En la zona de Villa Belgrano, ubicada al noroeste de la ciudad de Córdoba, los vecinos tienen colgados en distintas partes del barrio grandes carteles, con fondo rojo y letras negras, denunciando el "atropello inmobiliario".
"Esa idea surgió de un grupo de vecinos autoconvocados" cuenta Hilda Nieres. "Salir a reclamar con movilizaciones y diferentes acciones, mientras el Centro Vecinal reclamaba por vías más administrativas para establecer una mejor comunicación con la municipalidad", indicó la presidenta del Centro Vecinal de Villa Belgrano.
Los límites del barrio lo demarcan el Río Suquía por el sur y el este; la avenida Recta Martinolli por el norte; y, la avenida Heriberto Martínez al oeste. Es uno de los sectores más tradicionales de la ciudad, durante años el lugar de las residencias de veraneo de las familias más antiguas de la provincia.
"Todo empezó cuando se instaló el Sanatorio Allende. Lo que trajo aparejado, más estacionamiento, más tránsito. Se construyeron hoteles para las familias de las personas con internación, más negocios y finalmente pequeños complejos habitacionales", cuenta Nieres.
En consecuencia de este desarrollo inmobiliario, las grandes casonas se están reemplazando por viviendas colectivas, departamentales tipo housing, que según los vecinos del sector alteran su forma de vida. "Construyen edificios al lado de tu casa de ocho pisos que te tapan la luz del sol, invaden la intimidad de tu patio. No podés salir afuera que te están mirando" remarca Hilda.
Muchos lo consideran "una falta de respeto que tienen con la gente que vive en el barrio hace mucho tiempo y que no se quieren ir".
Los habitantes también mencionan un incremento en el nivel de tránsito en la zona, pérdida de arboleda urbana, falta de cloacas, saturación de pozos negros, mucha contaminación visual del paisaje y aumento en el nivel de densidad poblacional a las orillas del espacio que componen el río Suquía y la reserva natural General San Martín.
Con respecto de a la cantidad de vehículos circulando por el barrio, la presidenta del Centro Vecinal comenta que "las calles son muy angostas, muchos estacionan en doble mano, algo que no está permitido. Hay gente que usualmente no puede salir ni entrar a su garage" y, agrega, "estamos tratando de pedir reductores de velocidad, la gente conduce a mucha velocidad”.
Inicialmente en la zona de Villa Belgrano se está permitido construir edificios de hasta 10,5 metros (3 pisos), pero la problemática surge cuando a muchas constructoras se les conceden excepciones para elevar una mayor cantidad de metros, llegando a un quinto o sexto nivel a cambio de realizar alguna contraprestación para la municipalidad. Hilda y muchos de los vecinos auto convocados alertan que estas contraprestaciones muchas veces ni siquiera se hacen en el barrio: "Se supone que arreglan un colegio, una calle, una plaza, las cloacas, pero dentro del barrio nunca sabes si realmente lo hicieron o no".
Desde el Centro Vecinal piden a la justicia reevaluar las normativas vigentes y, sobre todo, las excepciones. Solicitan ser parte de la discusión, para realizar un trabajo colaborativo entre los emprendimientos inmobiliarios y la vecindad: "Que nos llamen como Centro Vecinal y nos consulten. Tenemos gente que es arquitecta y urbanista en el barrio. Gente que sabe. Podemos ayudar, no solo reclamar, sino colaborar, esa es nuestra intención", reclama Hilda.
Qué dicen las inmobiliarias
Para el presidente de la Cámara de Corredores Inmobiliarios de la provincia, Lucas Bergo, es necesario desarrollar determinadas zonas para así potenciar el uso del suelo y evitar, sobre todo, extender la ciudad.
“Córdoba es uno de los municipios más extensos, el cual creció sin orden, y hoy es necesario trabajar en densificar la mancha urbana” y agregó, “seguir creciendo para los límites del ejido municipal (anillo de circunvalación) conlleva a una mayor problemática e ineficiencia en los servicios públicos y conectividad”.
Junto a Gustavo Borquez y José Diehl, mencionan que las tendencias actuales no coinciden con la de los barrios tradicionales, como lo son Villa Belgrano o Villa Warcalde.
“Hoy una oferta de casas grandes con muchos metros, y terrenos extensos en barrios abiertos no condice con las necesidades actuales de las nuevas generaciones y la demanda actual” y, “se hace difícil pretender la perpetuidad en formas, cuando cambian las necesidades y demandas”, afirman los corredores.
En Córdoba hay numerosos barrios con características similares que por diversas razones no pudieron continuar con el desarrollo y actualmente tienen numerosos terrenos estáticos, con casas vacías, sin vender y que solo “alimentan a la inseguridad”, según remarcaron. “En contra cara hay gran cantidad de vecinos que reclaman por medidas que impulsen el desarrollo, contra otros que quieren mantener la perpetuidad del formato”, remarca Bergo.
El debate en Villa Belgrano continuará. Unos quieren ser parte de la discusión y ordenar el crecimiento. Otros, acomodar la oferta y aprovechar las oportunidades que brinda el barrio. En definitiva, es importante que el municipio los pueda sumar para continuar con el desarrollo de una manera responsable, entendiendo las nuevas necesidades, pensando en la sustentabilidad y en el crecimiento controlado.