No son días fáciles en el Centro Cívico. En las últimas semanas, el asesinato de Blas Correas a manos de efectivos de la Policía de Córdoba; y la muerte de Solange Musse, la joven que falleció el viernes como consecuencia de un cáncer y a quien le impidieron despedirse de su padre, al que no dejaron entrar a la provincia proveniente de Neuquén, le sumaron una tensión al oficialismo provincial que nadie tenía en los planes.
Y a esto, se suma la polémica en torno a la reforma judicial que impulsó el Ejecutivo nacional, que ya obtuvo dictamen en el Senado, donde se tratará esta semana, y que aguarda con expectativa qué harán los diputados schiarettistas cuando el proyecto desembarque en la Cámara baja. El viernes por la tarde, PERFIL CÓRDOBA tuvo contacto con el entorno de dos de los cuatro diputados que le responden al gobernador y la respuesta fue hermética: “no se habla hasta que el proyecto ingrese”.
Horas más tarde, desde la cuenta oficial de Twitter de los parlamentarios schiarettistas (@CordobaFederal), se anunció: “queremos comunicar que, habiéndose conocido el dictamen del Senado, ratificamos nuestra decisión de no votar dicha ley. Sostenemos también que el tratamiento de dicho proyecto es inoportuno y no debe tratarse sin el consenso necesario que requiere una reforma de esta envergadura”.
Rápidamente, la oposición salió a exigir afirmaciones más concretas en torno a si darán o no quórum; y dos integrantes del peronismo que no responden a la vertiente que lidera el gobernador, enfatizaron a este diario que lo hicieron al hablar de lo inoportuno del tratamiento.
“’El Gringo’ va a seguir orejeando las cartas. Vamos a esperar”, resumió por su parte un integrante del Frente de Todos que apuesta a una charla directa entre el presidente Alberto Fernández y el gobernador.
El factor clase media. En las últimas semanas, hubo dos marchas en Córdoba: una el jueves 13, liderada por el hermano de Blas Correas y con una multitud de jóvenes en el centro de la ciudad en reclamo de justicia por el crimen del adolescente que tiene en la mira a la Policía (ver páginas 18 y 19) ; y otra el lunes 17, liderada por militantes de la oposición -aunque también hubo gente sin pertenencia partidaria- que pidieron directamente a los diputados de Schiaretti que no den quórum para el tratamiento de la reforma.
A estas dos numerosas manifestaciones, se le podría haber sumado una tercera el viernes por la noche en reclamo por la disposición del COE de no dejar ingresar al padre de Solange proveniente de Neuquén para despedirse de su hija enferma, quien falleció.
En El Panal tomaron nota de la tensión que se empezó a generar con la clase media y allí radica la explicación al tweet del viernes en la cuenta de los diputados cuando las redes convertían en tendencia a la joven internada en Alta Gracia.
“Acompañar la reforma judicial es agregarle un ingrediente a un malestar generalizado en algunos sectores de la sociedad y darle una herramienta a la oposición”, razonó uno de los pocos peronistas que se manifestó en las últimas horas.
El análisis que hacen en el Gobierno provincial es el siguiente: con Vicentin, era enfrentar a Schiaretti con un votante fiel como el campo; con la moratoria fiscal no hubo espuma cordobesa; pero con la reforma, en Córdoba se está viviendo un clima de antikirchnerismo que fue creciendo.
En tanto, sobre el caso Solange, de lo que se vuelve a hablar en el seno del Gobierno provincial es de “la falta de política del COE”. Algunos coinciden con que se van repitiendo errores en el organismo y más de uno reparó en el blindaje hacia la cúpula del mismo.
“Que el único que haya hablado del tema sea (Claudio) Vignetta y se haya cuidado al resto, es todo un mensaje”, dijo un dirigente.
La mirada nacional. Desde la dirigencia del FdT nadie se anima a manifestarse con alguna frase que pueda complicar el diálogo legislativo que están teniendo Nación y Provincia. Aunque entienden las cuestiones de electorado compartido entre Schiaretti y Juntos por el Cambio, suponen también que hay margen para torcer la decisión del schiarettismo de no acompañar. O, al menos, negociar por el quórum.
La agenda de obra pública, el sostenimiento del IFE -pedido que lideró Schiaretti ante el resto de los gobernadores- y los fondos de Nación, son los argumentos para la seducción albertista. Estrategia de la que en Córdoba descreen; dicen que el Gobierno nacional no tiene margen para seguir retaceando.
Ahora bien, con respecto a los casos de Blas y Solange, no hubo manifestaciones de dirigencia o militancia kirchnerista en contra de Schiaretti. Aunque, por lo bajo, marcan algunas diferencias, como la posibilidad de que Alberto F. reciba esta semana a la madre de Facundo Astudillo, el joven desaparecido en plena cuarentena y que tiene en la mira a la Policía bonaerense.
Retomando la discusión parlamentaria, en el schiarettismo aguardan imperiosamente que Fernández enfríe la discusión de la reforma en el Congreso luego de la votación en el Senado. Para así, repetir la jugada Vicentin.