Los propios investigadores se asombran y la describen como una “historia novelesca”. Es una crónica con final anunciado. Todos en La Para, localidad ubicada a 150 kilómetros de Córdoba Capital, sabían que terminaría así: con el despojo de tierras de gran valor a los hermanos Isidro, Ciriaco y Pedro Titti.
Las palabras no son caprichosas, representan el sentir de quienes estudiaron las pruebas del expediente penal que acaba de concluir su primera etapa porque el fiscal de Instrucción, Gustavo Dalma, lo elevó a juicio el 28 de abril. Por la feria extraordinaria están suspendidos los plazos y su resolución no está firme.
Pero en el interior del escrito están los eslabones que engarzan los capítulos de la historia que arrancó en 2006.
Según el fiscal Dalma, seis personas deberán responder por la defraudación que sufrió en vida Pedro Titti, fallecido en 2018, cuya heredera es Normi, una mujer de La Para, que permitió desarmar la madeja de la presunta estafa.
La figura principal que les cabe es la de defraudación por circunvención de incapaces, cuya pena es de dos a seis años de prisión y alcanza a Liliana Basualdo -quien permanece detenida no por el delito principal sino por falso testimonio-, su hermana Nilda Basualdo; el productor agropecuario Rubén Darío Bianco; los abogados Fernando Cravero y César Teobaldo Ochi, y el actual esposo de Liliana, Julio Walter César Rivero.
Solo es posible entender por qué terminaron acusados si se analiza la sucesión de hechos y el valor de las tierras en cuestión: 300 hectáreas en el corazón de la zona productiva de Córdoba, cuya cotización es de US$8 mil a US$10 mil cada hectárea.
El conflicto comenzó en 2006. A fines de ese año Normi tuvo una confesión del hombre que la crió. Llegó a decirle, antes de morir, que su padre biológico era Pedro Titti, por lo que se sometió a las pruebas genéticas para corroborarlo.
El 12 de diciembre de ese mismo año, sorpresivamente, se celebró el matrimonio entre Liliana Basualdo (22 años) con Isidro Titti (78), el hermano que manejaba las finanzas familiares.
El 8 de febrero de 2007 llegó la confirmación genética: Normi era hija de Pedro, un hombre con adicción al alcohol y limitaciones de salud psíquica que luego, la misma Justicia corroboró al declararlo inhábil para el manejo de sus bienes.
El 3 de marzo de 2007 se celebró un acta notarial donde Pedro testaba todos sus bienes en favor de Isidro y Liliana, su flamante esposa. Aparece, en ese acto, un certificado médico que pidió el escribano ante las dudas que tenía respecto a la salud del hombre. Con los años, el médico, cuya firma está en el documento, negó haberlo confeccionado. Era falso.
Sin embargo, poco después, Pedro terminó revocando ese testamento y denunció a Liliana, su cuñada, por abuso de su firma al señalar que la que figuraba en el acta no le pertenecía.
Hay que entender que el telón de fondo de esas operaciones inmobiliarias del año 2007 y de la boda de fines de 2006 era la desesperación por la ‘aparición’ de la hija de Pedro. Esta es la conclusión a la que llegó la investigación judicial.
Fallecimientos. En 2010 fallecieron, en un corto lapso Ciriaco (el 16 de enero) e Isidro (el 9 de agosto). Con ambas defunciones, Liliana quedó casi como única heredera de las porciones de tierras de ambos.
Durante ese año, Normi solicitó la inhabilitación de Pedro para disponer de sus bienes.
En 2012, Liliana vendió parte de sus tierras al productor Rubén Darío Bianco, cuyo padre tenía posesiones de campos aledaños.
Otro evento que generó sospechas fue la celebración del matrimonio de Pedro (84) y Nilda del Carmen Basualdo (27), hermana de Liliana. Fue inscripto el 1 de abril de 2016. El único testigo fue el abogado Fernando Cravero, quien luego participó de la causa en el Fuero de Familia, donde Normi Titti solicitó que se anule el matrimonio, lo que terminó sucediendo por resolución del juez Gabriel Tavip y confirmación de la Cámara.
En mayo del mismo año, a partir de todo lo sucedido Normi, interpuso la denuncia penal.
La tenacidad de los abogados Gerardo Parrucci y Marcelo Pandolfi, patrocinantes de Normi Titti en las causas civiles y de Familia y de Marcelo Touriño en el fuero penal, fueron determinantes para que la Justicia pudiera armar este rompecabezas de película.
LILIANA BASUALDO PERMANECE DETENIDA
A decir de los propios investigadores, Liliana Basualdo fue una pieza útil para el armado de todas las maniobras con el fin de despojar a los Titti de sus valiosas tierras. No fue, claramente, la mentora, pero al final de la historia es la única que permanece detenida. Se encuentra en esa situación no por la imputación del fraude, sino por falso testimonio. A mediados del año pasado denunció haber sido amenazada y herida en la pierna con un arma de fuego. Terminó confesando que todo había sido un invento al que la condujo su por entonces abogado, César Ochi. El letrado también fue detenido pero ya recuperó la libertad. Hace pocos días, Basualdo pidió la prisión domiciliaria pero los informes sociales y psicológicos fueron negativos y su petición fue rechazada. Continúa en Bouwer. En relación a los abogados, Cravero y Ochi fueron socios. El primero de ellos, mientras patrocinó y defendió a Liliana Basualdo, ella le pudo pagar obteniendo créditos de la Mutual Sportivo Belgrano, donde trabaja una pariente política del productor Bianco.
QUIEN ES QUIEN
NORMI TITTI. Supo que era hija biológica de Pedro en 2006. Es quien impulsó las causas civiles, en Familia y también en Penal para desbaratar la defraudación. Espera una herencia millonaria sobre el tercio que perteneció a su padre.
LILIANA BASUALDO. Con 22 años se casó con Isidro, de 78 años. Está acusada de defraudación de circunvención de incapaces, falso testimonio y coacción. Es la única que permence detenida.
NILDA BASUALDO. Hermana de Liliana. Con 27 años se casó con Pedro, pero el matrimonio fue anulado. Está acusada de defraudación por circunvención de incapaces.
RUBEN DARIO BIANCO. Productor agropecuario. Está acusado de defraudación por circunvención de incapaces.
FERNANDO CRAVERO. Primer abogado de Basualdo y Titti. Está acusado de defraudación por circunvención de incapaces.
JULIO WALTER RIVERO. Actual esposo de Liliana Basualdo. Está acusado de falsa denuncia y falso testimonio.
CESAR OCHI. Abogado. Está acusado de falso testimonio, en calidad de instigador; conservación de instrumento destinado a falsificar.