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Nunca es tarde

A los 79 años, la cordobesa Dora Romero se consagró campeona mundial en Croacia. La capitana del equipo femenino argentino Súper Seniors ganó los 10 partidos que jugó en singles y dobles. 

Dora Romero
Campeonas. Dora Romero y su compañera de dobles Vivian Flint. El equipo argentino que fue campeón mundial en Croacia se completó con Irene Bonfante y Gema Bare. | CEDOC PERFIL

“Todavía no lo puedo creer”, afirma Dora Romero, la tenista cordobesa que la semana pasada se consagró campeona en el Mundial Súper Seniors de Croacia con el equipo femenino argentino de la categoría +80. 

Nacida en Río Cuarto hace 79 años y radicada en Santiago del Estero desde 1997, “Dorita” es la primera singlista y capitana del seleccionado que venció en la final a Francia tras haber dejado en el camino previamente a los representativos de Canadá, Sudáfrica, Alemania y Estados Unidos. 

“Este título superó todas las expectativas, porque las estadunidenses, las francesas y las alemanas son las que históricamente han estado arriba y Argentina siempre venía más atrás. Es la primera vez que nuestro país llega tan alto en este nivel; lo mejor había sido el cuarto puesto en Holanda 2017”, comentó en diálogo con PERFIL CÓRDOBA desde la ciudad de Umag.

Romero, actual número 2 de Argentina y octava en el ranking mundial +80,  tuvo una actuación perfecta en su octava participación en mundiales de veteranos: ganó sus cinco partidos en individuales y también los cinco que disputó en dobles haciendo pareja con Vivian Flint. El elenco campeón del mundo se completó con Gema Bale e Irene Bonfante. 

“Recibimos muchas felicitaciones de jugadoras de otros países que participaron en el torneo y una gran cantidad de mensajes y saludos desde Argentina, donde también hubo mucha repercusión en la prensa”, cuenta Dora, quien destaca la coincidencia de que este logro haya sido en Croacia, donde Argentina ganó su primera y única Copa Davis en 2016.

La profe del Córdoba Lawn

“De Córdoba extraño todo”, dice Romero, quien a los 36 años cambió el Imperio del Sur por La Docta, donde estuvo radicada dos décadas antes de mudarse a Santiago del Estero junto a Jorge Luis, su segundo esposo.

 
“Yo vivía en Nueva Córdoba, porque me quedaba cerquita para dar clases en el Lawn Tenis, un club donde dejé muchos afectos. Me fui a otra provincia para rehacer mi vida, porque yo era viuda, pero me encantaría volver”, enfatiza. 


“En Córdoba Capital tengo a mi hermano Hugo y en la provincia a mis dos hermanas: Azucena, que también es tenista y vive en Alcira Gigena, y Gladys, que está en Río Cuarto”, completa. De su primer matrimonio, Romero tuvo una hija, Dora Beatriz, que falleció a los siete años a causa de una hepatitis.

“Mi papá fue quien me inculcó el amor por el deporte”, cuenta Dora, quien se inclinó por la raqueta siendo adolescente. “De chica practiqué natación y llegué a ser campeona provincial. También jugué al basquetbol. Hice de todo… No jugué al fútbol porque en esa época no se podía”, relata.

“No llegué a ser profesional en el tenis porque en mi época no era tan sencillo el tema de las giras, pero siempre le tuve un gran amor a esta disciplina”, acota.

La flamante campeona mundial, que en diciembre cumplirá 80 años, se entrena tres veces por semana en el club santiagueño Old Lyons y cada tanto viaja a Buenos Aires. “El secreto son las ganas”, afirma. Y revela algunas de sus estrategias; “La noche previa a los partidos me pongo a estudiar a mis rivales”. 

“Lo que hicimos en Croacia demuestra que nunca es tarde para ir detrás de un sueño”, subraya Dora.

Su experiencia en Umag también incluyo una participación en el cuadro de individuales en la segunda semana del certamen: “Perdí con una alemana. Ya estaba muy cansada y el cuerpo me dijo basta”. “Esta vez me preparé bien en dobles, pero para el año próximo también me voy a enfocar en singles”, enfatiza. Deja en claro que ya tiene la mira puesta en el Mundial Súper Seniors de 2020, que se realizará en Mallorca, España.

Baylon y la chiquita del frontón


Dora Romero no duda en destacar como una de sus referentes a Norma Bylon, la pionera del tenis femenino argentino. “La veía mucho, me gustaba su juego”, sostiene sobre quien fue Olimpia de Oro en 1962, finalista de Roland Garros en 1964 y cuarta en el ranking mundial en 1966.

También menciona a Gabriela Sabatini, la medallista de plata en Seúl 1988 y campeona del US Open 1990, con quien coincidió en la década del ’70 entrenando en River Plate. “A Gaby la conocí cuando estuve viviendo un año y medio en Buenos Aires. Era chiquita y se la pasaba jugando al frontón. La seguí mucho en los torneos”, cuenta. 

Acerca del tenis femenino actual, “Dorita” destaca que “han surgido muchas chicas nuevas, aunque hay pocas en Argentina”.

Del circuito internacional, destaca a Cory Grauff, la estadounidense de 15 años que en julio pasado derrotó a Venus Williams en 1ª ronda de Wimbledon. “Tiene un futuro muy lindo”, asegura. “También me gusta la canadiense”, añade en alusión a Bianca Andreescu, la jugadora de 19 años que acaba de consagrarse en el US Open.