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CóRDOBA
El humor al poder

Ni Sputnik ni Aberdeen Angus

1-11-2020-Logo Perfil
. | CEDOC PERFIL

La visita del presidente Alberto Fernández fue la excusa para que desde algunos sectores expresaran su descontento con la gestión del Frente de Todos. Empleados despedidos y productores agropecuarios enfurecidos se agolparon en las puertas de Fadea, junto a vecinos comunes que reclamaban por la segunda dosis de la vacuna, por la vuelta a las clases presenciales, por la escasez de tacos Fischer y por la salida de Charlotte Caniggia de La Academia de Marcelo Tinelli. Hasta se dijo que, en apoyo a los exportadores de carne, se aguardaba la llegada de agrupaciones de veganos, quienes estarían chochos de la vida si los precios de los cortess cárnicos se van a la estratósfera.

También habría habido chacareros con carteles en los que pedían a Fernández que les consiga “una segunda dosis de veneno”, ya que el dinero no les alcanzaría para comprar y aplicar los plaguicidas. Desilusionados cuando les explicaron que la frase había sido una ironía del presidente con respecto a las quejas de la oposición por la carencia del segundo componente de la Sputnik V, explicaron que no sabían nada de esa raza vacuna y que sólo conocían a las Aberdeen Angus, Hereford y Holando-Argentina.

En cuanto a los actos protocolares, Alberto Fernández y el gobernador Juan Schiaretti chocaron los puños con tanta frialdad que la sensación térmica en el lugar descendió a 2 grados bajo cero.

Mientras la plana mayor del gobierno nacional presidía ceremonias en Córdoba, los mercados se desplomaban como Neymar cuando lo soplan en el área. “Alberto sabe que los brasileños bajan de la selva y que los argentinos bajamos de los barcos, pero estaría bueno que también sepa cómo hacer para bajar el dólar”, me dijo un corredor de bolsa que en una sola jornada había corrido más que Forrest Gump en toda la película.

Por supuesto, esa rapidez fue ampliamente superada por las remarcaciones de los supermercados, que en algunos casos rompieron la velocidad del sonido y provocaron estampidos que sembraron el pánico entre los clientes.

Con semejante panorama, la coalición opositora no encontró mejor momento para estudiar si había o no necesidad de modificar su nombre, que antes había virado de Cambiemos  a Juntos por el Cambio, y para el que ahora se habrían estudiado variantes como Recambiemos, Cambiate o Cambio y Fuera.

Al final, decidieron que irán a las elecciones con la misma denominación, lo que suena bastante contradictorio para una alianza que pone el acento en el cambio. Pero las internas que se han desatado en ese sector político son lo suficientemente cruentas como para que haga falta agregar otro elemento de discordia, así que fue mejor no cambiar nada.

Para encabezar las listas de los representantes cordobeses al Congreso por esa agrupación partidaria, empezaron a sonar fuerte las candidaturas de Gustavo Santos y Luis Juez, sobre todo a partir de encuestas que destacan la buena imagen del exintendente de la capital provincial.

Quizás motivado por este dato, Juez retribuyó a su manera la simpatía que parece profesarle el electorado: se despachó con un festival de insultos contra Alberto Fernández, que remató instando a que el presidente “ponga huevos”. Tras analizar detenidamente esta expresión, la Comisión Directiva de Argentinos Juniors estaría estudiando demandar al concejal por haber tratado de “gallina” a un conspicuo hincha de los Bichos Colorados.

Y así como un edil de La Docta ocupa los primeros planos de la prensa nacional con sus improperios contra la figura presidencial, Córdoba se convirtió el miércoles en capital nacional y latinoamericana de las puteadas, cuando la gente salió a tomar el colectivo sin saber que la UTA había decretado un paro sorpresivo. Desde patovicas de boliche desocupados que se ofrecían a llevar gente a cococho hasta antiguos cospeleros que en la ocasión se encargaban de trasladar pasajeros al centro a cambio de 300 gramos de molida especial, cada uno hizo lo que pudo para llegar a sacarle partido a la situación. Se rumorea que un científico vocacional de barrio Oña habría aprovechado la ocasión para probar un teletransportador de fabricación casera. Al igual que la película “La mosca”, el experimento falló cuando se coló un insecto en la cabina, sólo que en este caso el intruso fue… un bicho bolita.

(*) Sommelier de la política