El congreso del PJ cordobés el pasado 20 de junio terminó sentenciando la decisión que el gobernador Juan Schiaretti empezó a barajar una que vez que percibió la caída en desgracia de Alternativa Federal como tercera vía. La salida de Sergio Massa del cuarteto que llegaron a integrar el tigrense con Schiaretti, Miguel Pichetto y Juan Manuel Urtubey, terminó con los otros tres jugando por separado en los otros espacios y con el cordobés apartándose del escenario nacional.
Así se tejió el operativo boleta corta que el oficialismo trata de instalar en estas Paso y que serán fundamentales para saber si la lista sobrevive más allá de agosto. El antecedente de 2011, cuando en septiembre de aquel año José Manuel de la Sota acordó con Schiaretti y Carlos Caserio, por entonces primer candidato de la boleta corta del PJ cordobés, bajar la lista entre las Primarias y las Generales de octubre, está fresco.
La boleta actual está compuesta por el jefe del bloque del oficialismo en la Unicameral, el riocuartense Carlos Gutiérrez en el primer casillero; la Secretaria de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata, Claudia Martínez; el presidente provisorio de la Legislatura, Oscar González; la titular de Equidad, Carolina Basualdo; y el actual intendente de Alta Gracia, Facundo Torres, en los primeros cinco lugares.
En los últimos diez días, el propio Schiaretti salió a cargarse la campaña al hombro encabezando actos en toda la provincia y explicando él mismo cómo debía hacerse el corte de boleta. De qué manera podían optar por sus candidatos y el presidente que quisieran.
Y es precisamente en esa docencia, como así también en los errores que pueda cometer el votante a la hora de sufragar, donde radican los principales interrogantes de Hacemos por Córdoba.
El objetivo principal del PJ local es conservar las dos bancas que tiene en Diputados actualmente y que ocupan la última esposa de De la Sota, Adriana Nazario; y el referente de la Democracia Cristiana, Juan Brügge. Sin embargo, en caso de que llegue solo Gutiérrez al Congreso, la noticia será mirada con buenos ojos desde El Panal dada la confianza que el propio Schiaretti tiene en el riocuartense.
Schiarettista paladar negro, integrante de la mesa chica del gobernador y compañero de militancia desde hace varias décadas, el arribo de Gutiérrez se transformaría en un alivio para el oficialismo provincial teniendo en cuenta que en diciembre habrá dos salidas del Congreso con diputados que tienen vuelo directo a Córdoba: Martín Llaryora para asumir como intendente y Vigo para desembarcar en la Unicameral.
Aunque el caso de la esposa del gobernador se evaluará recién de acuerdo con el resultado de octubre.
La otra disputa que librará el peronismo local este domingo es de la que nadie quiere hablar: cómo impactará en el seno del partido la decisión abierta de Caserio, presidente del PJ cordobés, de salir a respaldar enfáticamente a Alberto Fernández.
