargo de la AFA apoyó en la elección del 3 de diciembre de 2015, la que terminó en el bochornoso empate 38-38 (con 75 electores) frente a Luis Segura. Pasaron cosas, está claro.

“Hay que respetar los reglamentos. Por esta decisión Talleres se queda sin Copa Sudamericana”, se quejó Fassi en junio pasado, cuando la Superliga les devolvió puntos a dos rivales directos que habían sido sancionados por incumplimientos económicos: Huracán y el propio San Lorenzo.

La historia de desencuentros tuvo otro capítulo más reciente, cuando la entidad azulgrana fue multada por una denuncia de Talleres, luego de que rebotaran tres cheques de los 11 que debe cobrar por la venta del 60% del pase de Juan Ramírez en U$S 1,5 millón.

Segundo tiempo

La conveniente distancia que Tinelli fue tomando de la figura de Mauricio Macri no es un dato menor. Hasta no hace mucho tiempo, Fassi era señalado como “el hombre del Presidente” en el fútbol argentino. ¿El elegido para suceder a Claudio “Chiqui” Tapia? Si la especulación no era cierta, pegaba en el palo. Macri y Fassi nunca habían disimulado su militancia por el Fútbol SA.

Kevin Libsfraint, socio de Argentinos Juniors y miembro de la “Coordinadora de Hinchas”, llegó a definir al dirigente cordobés como “un soldado clave” en la pretensión de terminar con los clubes como sociedades civiles sin fines de lucro en el país.  “¿Qué pasa si Talleres y Pachuca deben jugar alguna vez un partido oficial? ¿Quién gana? Esas cosas no van con lo que es el fútbol en Argentina”, enfatizó.


Aunque hubo que amoldarse a los nuevos tiempos políticos –como había sucedido con Macri en 2015, Fassi fue uno de los primeros en saludar el triunfo de Alberto Fernández en noviembre pasado-, el presidente de la “T” decidió mantener un perfil alto en la rosca de la pelota. “El Presidente de la Nación dijo que en el fútbol argentino no hay transparencia, y coincido totalmente. Seguimos viendo un montón de irregularidades.”, aseguró. 

Primero se metió con el reparto del dinero: “En México, un club como Talleres cobra siete veces más. Acá tenemos vendidos los derechos hasta 2030 por dos pesos”. Y luego levantó la voz para reclamar “igualdad para todos” cuando Lanús se negó a ceder un jugador al seleccionado preolímpico.

La respuesta de la entidad bonaerense, en la voz de su presidente Nicolás Russo, no se hizo esperar: “No me gusta que me comparen con Talleres. Somos dos cosas distintas. Fassi quiere hacer dinero, con Pachuca o con Talleres; yo quiero darles alegría a los hinchas de mi club”.

Russo, hombre de estrechísima relación con Sergio Massa, ocupa una banca en la legislatura bonaerense en representación del Frente de Todos. 

¿Qué cobrás?

En su condición de único vocero de Talleres, Fassi también envía mensajes puertas adentro del club. “No puedo estar conforme cuando en diciembre y enero quedan sólo 14 mil socios pagando la cuota”, se quejó.  

“¿Para qué ser socios, si para él sólo somos clientes? En el club no hay participación”, apunta el vitalicio Jorge Chudnobski. “Encima ahora quiere revivir la lucha entre unitarios y federales, cuando la realidad es que en la AFA no lo banca nadie y el que va a pagar el pato va a ser el club”, puntualiza el ex directivo.

Y hasta hubo “chisperío” con Frank Darío Kudelka, el DT de los dos ascensos, quien se quejó porque el presidente de Talleres ni siquiera lo saludó cuando Newell`s, su actual equipo, se presentó a jugar en el Estadio Kempes. “Podría decir muchas cosas de Kudelka por las que lo abuchearían”, replicó el directivo.

Un par de semanas atrás, luego del 1-1 con Arsenal, Fassi jugó una ficha fuerte al juzgar el desempeño del referí. “Con todo respeto, le dije a Darío Herrera que su arbitraje fue tendencioso. Hubo errores garrafales que incidieron totalmente en el resultado”, afirmó haciendo hincapié en las expulsiones de los jugadores Valoyes y Godoy.

Luego dobló la apuesta y le hizo conocer su descontento a Federico Beligoy, el director nacional de arbitraje: “Le pedí que cuide a Talleres”. En el partido siguiente, ante San Lorenzo, la “T” sumó otras dos tarjetas rojas.

En medio de tanto fuego cruzado, apareció en escena Roberto Saporiti, el entrenador que perdió la final del Nacional ’77 y que descendió en 1994 y 2009 con Talleres. El hombre es un viejo conocido de Fassi, ya que lo tuvo de preparador físico en sus inicios, y esto dijo sobre él: “En Pachuca hizo un manejo excepcional, pero el fútbol argentino es distinto. Estuve con él y le dije `cuidado, que el Che Guevara murió sólo en Bolivia’. La AFA es brava”.

Salvando algunas distancias, el análisis del veterano DT, haciendo un breve ejercicio de revisionismo histórico en nuestro fútbol, parece no estar tan errado.